miércoles, 5 de septiembre de 2007

, ,

Despierta

003. Despierta. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Siempre creí que las cosas me saldrían bien. Sencillamente, pensaba que podría llegar a tener las respuestas adecuadas. Pero me di cuenta que permanecía equivocada, que a veces no miraba con mis ojos ni pensaba con mi mente. Divagué en lo que serían mis pensamientos para darme cuenta que no eran los míos. Me miré al espejo y desconocí aquella imagen. Quise hablar y salieron palabras necias y vacías.

Muy por encima de las voces que habla mi cabeza, escuché una mucho más profunda. Me dije entonces:

- ¿Quién es ésta que veo frente a mí? ¿Quién es la que dice llevar mi nombre? -.

Luego de aquel instante de “locura”, volví a ser la de siempre. Pero muchas veces más, la mujer en el espejo, volvía a presentarse.

Miraba como ella, pensaba y hablaba como ella. No era yo, era ella. Ella era yo, o yo era ella.

Un día de irreparable cansancio, mis pestañas se unieron y soñé. Soñé con el sol y con aquel no-sol del cual todas las estrellas hablan.

Me vi en una habitación sin paredes, sin bombillos y con luz, allí se posó. Tenía mi cara, se hizo dueña y señora de mis gestos pero no pensaba como yo.

- ¿Eres tú o soy yo? ¿Acaso eres lo que no soy? -. Le dije.
Continuar leyendo Despierta

miércoles, 15 de agosto de 2007

, ,

Huellas

002. Huellas. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Todo cuanto somos hoy en día, se ha debido al “trabajo” continúo que hemos hecho sobre nuestro propio ser. Es más fácil confirmarlo de lo que crees, solamente ponte a recordar cómo eran tus actitudes y aptitudes hace cinco años atrás. ¿Eras la misma persona de hoy? Seguramente algunos dirán: “Por supuesto, tengo el mismo número de identificación, la misma cara y huellas dactilares”. Pero, no es eso a lo que me refiero. Yo hablo de la manera de ver al mundo, de ver tus propios problemas y las acciones que tomaste hace cinco años y las que tomarías hoy sobre eso mismo. La pregunta es: ¿Actúas igual que hace cinco años? Yo creo que no. ¿Y sabes por qué? Porque luego de una experiencia cualquiera, terminas aprendiendo si debías actuar de ésa manera o si no debías hacerlo.

De la mano de ésas experiencias, están las personas que ocasionaron las mismas. Puesto que lo bueno o lo malo, en lo cual llegan afectarnos las acciones de otras personas, también residen en quiénes somos hoy.

Pongamos un ejemplo. Hace un par de años alguien traicionó mi confianza, aquello resultó afectarme tanto que pudo nacer en mí un profundo rencor. Ahora, ¿Cómo afecta esto mi personalidad? Pues sencillamente me volvió desconfiado, si soy un pesimista, o me volvió cauteloso, si soy optimista. Adicionalmente, si acepté en mí aquel rencor, esto podrá ocasionarme muchos males, puesto que no es algo que pueda “bendecirte” para nada. Si, por el contrario, trasmuté ése pesar, ya no tendré ése bloque sobre mis hombros recordándome aquel episodio, y lo que se hizo o se dejó de hacer.
Continuar leyendo Huellas

domingo, 29 de julio de 2007

, ,

Aquí de nuevo

001. Aquí de nuevo. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Estoy aquí de nuevo. Sí. Para desnudar el alma entera sin que te des cuenta. Para que pienses que es otro capitulo de la novela, o para que hagas caso omiso de todo lo que mis letras desvelan. Quizás para decir las mismas cosas de siempre. Tal vez para mentirme como lo he querido hacer. De más estará decir todo lo que es necesario, o lo que es preciso. Sin embargo, voy decirte todo y no voy a decirte nada a la vez.

Primero déjame hacerte una pregunta, o un par de ellas al mismo tiempo, ¿Te has puesto a pensar la razón de mis letras? ¿O sólo yo me he preguntado si te lo preguntarás?. ¿Acaso no te has preguntado si te muestro mi propia vida?.

