Un príncipe azul que no fuese mentira
con vestir elegante y corazón de diamante…
creí encontrar el de mi vida,
y me enseñó muchas cosas
entre ellas a llorar...
Estuvo conmigo un tiempo,
luego fui una tormenta.
Sus mentiras convertidas en letras
me derrumban al piso con ira, lágrima y torpeza.
Me pregunto, ¿por qué la mentira?
No le importé, sólo un juego fue.
Antes yo era un cielo azul,
y mira en lo que me convertiste:
una tormenta, así me quisiste.
Nada está bien,
todo fue mentira.
Llueve en mi cama,
llueve en la ducha,
y llueve en mi almohada.
El gemir del silencio,
y en las noches recuerdos.
Ése a quién adoré,
a quién una vez profesé amor verdadero,
me ha clavado un puñal en el pecho,
y herida frente a un huracán me dejó;
él sabía lo que hacía,
y en su inocencia ya no creo.
Ya no me importa más,
¿qué fue lo que pasó?
Mis ilusiones fueron cambiadas,
soy una desconocida entre la gente,
ya no tengo más y no importa lo que piense.
Fui, mucho fui,
ya nada está bien.
Me trago mis lágrimas e inspiración,
mi rostro dice todo;
yo era un cielo azulito,
y ahora estoy rota y en el piso.
Las conversaciones me las guardo,
ya no quiero más nada de él,
me enseñó a ser una tormenta,
y mi mente me atormenta.
Mi dolor es real, ya no puedo más,
me tragaré todo al final,
del azul pasé al gris,
y en una tormenta me convertí.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
008.Tormenta.Colección Mi Alma.Waldylei Yépez.docx
06/12/05 07:23 p.m.
con vestir elegante y corazón de diamante…
creí encontrar el de mi vida,
y me enseñó muchas cosas
entre ellas a llorar...
Estuvo conmigo un tiempo,
luego fui una tormenta.
Sus mentiras convertidas en letras
me derrumban al piso con ira, lágrima y torpeza.
Me pregunto, ¿por qué la mentira?
No le importé, sólo un juego fue.
Antes yo era un cielo azul,
y mira en lo que me convertiste:
una tormenta, así me quisiste.
Nada está bien,
todo fue mentira.
Llueve en mi cama,
llueve en la ducha,
y llueve en mi almohada.
El gemir del silencio,
y en las noches recuerdos.
Ése a quién adoré,
a quién una vez profesé amor verdadero,
me ha clavado un puñal en el pecho,
y herida frente a un huracán me dejó;
él sabía lo que hacía,
y en su inocencia ya no creo.
Ya no me importa más,
¿qué fue lo que pasó?
Mis ilusiones fueron cambiadas,
soy una desconocida entre la gente,
ya no tengo más y no importa lo que piense.
Fui, mucho fui,
ya nada está bien.
Me trago mis lágrimas e inspiración,
mi rostro dice todo;
yo era un cielo azulito,
y ahora estoy rota y en el piso.
Las conversaciones me las guardo,
ya no quiero más nada de él,
me enseñó a ser una tormenta,
y mi mente me atormenta.
Mi dolor es real, ya no puedo más,
me tragaré todo al final,
del azul pasé al gris,
y en una tormenta me convertí.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
008.Tormenta.Colección Mi Alma.Waldylei Yépez.docx
06/12/05 07:23 p.m.
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