sábado, 2 de agosto de 2008

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Cambios en el camino

031. Cambios en el camino. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Cuando llegué a esta casa me sentí la dueña y señora del espacio. La elegida para ocupar el puesto de mujer de la casa. Tu par o complemento. Lo primero que hice fue soñar visualizando adornos, momentos, cosas que deseaba llegaran con la unión tan maravillosa que vivíamos. No puedo decir que me equivoqué porque sí viví muchísimas cosas que quería. Sin embargo, veo las cortinas, los muebles y el resto del espacio que ahora está tan distante para mí, como si fuera la primera vez que los veo.

Me pediste recoger mis cosas temprano, se me hizo tarde así que por eso aún me encuentras aquí. Me pregunto, ¿Es que acaso querías evitar verme partir? ¿Tan poco te importo ya? Ja… ya no importa.

Todas mis cosas ya están empacadas y dentro de mi auto, ya acá no hay nada que me pertenezca, simplemente quería mirar el lugar completo una última vez. Tal vez mañana lo extrañe todo, o quizás no lo haga.

Hoy estuve recordando que te gustaban los besos cerca de la oreja y que te arrullara en mis brazos por la noche. Me pregunto si ella hará las mismas cosas. Si acaricia tu rostro muy despacito o si se queda a jugar con tus cabellos, o si es capaz de hablarte directo al corazón y conmoverlo como yo lo hacía. Si se sienta a tu lado en cada comida, aunque ella ya haya acabado su porción, sólo por el hecho de acompañarte. Me pregunto si aún posees la capacidad de ver lo que fuimos o si tan sólo yo veía esas cosas, si tan sólo a mí me importaban.

Esta misma tarde recogí nuestras fotos con nostalgia y algo de rencor, y las eché en el sitio al cual se fueron todas las demás cosas que nos unían: al cesto de la basura. En algún momento pensé que podía rescatarlas, pero era mejor dejarlas allí.

Hoy nuestros caminos cambian, esta llave que llevo en mi mano ya no es mía, tan sólo es tuya. Tu puerta, ¿Cuántas veces pasé por ella? Incontables. Ahora es sólo otra puerta más, sin nada de especial, que no volveré atravesar. Pero bueno… cosas de la vida. Acá te dejo tu llave, te dejo con tus cosas, dejo libre tu espacio.

Realmente nunca esperé esto de ti…

Si algún día te traiciona tu mente y me extrañas, seguramente recordarás este momento, el instante en el que me alejo. La verdad es que creo que nada de esto te afecta, que te da igual, que yo fui la única dolida en todo este asunto pero ¿Sabes? Me haces un favor inmenso al demostrarme que te da lo mismo porque me doy cuenta que ya en mi corazón no queda nada para ti. Acabas de enseñarme que no vale la pena amarte.

La próxima vez que la veas a ella, mírala a los ojos y graba su mirada en tu mente y recuerda muy bien una cosa, quizás no hoy ni mañana, pero algún día tú me buscarás en esos ojos, en ese cuerpo y en esa boca, y te verás durmiendo con ella pero soñando conmigo. Un día recordarás este momento y entenderás lo que digo cuando te expreso que no vale la pena amarte y que me será fácil olvidarte.

Dicen que los caminos cambian, que el mundo gira y da la vuelta. Lo que hoy vivo lo vivo con dolor, mientras para ti es tan sólo un alivio pero así como nuestros caminos hoy cambian, mañana puede que vuelvan hacerlo y esta vez no seré yo quien diga todo esto, tal vez seas tú reprochándote en silencio cuando nuevos cambios sobrevengan, pero ya no estaré para entregarte una llave o salir por esa puerta, tan sólo quedará el recuerdo que esta llave hoy te deja.

22/07/08 11:41 p.m. 11:50 p.m. 26/07/08 9:23 p.m.

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