Lejos e inalcanzable
como la cúspide de un árbol,
sólo las aves tocarán su cielo,
y las gotas sus firmes pies.
La perlesía del tiempo
en su fotografía,
las abundantes arenas,
y el agua bendita,
la calidez de las olas,
y la serenidad del océano,
la verdad hecha historia,
y la mentira que razona.
Los pasos distantes,
y los límites impuestos,
el anhelo y el deseo
frente a la frontera de los sueños.
La revelación del sentir
mediante palabras grandiosas,
que te harán ser feliz
o tener una muerte penosa.
Confianza depositada en tu banco,
puerta abierta al corazón,
entrega en un abrazo estrecho,
miradas que aclaman lo sintiendo.
Tu piel, una colonia a descubrir,
tus ojos, un horizonte a gobernar,
tu gusto, sólo a mí ha de probar,
tu boca, la fuente que me saciará.
La sonrisa que nace de hermosas palabras,
ésa que te descubre y lo pensado también,
ese obsequio que los privilegiados tienen,
el regalo más grande que mi vida pueda querer.
Pocas monedas en mi vestimenta,
sin riquezas ni lujos en excedencia,
aún así tu sonrisa anhelo comprar
aunque no hay dinero en que lo pueda pagar.
A cambio te daré el más grande de mis tesoros,
ése que late y bombea constante
pues sólo así puedo costear ese regalo tuyo,
pues en mi pecho no lo quiero a menos que sea suyo.
Esa sonrisa de la cual tengo derecho,
me la han regalado en una bolsa de silencio
pues no es necesaria una palabra
si nuestras miradas a lo lejos se hablan,
le he sido fiel aunque lejos he andado
o las circunstancias me han obligado,
nosotros somos más que una palabra
o seremos más que eso,
somos más que un beso furtivo
o un contacto de pieles desmedido,
somos una mezcla de todo un poco,
somos lo que somos y seguiremos creciendo
con amor, comunicación y confianza,
la verdad y la templanza.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
058.Tu sonrisa.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
25/02/05
como la cúspide de un árbol,
sólo las aves tocarán su cielo,
y las gotas sus firmes pies.
La perlesía del tiempo
en su fotografía,
las abundantes arenas,
y el agua bendita,
la calidez de las olas,
y la serenidad del océano,
la verdad hecha historia,
y la mentira que razona.
Los pasos distantes,
y los límites impuestos,
el anhelo y el deseo
frente a la frontera de los sueños.
La revelación del sentir
mediante palabras grandiosas,
que te harán ser feliz
o tener una muerte penosa.
Confianza depositada en tu banco,
puerta abierta al corazón,
entrega en un abrazo estrecho,
miradas que aclaman lo sintiendo.
Tu piel, una colonia a descubrir,
tus ojos, un horizonte a gobernar,
tu gusto, sólo a mí ha de probar,
tu boca, la fuente que me saciará.
La sonrisa que nace de hermosas palabras,
ésa que te descubre y lo pensado también,
ese obsequio que los privilegiados tienen,
el regalo más grande que mi vida pueda querer.
Pocas monedas en mi vestimenta,
sin riquezas ni lujos en excedencia,
aún así tu sonrisa anhelo comprar
aunque no hay dinero en que lo pueda pagar.
A cambio te daré el más grande de mis tesoros,
ése que late y bombea constante
pues sólo así puedo costear ese regalo tuyo,
pues en mi pecho no lo quiero a menos que sea suyo.
Esa sonrisa de la cual tengo derecho,
me la han regalado en una bolsa de silencio
pues no es necesaria una palabra
si nuestras miradas a lo lejos se hablan,
le he sido fiel aunque lejos he andado
o las circunstancias me han obligado,
nosotros somos más que una palabra
o seremos más que eso,
somos más que un beso furtivo
o un contacto de pieles desmedido,
somos una mezcla de todo un poco,
somos lo que somos y seguiremos creciendo
con amor, comunicación y confianza,
la verdad y la templanza.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
058.Tu sonrisa.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
25/02/05
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