Mi vida se ha vuelto una ola de instantes
donde algunos han paralizado ideas y sentimientos;
otros, por el contrario, han dado su apoyo a ellos.
Es un andar y venir de vivencias
colmadas de amores o contiendas.
Bebiendo del conocimiento podrás ver qué te conviene,
y a cada instante y a toda hora serás tú mismo.
No importa que te aceche la oscuridad,
tú conoces la diferencia entre el bien y el mal.
Por eso, sé ese guerrero de luz que busca la verdad y la justicia,
porque no hay fronteras que no puedan ser derribadas.
Conozco la diferencia entre la luz y la sombra,
entre el éxito y el fracaso, entre lo fácil y los obstáculos.
Hoy más que nunca reafirmo mi perspectiva
pues ya no tengo que demostrar quién soy,
porque ya soy más de lo que los demás esperan.
No permitiré que nada derrumbe mis sueños
porque he luchado mucho para mantenerlos.
Me tumbaron una vez, pero no volverá a pasar
pues yo decido hasta dónde llego,
y mi límite es el cielo.
De frente al horizonte,
y con paso firme sobre la tierra.
Así sin modelo a seguir,
seguiré camino al porvenir.
Porque nadie más cobarde que quién se deja vencer;
fui cobarde, pero eso fue ayer.
Ya no siento vergüenza al decir que mucho amo,
ni del vacío que me dejó algún adiós
porque amé sin límites ni restricciones.
No me da vergüenza decir: te amo, te quiero, perdóname…
Palabras difíciles de pronunciar en su momento,
pero ahora las digo y las mantengo
sobre la tierra, frente al sol y contra el viento.
Ésta es mi nueva perspectiva,
de ahora en adelante la mirada hacia el frente.
Atrás no hay nada que buscar;
lo aprendido, aprendido está.
Quién soy está aquí y ahora
en la lucha por la meta que más añora.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
009.Mi perspectiva.Colección Andanzas 2006.Waldylei Yépez.docx
12/02/06 12:40 a.m.
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