Me hago ante ti profundas preguntas y les doy adecuadas respuestas, tal vez las mismas que me gustaría escuchar de tu boca. Pero que tu boca nunca dirá. Continuamente velas por mi seguridad pero no por ver más allá. Y me pregunto qué es lo que cuidas. Mírame, esta noche estoy desecha por dentro. Y no es que te hayas descuidado, es sólo que velar por mi corazón no estaba en el trato. Puesto que velas por mi apariencia y cuidas de mi progreso. Pero no te interesa ver lo que hay en mi pecho. No te has preguntado si en él he sentido frío o he sentido calor. O si alguna vez tuve alguna herida. Tampoco sabes que le puse tu nombre.

Y aquí estoy nuevamente, apoyada en el marco de mi ventana. Mirando pasar el autobús del mundo, donde hoy no he querido montarme. ¿Para qué? ¿Para decirte lo mismo que ayer? ¿Que estoy bien? Y tú lo creerás.

¿Cuál es la razón de mis letras? Quizás acompañarme entre tanta soledad. Tal vez inventarme mundos que no existen. Tan invisibles como el más pequeño átomo en el mero centro de mi interior. Tan utópico como el pretender que me muestres amor. Sí, he creado las palabras que me gustarían tanto oír pero que no te atreverás a decirme, por eso me las invento. ¡Te amo! ¡Te quiero! ¡Te extraño! ¡Te espero!


Continuar leyendo Aquí de nuevo

jueves, 19 de julio de 2007

, ,

Mi pequeño viaje

Quizás una de las cosas que hoy en día nos causa gran gratificación es sentarnos a mirar atrás para darnos cuenta cuánto hemos aprendido, los obstáculos que hemos superado, las alegrías encontradas después de un gran esfuerzo. Ver que nuestros problemas pasados, en estos momentos, no representan un inconveniente tan grande como cuando estuvimos enfrentándolos la primera vez.

Supongo que todo se compone de ciclos. Los empezamos y los cerramos, para abrir otros ciclos en nuestra vida.

En mi caso particular, hoy me toca cerrar un ciclo muy importante para darle paso a otro que seguramente será mucho más importante, donde se vendrán más y más retos, pero como se diría por aquí: “¡Yo misma soy!, véngase lo que se tenga que venir que aquí estamos para enfrentarlos”.

Con este ciclo también se cierra la Colección Mi Respuesta, así que “Mi pequeño viaje” resulta ser el último texto de esa colección.

Aprovecho para extender mi agradecimiento a Eduardo Sandoval por ser mi editor, mi guía. Gracias a su paciencia, comentarios y cariño muchos textos tomaron forma pues supo dirigirme y darle sentido a muchas ideas espontáneas.

Sinceramente, ¡Muchas Gracias!


021. Mi pequeño viaje. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

En toda visión, en cada sentimiento o cualquier objeto

siempre podrás encontrar Su Energía allí dentro.

Sí, aquí donde se alzan los más bellos picos de nieve,

acá donde las montañas se apoderan del relieve

y más allá de los ríos, hasta incluir lo que siempre he llamado: mío…

No importa qué pueda tratar de escribir sobre éste u otro paisaje. Nunca podría plasmar la maravilla que representan o lo que hacen sentir. No soy capaz de describir nada, pues comienzo con una idea y termino con otra entre las manos. Quizás lo más acertado sería compararlo con lo que soy a tu lado. Pero ni así. Lo único que puedo considerar cierto es que, en mi Cuerpo Sutil, quedará siempre grabado este pensamiento, sentimiento o visión, los cuales seguramente revivirán en las venas del viento cada vez que añore este instante y cada vez que ansíe volver a verte.

A pesar de todo esto, permíteme intentar mostrarte otras formas. No usemos palabras, ellas jamás te dirían la absoluta verdad. Tampoco creo que mis ojos puedan transmitirte con fidelidad lo que trato de decirte, pues las miradas también tienen su propio lenguaje. Por ahora sólo sígueme, pero no vayas delante ni vayas detrás, debes ir siempre a mí lado, debemos acompasarnos, puesto que no eres ni soy más, somos igual.

