lunes, 31 de julio de 2006

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Sinceramente... ¡Bien!

Ya me ves, aquí estoy
caminando a paso firme por el mundo,
a paso firme y decidido
porque quien fui ayer, ya hoy se ha ido.
Caminaba por la playa
cuando me tope con un diamante,
lo miré y tenía tu nombre,
pero luna me hizo llamarle.
Durante mucho me acompañó en el camino,
y con eso sólo me hizo llorar,
sólo eso hiciste en mi vida
que sienta tristeza y una gran desdicha.
Mis recuerdos hacia atrás se fueron,
volvieron hacia las noches que dije: te quiero.
Luego miré hacia el frente,
hacia el horizonte azul de mi mente
desde ahí te vi llegar
de la mano de mi mejor amiga, o así se hacía llamar.
Con tu sonrisa vienes y me preguntas: –¿Cómo estás?
Esa careta le queda muy bien al payaso,
y la locura le queda muy bien al amor,
pero ni mis lágrimas de odio mereces
pues más que la nada no eres.
Tan mísero que nada tienes para ofrecer,
ni tu sonrisa va prevalecer.
Pero no vale la pena vivir del ayer,
no tiene caso vivir con rencor.
Tu recuerdo se ha desvanecido…
puedes continuar tu camino.
Siga ahogado en su soledad,
vaya y muestre lo que usted llama felicidad.
Hoy me libro de sus cadenas,
y para terminar de sellar mi nunca más
le regalo mi sonrisa, ésa que nunca tendrá.
–¿Cómo estás?
–Sinceramente… ¡Bien!,
pero en realidad…
ya no recuerdo quién es.



Waldylei Yépez



Datos del archivo:

002.Sinceramente... Bien.Colección Mi respuesta.Waldylei Yépez.docx
31/07/06 08:36 p.m.

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Brizna

El más grande tesoro y misterio que existe es el amor. Tesoro porque es muy difícil de conseguirlo, y misterio porque nadie sabe cómo actúa ni dónde se encuentra. Lo que sí sabemos es que aparece como de la nada, y provoca grandes cambios en nosotros y en nuestro entorno. Algunos piensan que es un juego, en sentido figurado y literal de la palabra.

El amor además tiene dos formas de manifestarse. Por un lado existe el amor que es irrompible, y por otro aquel que es mucho más débil y que sí puede romperse. A este último, le vamos a llamar la Brizna del Amor. ¿Cuántas veces nos ha hecho llorar? ¿Cuántos de nosotros nos hemos decepcionado del amor creyendo que es esa brizna?

En el mundo grandes edificios se han construido, y también han sido derrumbados para construir nuevos. Si comparamos esto con la brizna podemos ver que hay parejas que deshacen la unión, y forman una nueva; quizás les vaya mucho mejor, o quizás se lamenten porque los cimientos no tienen la misma calidad de la primera relación.

Si seguimos hablando de la construcción una buena apariencia es importante, pero esto no constituye una garantía de que lo construido servirá por muchísimo tiempo. La garantía la da asegurarse de que todos los elementos sean buenos, y que se haga un buen trabajo. Con las personas no es muy distinto, lo verdaderamente importante no es cómo sea una apariencia porque eso no garantiza nada, sino cuáles son los cimientos de esas personas, de su forma de ser.

¿Y qué pasa con los edificios que son sumamente importantes? Por supuesto estos no son destruidos. Si existe algún problema con ellos, la decisión siempre será restaurarlos. Desde este punto de vista, no se trata de cambiar lo que son, sino al contrario mantenerlos lo más apegado a su original. Adaptarlos de alguna forma que permita preservarlos. El amor real también tiende a ser adaptable, porque no es cuestión de cambiar a la pareja sino de acompasarse con ella. Valorar los esfuerzos, sentimientos, virtudes y tolerar los defectos.

El Amor y su Brizna se pueden separar en definición, pero lo que es realmente difícil es constatar cuál tenemos al frente. Lo cierto es que su verdadero nombre saldrá a la luz tarde o temprano.

Ayer me tope con la brizna, y me acompañó un rato en mi sendero. Hoy sólo quiero encontrarme al amor para que me lleve por el camino que la brizna sólo me mostró.



Waldylei Yépez



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001.Brizna.Colección Mi respuesta.Waldylei Yépez.docx
31/07/06 04:53 p.m.

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