036. El Amor... El Magno Poder. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc
¿Alguna vez has escuchado la frase: “Se acabó el amor”? Es fácil asimilar lo que se quiere expresar con ella porque desafortunadamente se ha vuelto cotidiana, entonces la interpretamos en el sentido en que se pronunció. Sin embargo, ¿Esto será posible? Para ello te invito a preguntarte primero si el amor es algo “tangible”, si es algo que se puede “medir” o si se puede usar en él algún sistema de medida, si pesa tantos kilos o si hablamos de metros o kilómetros. Me digo que si pesa muchos kilos el amor puede catalogarse como “pesado” ¿no?, o si mide kilómetros ¿eso querrá decir que si recorro esos kilómetros al final ya no tendré amor? Cualquiera sea el caso, tendría un principio y un final predeterminado desde su comienzo.
Les pregunto a todas las personas que aman o han amado si ese sentir puede ser expresado a cabalidad con palabras, si se puede describir y si pueden saber hasta “dónde” llega su amor o “cuánto” mide. No he encontrado a nadie que responda eso, ¿Usted podría?
Hasta este momento, todo lo que tiene que ver con emociones y sentimientos no pueden ser medidos porque no son algo “tangible”, mucho menos el amor para el cual se dice: “Las palabras sobran”. El centro de todo este preámbulo reside en que el Amor está muy por fuera de todo razonamiento mental, por tanto con él no pueden ser usadas técnicas de medición alguna lo que nos lleva a que el amor “no puede acabarse”, más esto no quiere decir que el mismo no pueda ser -transformado-.
El Amor es energía pura en movimiento, por tanto no tiene inicio y no tiene fin simplemente se transforma. Pero si esto es así, ¿Dónde estuvo -eso- que ahora siento antes de que “naciera”? Todo el Amor que has sentido ha “nacido” dentro de ti, en realidad ha estado todo el tiempo allí es sólo que ahora lo has expresado y gracias a eso has generado más y más amor, gracias a la generosidad de ese sentimiento.
El Kybalión expresa que el amor y el odio son los polos de una misma cosa, distintos grados. Para entender esto debemos imaginar un termómetro, donde arriba y en mayor grado reside el amor y hacia abajo el odio tendiendo a lo frío. ¿Se podría decir que a nivel medio puede estar la indiferencia? Puede ser…
Ahora, nuestro cometido no es profundizar sobre las distintas ideologías respecto al amor, sino enfatizar que el mismo está muy por fuera de ser “medido” y que para entenderlo no puedes usar el razonamiento mental, así de simple.
Después de toda esta importantísima introducción, vamos a referirnos al tema central que nos trae hasta aquí, el hecho de que hay personas que creen que no pueden compartir su amor con más nadie porque puede “acabarse”.
¿Alguna vez has escuchado la frase: “Se acabó el amor”? Es fácil asimilar lo que se quiere expresar con ella porque desafortunadamente se ha vuelto cotidiana, entonces la interpretamos en el sentido en que se pronunció. Sin embargo, ¿Esto será posible? Para ello te invito a preguntarte primero si el amor es algo “tangible”, si es algo que se puede “medir” o si se puede usar en él algún sistema de medida, si pesa tantos kilos o si hablamos de metros o kilómetros. Me digo que si pesa muchos kilos el amor puede catalogarse como “pesado” ¿no?, o si mide kilómetros ¿eso querrá decir que si recorro esos kilómetros al final ya no tendré amor? Cualquiera sea el caso, tendría un principio y un final predeterminado desde su comienzo.
Les pregunto a todas las personas que aman o han amado si ese sentir puede ser expresado a cabalidad con palabras, si se puede describir y si pueden saber hasta “dónde” llega su amor o “cuánto” mide. No he encontrado a nadie que responda eso, ¿Usted podría?
Hasta este momento, todo lo que tiene que ver con emociones y sentimientos no pueden ser medidos porque no son algo “tangible”, mucho menos el amor para el cual se dice: “Las palabras sobran”. El centro de todo este preámbulo reside en que el Amor está muy por fuera de todo razonamiento mental, por tanto con él no pueden ser usadas técnicas de medición alguna lo que nos lleva a que el amor “no puede acabarse”, más esto no quiere decir que el mismo no pueda ser -transformado-.
El Amor es energía pura en movimiento, por tanto no tiene inicio y no tiene fin simplemente se transforma. Pero si esto es así, ¿Dónde estuvo -eso- que ahora siento antes de que “naciera”? Todo el Amor que has sentido ha “nacido” dentro de ti, en realidad ha estado todo el tiempo allí es sólo que ahora lo has expresado y gracias a eso has generado más y más amor, gracias a la generosidad de ese sentimiento.
