viernes, 30 de septiembre de 2005

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Me tenías, me perdiste

No tiene sentido derramar más lágrimas
cuando no te importa,
tampoco me quedaré esperando destruyas
el resto de mi vida,
ahora veremos quién extraña a quién,
me engañé creyendo en tus palabras,
la retórica en ti es poderosa,
marchitaste mi vida, pero no el poder de la diosa.

Me tenías, me perdiste,
con cada estupidez cometida,
con cada mentira repartida,
con cada engaño regalado,
sólo dolor es estar a tu lado.

Mi espejo gritaba la soledad de mis ojos,
la amargura de mis labios,
la tristeza de mi rostro,
y la agonía de mi vida.
Todo era cierto,
me entregué toda entera,
puse mi amor en bandeja de plata
sin esperar nada a cambio,
tus palabras eran mi verdad,
de mi parte ni una mentira piadosa,
para ti pensé era más importante que una rosa,
que tonta, sólo una tonta...

Me tenías, me perdiste,
por no darle valor a mi amor,
por querer ser sólo un picaflor,
por matarme de a poquito con tus actos,
por pisotear la ilusión de mi cariño,
su alegría y su inocencia de niño.

Ya no velaré más tus sueños,
anda y busca comprar un querer,
en negocios serás un experto,
pero en amor, un verdugo en tu ser,
cambias la mañana que pude ofrecerte
por una noche cualquiera,
no digas que soy mala,
sólo actúo cómo me has enseñado,
desangraste un corazón enamorado.

Me tenías, me perdiste,
extraña lo que una vez tuviste,
si te duele no me culpes,
si culpables hay, tú estás de primero,
pero en mi vida no vales ni un bledo.



Waldylei Yépez



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011.Me tenías, me perdiste.Colección Cofre Negro.Waldylei Yépez.docx
30/09/05
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Lágrimas negras

La noche se está yendo por la ventana,
y me pregunto si tú lo sabrás;
el día de mañana viene,
y a cada momento pierdo un minuto,
sólo puedo decirte
que aquí está quien fue un día tu sol,
y que estuvo en cada camino de tu vida.

Quédate un instante,
o quizás otro día;
cree en lo que una vez fui,
ya no sé qué decir;
cree en lo que una vez fuimos,
siempre hay más de un camino.

El horizonte se lleva mi mirar
mientras la ciudad duerme,
la calle cobija con frío
mi pequeño cuerpo ya vacío,
sin latir he quedado,
sin latir mi reloj se ha parado.

Campos de tierra y pasto,
aguas de un azul salado,
vientos de aire sucio,
selvas de arena y cemento.

Tropiezo con cada cosa,
y cada recuerdo tropieza conmigo,
son muchos los que me llevan a ti,
aquellas palabras, versos u oración,
aquellas tarjetas, siluetas o canción.

Mirada que vaga entre ramas de un árbol,
entre las huellas de mis pisadas,
en los caminos de hormigas de tierra,
en los saltos de niños que juegan,
en la arena que juega en mis dedos,
sobre el mar que se impone ante el sol,
y en los sueños que fueron mi amor.

Hoy un corazón parti'o tengo,
dos pedazos que toman camino
uno de lágrimas y vivir de desafío,
y el otro, a tu lado está contigo.

Rostro de maquillajes,
en la belleza, el blindaje,
con mi dolor lágrimas negras,
en mis mejillas, un llanto queda.



Waldylei Yépez



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010.Lágrimas negras.Colección Cofre Negro.Waldylei Yépez.docx
30/09/05
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viernes, 16 de septiembre de 2005

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Cosas de la vida

Veo cómo se va la vida,
cada segundo pasa suavemente,
el silencio que habla,
y la noche que brilla.

'Vive el amor ' grita mi corazón,
razona mi mente hablando de un 'no',
fantasea mi alma expresando 'quizás',
y distancias que dicen 'deja ya de soñar'.

Vuela altiva paloma viajera,
lleva consigo mi mensaje reciente,
protesta mi barco queriendo anclar en el puerto,
ocaso en mi mente por un vil 'no se puede'.

