Cuán increíble puede parecer el día,
un cielo azul que te muestra su alegría;
el día ha pasado y ha cerrado
con una sonrisa en tus labios dorados.
Pero cuán rápido puede ser el cambio,
de la noche al día hay mucho espacio,
tantas cosas que pueden pasar,
y hacer pensar que has parado de soñar.
Tan rápido has caído al suelo
cuando el día pasado habías alzado el vuelo,
cuando creías que todo iba de lo mejor
te das cuenta que aún no pasa lo peor.
Te sentías tan confiado de todo,
en ese vuelo que nadie te tumbaría,
ahora yaces en el piso
queriendo aislarte y cayendo al abismo.
Qué diferente se ven las cosas ahora,
más cuando tu mirada se encuentra borrosa,
borrosa por el agua que corre,
y tus mejillas que la absorben.
Temprano mencionabas a tus pilares,
aquellos por quienes alzabas tu vuelo,
ahora eres incapaz de verles de frente
porque te da pena decir que andas sin suerte.
Querías que todos estuviesen orgullosos de ti,
¿y ahora qué harás?
¿Pretender que todo está bien?
¿O echar tu andar de nuevo?
Antes buscabas un hombro en donde apoyarte,
al no encontrarlo has decidido esconderte,
en un rincón oscuro y triste,
pero recuerda que tienes que levantarte.
Levantarte por quienes te esperan de pie,
sí, fallaste de nuevo, ¿y qué?
Si el camino no tuviese huecos
jamás aprenderías a esquivarlos.
¡Vamos! ¡Levántate!
Nadie quiere verte allí en el piso,
tampoco busques la lastima de nadie,
te ves mucho mejor volando en lo alto.
Tu camino apenas comienza,
levántate por tus pilares,
aquellos que quieren que vuelvas a ser ave,
recuerda que la lucha es hasta que el alma resista o se acabe.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
009.Hasta que el alma resista.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
16/07/04 08:47
un cielo azul que te muestra su alegría;
el día ha pasado y ha cerrado
con una sonrisa en tus labios dorados.
Pero cuán rápido puede ser el cambio,
de la noche al día hay mucho espacio,
tantas cosas que pueden pasar,
y hacer pensar que has parado de soñar.
Tan rápido has caído al suelo
cuando el día pasado habías alzado el vuelo,
cuando creías que todo iba de lo mejor
te das cuenta que aún no pasa lo peor.
Te sentías tan confiado de todo,
en ese vuelo que nadie te tumbaría,
ahora yaces en el piso
queriendo aislarte y cayendo al abismo.
Qué diferente se ven las cosas ahora,
más cuando tu mirada se encuentra borrosa,
borrosa por el agua que corre,
y tus mejillas que la absorben.
Temprano mencionabas a tus pilares,
aquellos por quienes alzabas tu vuelo,
ahora eres incapaz de verles de frente
porque te da pena decir que andas sin suerte.
Querías que todos estuviesen orgullosos de ti,
¿y ahora qué harás?
¿Pretender que todo está bien?
¿O echar tu andar de nuevo?
Antes buscabas un hombro en donde apoyarte,
al no encontrarlo has decidido esconderte,
en un rincón oscuro y triste,
pero recuerda que tienes que levantarte.
Levantarte por quienes te esperan de pie,
sí, fallaste de nuevo, ¿y qué?
Si el camino no tuviese huecos
jamás aprenderías a esquivarlos.
¡Vamos! ¡Levántate!
Nadie quiere verte allí en el piso,
tampoco busques la lastima de nadie,
te ves mucho mejor volando en lo alto.
Tu camino apenas comienza,
levántate por tus pilares,
aquellos que quieren que vuelvas a ser ave,
recuerda que la lucha es hasta que el alma resista o se acabe.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
009.Hasta que el alma resista.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
16/07/04 08:47
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