Déjame traerte a mi pequeño viaje. Déjate llevar. Confía en mí. Déjame mostrarte que nunca habrá distancias y que me tendrás en tus brazos con sólo quererlo. Yo te enseñaré a verme detrás de la ausencia, delante de la soledad y de lado a la verdad.

Donde quiera que me leas, donde quiera que me pienses: yo estaré allí. Permíteme mostrártelo.

No pienses que habrá alguna interrupción. Tampoco temas, nadie te vigila.

Tus ojos no podrán verme si tu mente no lo permite. Espera, no trates de poner mi imagen en ella, deja que yo surja de la nada. No pienses en la frase: “ojala estuvieras aquí”, es mejor que digas: “que bueno que estás aquí”. No pongas sutiles barreras, yo estoy aquí y soy real y tangible.

Cierra los ojos, por ahora no los necesitarás pues lo esencial se siente aunque no se vea. Ahora sólo escúchame. Sí, estoy a tus espaldas y puedo susurrarte al oído tantas cosas, aunque muchas de ellas ya las sabes. Siente la calidez de mi aliento sobre tu oreja. No pasa nada, déjate llevar.

Siéntete en el pico de la inmensidad. No tengas miedo, no hay forma de que caigas del cielo. Nada podrá arrebatarte el momento. No, aún no digas más.

Deja que la brisa fría se apodere del entorno. De tu piel yo seré un escudo y su capa. Te daré todo el abrigo y la calidez de mi pecho. Siente cómo me adhiero a tu cuerpo.

Por favor, abre tus ojos. No, no pronuncies mi nombre, sólo siente mis dedos que se pasean en tus labios, esos labios que tanto han añorado los míos.

Por Ley, te conviertes en lo que tu mente enfoca, y por ello mismo, siempre vas a dónde se evoca. Cuántas veces te he sentido. Son innumerables las ocasiones que te he pensado. Pero esta vez ha sido diferente, pues has sido tú quien me ha traído hasta ti. Quizás porque me necesitas tanto como yo te he necesitado. Tal vez porque muchas veces me soñaste a tu lado.

Pon tu mano sobre la mía. Puedes sentir mi calor. Y seguramente, puedes sentir mi temblor. Entrelaza mis dedos. Siente el palpitar del silencio.

Sólo puedo quedarme tanto como tú me permitas.

Me gustaría saber si has soñado conmigo. Si abrazando a una almohada has pensado que puedo ser yo. Si enfocando tus ojos a una foto, has acariciado mi rostro. Si has presenciado un atardecer y anhelaste que yo allí este. Si me convertiste en letras para leerme una y otra vez.

Gracias por ser lo que eres. Por ti aprendí a traspasar los duros muros de las distancias y las ausencias.

Eres un sueño que ha vivido para mí, y soy un sueño que ha vivido para ti. No importan los planos, los kilómetros ni el tiempo. No hay espacio cuando lo que manda es la Magna Luz del Corazón, ésa Luz que nunca falla.

Háblame cuando estés durmiendo. Suéñame cuando estés despierto. Abrázame cuando tengas frío. Acaríciame para sentirte mío.

Cuando sólo el silencio sea el que hable, visualízame.

Cuando creas haberme perdido, léeme.

Si crees que soy tu Otra Parte, búscame.

Y cuando me tengas tan cerquita, como ahora, bésame.

Piénsame, para no sentirme sola.

Espérame, ésa será mi razón de lucha.

Quiéreme, ése será mi escudo para nunca dejarme vencer.

Y, por último, Ámame hasta que ya no puedas, y cuando lo hagas me sentiré viva dentro del viaje que representa mi vida. Me sentiré plena. Me sentiré la Mujer más Feliz y Serena, puesto que te amé y me has amado, que te quise y me has querido, que tu corazón se ha encontrado conmigo.