Caminas despierta en mi mente dormida,
llegando a mi puerta tocando madera,
cabellos libres como libres alondras,
sentados y juntos en vista de un arte,
arte expuesto en una ventana cercana,
cercana es la piel que toca mi alma.

Entras a mi pensamiento
sin siquiera anticiparte,
vagas entre sueños y anhelos,
en mi necesidad de ti,
y el de tus labios sentir.

Eres río que saciará mi sed
con dulce aroma de flor,
esperas ser descubierta
en la frondosidad de este bosque,
bosque que busco explorar,
y anhelo el amar.

Mía, mía,
mías son tus manos de seda,
las curvas de tu cintura,
la inocente mirada de tus ojos,
la carnosidad de tus labios,
y hasta el aliento de tu vida.

En tu rostro mi boca,
y en tu pecho mi corazón,
en tus manos mi vida,
y en tu piel mi pasión.

Mi lucha incansable,
y tu cuerpo admirable;
dime si acaso tú me amas
pues tú sabes que yo te amé.
¿Por qué no puedo estar donde está usted?

Cada cabeza es un mundo,
cada loco con su tema,
amar como lo hago no es imposible,
imposible es que entiendan a mi loco corazón.

Sufrir por amor y amar con pasión
son cosas de la vida;
reír y llorar, recordar u olvidar,
también lo son.
¿Por qué lo que siento no puede ser amor?
Si el amor es entrega y sacrificio,
verdad y compañerismo;
hoy por hoy camino el camino,
qué difícil a veces lo hace el destino,
pero estas cosas de la vida
valen la pena,
aunque mil veces te causen mil penas.



Waldylei Yépez



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009.Cosas de la vida.Colección Cofre Negro.Waldylei Yépez.docx
16/09/05
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Tu nombre en mayúsculas

Hoy quisiera liberar esas palabras
que tanto he guardado,
no me importa hacer una rima,
y ni siquiera un verso.
He charlado mucho con mi almohada
entre sueños y nunca responde;
confieso que hay instantes
en los cuales busco tu foto
pues me calma cuando triste estoy,
abrazo mi oso de algodón,
y él me cobija, es quien ha estado
cuando nunca te he encontrado.
Dejé la costumbre de llorar por ti
pues en cada cosa vivías,
y el que no estuvieras era mi agonía.
Lo cotidiano se me volvió monótono,
y ya no hay con quién compartir
el chocolate que a tu boca di.

Hoy quise escribir lo más bello del mundo,
en una prosa que dijera mucho,
de hecho la poesía me sale mal,
y sé que no volverás a estar.
Abracé al viejo tiempo
pues sólo él será capaz de entender
lo inmenso del amor que una vez fue;
comprendí que de una ilusión no puedo vivir,
y que liberarte te hará más feliz.
El tenerte en mi mente me hace mal,
y en tu corazón ya no puedo estar;
no merezco tanto daño
cuando mi único pecado fue amarte;
sé que no habrá otro amor como el mío
pues era, sin condición, un torrente al vacío.

Hoy a través de este papel envío un beso,
ése que he guardado todo este tiempo,
el viento me ayudará a colocarlo en tus labios,
verás con los ojos cerrados mi rostro,
y escucharás el silencio
que gritará una última vez mi nombre;
déjame ir, así como yo te libero de mí.

Hoy he guardado en mi cofre esos recuerdos,
desde los sublimes hasta las peleas,
sin dejar de guardar tus promesas,
las fotos y tu grandeza.

Hoy quise escribir lo más valioso
que hasta hoy tuve,
tú, pues eras mío,
quise escribirte y describirte,
mi mayor tesoro, tú,
pero no habían palabras ni versos
ni letras que pudieran escribir mis latidos,
creí que todo estaba perdido
pues qué y cómo podría escribir,
pero encontré una forma de unir todo,
de decir cuánto me importabas,
de cuánto te amé hasta hoy...
entonces ESCRIBÍ TU NOMBRE EN MAYÚSCULAS,
así de importante eras... hasta hoy,
te quiero. Adiós, amor.



Waldylei Yépez



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008.Tu nombre en mayúsculas.Colección Cofre Negro.Waldylei Yépez.docx
16/09/05
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