Esta es mi vida, pura y vacía como ninguna,
entre el desastre y la vagancia,
entre la muerte y la plaga,
simplemente en decadencia.
¿Quién dijo que yo podría hacer lo que pensasen?
No puedo hacer nada.
Lamento no llegar de primero,
lamento no cumplir sus expectativas,
lamento no ser perfecto.
Cualquiera es mejor que yo,
soy menos que la nada,
ni siquiera merezco felicidad,
porque ni eso me regalan.
Excluido del mundo vivo,
en cuenta no me toman,
rodeado de insultos siempre,
ni siquiera puedo ser persona.
Un sinónimo de estupidez
eso soy yo,
¿Qué les puede importar mi futuro?
¿Y es que acaso lo tendré?
No tengo ni un céntimo,
pero no importa,
con hambre y sed vivo,
pero a quién le importa.
El viento del este sopla
y el del oeste resopla,
purifican mi alma,
o simplemente la roban.
Libre de ideales tontos,
pisando siempre la tierra,
entre sueños vago siempre
pero de ellos me destierran.
Perdedor sigo siendo
y es lo que estoy viendo,
sin ninguna meta persiguiendo
sigo sin piedad cayendo.
Muerte es vida,
vida es muerte,
yo entre las dos
sigo en pendiente.
En el valle de balas me encuentro,
mi ciudad esta brava hoy,
siento agua que corre
y al mirar, sangre 'e pecho me recorre.
Caigo al piso primero,
y otros caen después,
la realidad en mi tierra
es la que usted aquí ve.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
006.En el valle de las sombras.Colección Libra.Waldylei Yépez.docx
17/09/04
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