Gracias por ser el acompañante que siempre quise en mi camino, por ser el sueño que se ha convertido en realidad, y aquel instante que me ha hecho sentir viva donde la Princesa se hace Reina, y la Niña se gradúa de Mujer al amanecer.

07/07/07 08:32 p.m. - 09/07/07 05:00 p.m. - 09/07/07 05:28 p.m. - 10/07/07 12:56 p.m.

14/07/07 05:05 p.m. - 14/07/07 05:24 p.m.

15/07/07 12:16 p.m. - 19/07/07 01:45 p.m.

19/07/07 02:00 p.m.
Continuar leyendo Mi pequeño viaje

viernes, 6 de julio de 2007

, ,

No más

020. No más. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

No sé qué pienses en torno a este tema,
quizás discutirlo hasta este de más,
pero necesito desahogar
lo que llevo por dentro y no me deja respirar.
Posiblemente he criticado muchas veces
pero si era a ti, preferí no decir más
para evitarme algún conflicto
y no pelearme contigo.
Pero hoy las cosas han cambiado,
si era tu idea decepcionarme o desilusionarme
… lo has logrado.
Tus crueles actos y palabras,
las criticas descabelladas
han abierto un agujero en mi pecho
y aunque me aguanté tanto tiempo
prefiero decir: ya no más.
Ya no más de tus migajas de cariño,
más ha sido tu daño hecho verbo
que tus buenos tratos conmigo,
más ha sido tu desprecio
que los detalles que has tenido.
A ti parece no importarte nada ni nadie
aunque a veces finges soñar conmigo,
y a pesar de los recuerdos
todo se ha perdido,
y no lo digo con rabia, ni con tristeza
para serte franca, lo digo con alivio.
Ya no temo perderte amor,
o tal vez deba decirte amigo,
quizás sea mejor decirte: desconocido
porque ya no te quiero,
ya no te pienso ni tampoco sueño contigo.
No planeo herirte sinceramente,
pero sabes que detesto fingir
no sé cuántas veces conmigo has fingido,
sólo puedo decir que yo fui real,
cada palabra dicha fue sentida en el alma
y aunque ahora poco valga
quiero decirte que te adoré,
que te quise y de ti me enamoré,
puedes ponerlo en duda
ese será tu problema,
por mi parte no mendigaré más tu amor
porque no me importa, ni vale la pena,
lo que alegra al alma buena
es sentirse querido
y no niego que durante instantes lo fui contigo
pero nada vale aferrarse a lo pasado
cuando ahora te miro a los ojos y no siento nada,
cuando sólo vacío hay donde hubo luz,
donde hay más puñaladas que cuentos de hadas.
No, ya no temo perderte
puedes irte y que tengas suerte.
Amigo, desconocido o como te llames
me alegró conocerte,
no sé qué será de tu vida mañana
sólo puedo recordar que fuiste mi gran amor ayer,
que hoy por mi puerta un extraño pasa
y que ahora se siente tranquila toda mi casa.
Mi mente no se pregunta: ¿Será que le gustará?
simplemente ahora digo: ¡Se ve genial!
no sé por qué siempre necesité tu visto bueno
para cosas que poco te importaban,
supongo que era una especie de respeto
o ligarte de alguna manera a mi mundo y a mis sueños.
Ya no temo tus miradas de rabia
por mí, puedes hacer lo que se te de la gana,
poco importan tus comentarios vanos
lo que importa es que trabajen mis manos.
¿Habré sido muy directa?
¿Acaso seré yo la mala en todo esto?
Mejor es no decir lo que tú me has hecho,
sólo puedo aclarar que mi corazón has maltrecho.
Si te vas o te quedas, a mí me da igual
ya por encima de mí no pasarás,
mis caricias ya no tendrás,
mis detalles, mis te quiero: ya no más.

Ya no temo perderte
porque ya no te pienso,
ya no temo
porque me das igual,
ya no
porque no te extraño
ya no
…porque no te amo…

05/07/07 06:48 p.m.
06/07/07 12:53 p.m.
Continuar leyendo No más