El Kybalión expresa que el amor y el odio son los polos de una misma cosa, distintos grados. Para entender esto debemos imaginar un termómetro, donde arriba y en mayor grado reside el amor y hacia abajo el odio tendiendo a lo frío. ¿Se podría decir que a nivel medio puede estar la indiferencia? Puede ser…
Ahora, nuestro cometido no es profundizar sobre las distintas ideologías respecto al amor, sino enfatizar que el mismo está muy por fuera de ser “medido” y que para entenderlo no puedes usar el razonamiento mental, así de simple.
Después de toda esta importantísima introducción, vamos a referirnos al tema central que nos trae hasta aquí, el hecho de que hay personas que creen que no pueden compartir su amor con más nadie porque puede “acabarse”.
Tu Corazón es el Templo donde reside el Ser, este último es algo que va mucho más allá, Eres Tú en Pleno. Saint Germain expresa que: “Amar es igual a Ser”, por tanto, cuando Amas estás siendo tu mismo a plenitud. Todo eso maravilloso que conlleva ese sentir majestuoso eres tú mismo, la manifestación de lo que Eres a cabalidad, la expresión de la Divina Individualización pues Eres y seguirás siendo un Rayo de Luz nacido del Amor Absoluto. Anclado en tu Corazón yace el Amor, absolutamente todo el Amor, que eres capaz de expresar y te aseguro que esa Fuente no puede secarse y del cual no puedes apartarte, ni te puede ser quitado, porque ese Amor Eres Tú Mismo. Allí en tu Corazón habita El Magno Poder, el que todo lo puede y el que todo lo da… El Amor Absoluto en su manifestación individualizada.
Por tanto, no temas al pensar que tu amor “puede acabarse” si lo compartes con otra persona. Si amas a tu pareja también puedes amar a tus padres sin necesidad de sentir que “le quitas a uno para darle al otro”, o en ese otro caso en que se cree que no se puede pensar en otro hijo porque el que ya existe “debe tener todo el amor”, o quizás en el caso de los padres que abandonan a sus hijos porque prefieren concentrar todo el afecto en su nueva pareja. El Amor no puede ser medido, por tanto no es aplicable la frase de “quitarle a uno para darle al otro” porque no estamos hablando de un pedazo de pan, por ejemplo. Si das mucho amor a tu pareja, puedes darles mucho amor a tus padres y eso no implicará que se acabe.
Si de verdad crees que el amor se acaba probablemente así será, no porque el Amor tenga alguna limitante sino porque tú mismo a través de tu razonamiento mental has limitado a tu propio corazón, te has limitado a ti mismo. Tu Amor es lo más maravilloso que pueda existir, pero cuando piensas de esta manera estás comparando tu corazón con un kilo de azúcar, por ejemplo. Un kilo de azúcar puede endulzar muchas cosas, puede ser utilísimo al paso del día pero siempre vas a medir lo que usas, lo que das, cucharadita por cucharadita, porque es bueno pero se puede acabar, por eso lo “racionas”. Un kilo como este tiene principio y final predeterminado, porque cucharada tras cucharada el azúcar se acaba. Sin embargo, tú amor no es un kilo, ni varios kilos ni mide metros o kilómetros. Si midiera kilómetros, vamos a poner que sean mil kilómetros, quiere decir que tu amor abarca mil kilómetros pero ¿qué sucede cuando alguien especial para ti sale de viaje? ¿Dejarás de quererlo porque ha salido -del rango- de acción de tu amor? El que ama inmediatamente dice: “¡No! ¡Que salga de viaje no quiere decir que dejaré de amarle!”. Esto ratifica que tampoco se puede usar ese sistema de medida.
Te pregunto una cosa siguiendo con la idea del kilo de azúcar, ¿Qué pasará cuando se acabe? Porque por más que lo raciones, se va acabar pues eso es lo que pasa con las cosas tangibles ¿o no? Piensa en ello. ¿No es mejor dejar de pensar que tu amor es “un kilo de azúcar” y convertirlo en “una despensa de dulzura”? La verdadera dulzura no depende de algo tangible y medible como el azúcar o la miel, es algo que va mucho más allá, pero lo comparamos con estas dos cosas que endulzan porque nuestra mente racional necesita una explicación. Pero el Amor no necesita explicación, no necesita medida y mucho menos necesita que lo limites a través de tu mente. ¿“Que yo siento que mi amor se puede acabar”? Te has dicho por mucho tiempo eso y te lo creíste, no se puede cambiar de parecer de un día para el otro y no tienes por qué cambiar de parecer porque alguien te lo diga, Eres Autónomo y lo que decidas creer entonces créelo pero piensa si lo que crees te beneficia, te hace crecer porque si no es así ¿de qué te sirve creer algo que no te hace ni te hará feliz?
