Hace tantas lunas que no sé de ti que creo poco me recuerdas ya, si es que aún lo haces. Te conocí en una conversación donde estuvimos con quien nos presentó. Recuerdo que el tiempo parecía tener prisa, pero yo no. Quería quedarme allí y hablar de todo. Inmediatamente sentí magnetismo, y preví cuán importante serías para mí. Lo que no esperaba era que tu nombre durmiera en mi pecho cada noche, y tu presencia caminase sobre mis huellas.
Alguna vez visitamos el mar, y la luna nos arropó con su luz mientras cada uno prometía nunca alejarse. Pero te fuiste, y aún a esta hora yo te espero porque no hay forma de olvidarte, ni de sacarte de mi respiración pues dentro de mí llevo tu aliento.
Veo pasar la luz y la sombra; el agua y el hielo; el transitar de las hojas en la carretera; todo se va, pero tú no. A veces deseo con toda mi fuerza no saber más nada de ti porque quiero alejarme, pero no puedo.
Ya no existe un tiempo anterior a ti, porque el inicio de mi vida fue cuando te conocí. Sonará raro esto, pero ya no me recuerdo… porque antes sabía quién era al mirarme en tus ojos, y eso no lo hago desde hace mucho. Me olvidé de mí, pero no me olvido de ti. En cambio tú… tú te olvidaste de mí esa misma noche de abril. La noche cuando fue tu partir, y empezó mi sufrir.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
027.Ya no me recuerdo.Colección Andanzas 2006.Waldylei Yépez.docx
25/03/06 11:38 p.m.
0 comentarios:
Publicar un comentario