Jugando tranquilo dentro de mi escuela,
comiendo feliz aquella merienda,
pendiente de mis juguetes,
el vaquero y su jinete.
Mirando mi cuaderno de dibujo
donde un arco iris se puso,
marcadores y creyones,
guerra de papelitos a montones.
Corriendo por los pasillos
hay que llegar de primerito,
la maestra Josefina es muy bonita,
le regalaré una sabrosa manzanita.
Viviana vive cerca de casa,
ella me regala muchas cosas,
comeremos helado apenas regrese
o la torta que no he comido en meses.
En la calle hay peligro dice Carlitos,
en la mañana atropellaron a un niñito,
por la tarde una niña enfermó
luego que un perro la mordió.
En la avenida del Destino,
un incendio a causa de un corto circuito,
y fue dentro de un centro comercial
donde muchas personas hay.
¡Abran las puertas! Todos gritaron.
¡Abran las puertas por piedad, mi hermano!
El otro día un escuela vuelta cárcel,
los niños lloran,
la población se asoma,
y caen en un profundo coma.
¡Abran las puertas y déjennos ir!
¡Abran las puertas no tenemos por qué estar aquí!
Huracanes feroces azotan nuestro pueblo,
y poco a poco se ahoga nuestro miedo,
poco a poco la isla se estremece,
poco a poco la tierra desaparece.
¡Abran las puertas y salgamos de la casa!
¡Abra la puerta abuelita Altagracia!
¡Abran las puertas!
Y SE ABRIERON LAS PUERTAS DEL CIELO...
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
025.Abran las puertas.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
08/10/04
comiendo feliz aquella merienda,
pendiente de mis juguetes,
el vaquero y su jinete.
Mirando mi cuaderno de dibujo
donde un arco iris se puso,
marcadores y creyones,
guerra de papelitos a montones.
Corriendo por los pasillos
hay que llegar de primerito,
la maestra Josefina es muy bonita,
le regalaré una sabrosa manzanita.
Viviana vive cerca de casa,
ella me regala muchas cosas,
comeremos helado apenas regrese
o la torta que no he comido en meses.
En la calle hay peligro dice Carlitos,
en la mañana atropellaron a un niñito,
por la tarde una niña enfermó
luego que un perro la mordió.
En la avenida del Destino,
un incendio a causa de un corto circuito,
y fue dentro de un centro comercial
donde muchas personas hay.
¡Abran las puertas! Todos gritaron.
¡Abran las puertas por piedad, mi hermano!
El otro día un escuela vuelta cárcel,
los niños lloran,
la población se asoma,
y caen en un profundo coma.
¡Abran las puertas y déjennos ir!
¡Abran las puertas no tenemos por qué estar aquí!
Huracanes feroces azotan nuestro pueblo,
y poco a poco se ahoga nuestro miedo,
poco a poco la isla se estremece,
poco a poco la tierra desaparece.
¡Abran las puertas y salgamos de la casa!
¡Abra la puerta abuelita Altagracia!
¡Abran las puertas!
Y SE ABRIERON LAS PUERTAS DEL CIELO...
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
025.Abran las puertas.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
08/10/04
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