¿Has visto alguna vez un árbol cargado de frutos? Seguramente sí, ¿Qué pasa con esos frutos? Se caen de donde están y se puede disfrutar de ellos. El árbol comparte lo que Es, se carga de frutos y luego los deja ir para posteriormente seguir cargando frutos. ¿Qué pasaría si los árboles no compartieran esos frutos? Se pudrirían sin haber sido aprovechados por nadie, pero los árboles no son egoístas y comparten lo que son con quienes deseen aprovechar lo que ellos Dan. Acaparar el amor propio o acaparar el amor de otra persona es ser egoístas, y ese egoísmo no es una característica del Amor ni del Corazón, viene total y absolutamente de la mente pensante. Acaparar amor puede darte algún grado de felicidad, sin embargo, la Libertad de Amar te dará la Felicidad Plena porque serás Tú Mismo a Plenitud.
Allí Anclado en tu Corazón reside El Amor… El Magno Poder. Atrévete a descubrirlo.
¡Despierta!
18/01/09 04:56 p.m. - 10:08 p.m.
Por tanto, no temas al pensar que tu amor “puede acabarse” si lo compartes con otra persona. Si amas a tu pareja también puedes amar a tus padres sin necesidad de sentir que “le quitas a uno para darle al otro”, o en ese otro caso en que se cree que no se puede pensar en otro hijo porque el que ya existe “debe tener todo el amor”, o quizás en el caso de los padres que abandonan a sus hijos porque prefieren concentrar todo el afecto en su nueva pareja. El Amor no puede ser medido, por tanto no es aplicable la frase de “quitarle a uno para darle al otro” porque no estamos hablando de un pedazo de pan, por ejemplo. Si das mucho amor a tu pareja, puedes darles mucho amor a tus padres y eso no implicará que se acabe.
Si de verdad crees que el amor se acaba probablemente así será, no porque el Amor tenga alguna limitante sino porque tú mismo a través de tu razonamiento mental has limitado a tu propio corazón, te has limitado a ti mismo. Tu Amor es lo más maravilloso que pueda existir, pero cuando piensas de esta manera estás comparando tu corazón con un kilo de azúcar, por ejemplo. Un kilo de azúcar puede endulzar muchas cosas, puede ser utilísimo al paso del día pero siempre vas a medir lo que usas, lo que das, cucharadita por cucharadita, porque es bueno pero se puede acabar, por eso lo “racionas”. Un kilo como este tiene principio y final predeterminado, porque cucharada tras cucharada el azúcar se acaba. Sin embargo, tú amor no es un kilo, ni varios kilos ni mide metros o kilómetros. Si midiera kilómetros, vamos a poner que sean mil kilómetros, quiere decir que tu amor abarca mil kilómetros pero ¿qué sucede cuando alguien especial para ti sale de viaje? ¿Dejarás de quererlo porque ha salido -del rango- de acción de tu amor? El que ama inmediatamente dice: “¡No! ¡Que salga de viaje no quiere decir que dejaré de amarle!”. Esto ratifica que tampoco se puede usar ese sistema de medida.
Te pregunto una cosa siguiendo con la idea del kilo de azúcar, ¿Qué pasará cuando se acabe? Porque por más que lo raciones, se va acabar pues eso es lo que pasa con las cosas tangibles ¿o no? Piensa en ello. ¿No es mejor dejar de pensar que tu amor es “un kilo de azúcar” y convertirlo en “una despensa de dulzura”? La verdadera dulzura no depende de algo tangible y medible como el azúcar o la miel, es algo que va mucho más allá, pero lo comparamos con estas dos cosas que endulzan porque nuestra mente racional necesita una explicación. Pero el Amor no necesita explicación, no necesita medida y mucho menos necesita que lo limites a través de tu mente. ¿“Que yo siento que mi amor se puede acabar”? Te has dicho por mucho tiempo eso y te lo creíste, no se puede cambiar de parecer de un día para el otro y no tienes por qué cambiar de parecer porque alguien te lo diga, Eres Autónomo y lo que decidas creer entonces créelo pero piensa si lo que crees te beneficia, te hace crecer porque si no es así ¿de qué te sirve creer algo que no te hace ni te hará feliz?
¿Has visto alguna vez un árbol cargado de frutos? Seguramente sí, ¿Qué pasa con esos frutos? Se caen de donde están y se puede disfrutar de ellos. El árbol comparte lo que Es, se carga de frutos y luego los deja ir para posteriormente seguir cargando frutos. ¿Qué pasaría si los árboles no compartieran esos frutos? Se pudrirían sin haber sido aprovechados por nadie, pero los árboles no son egoístas y comparten lo que son con quienes deseen aprovechar lo que ellos Dan. Acaparar el amor propio o acaparar el amor de otra persona es ser egoístas, y ese egoísmo no es una característica del Amor ni del Corazón, viene total y absolutamente de la mente pensante. Acaparar amor puede darte algún grado de felicidad, sin embargo, la Libertad de Amar te dará la Felicidad Plena porque serás Tú Mismo a Plenitud.
Allí Anclado en tu Corazón reside El Amor… El Magno Poder. Atrévete a descubrirlo.
¡Despierta!
18/01/09 04:56 p.m. - 10:08 p.m.
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