miércoles, 1 de junio de 2016

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Cuántas lágrimas cuestan mantener un sueño

Fotografía: Waldylei Yépez.

007. Cuántas lágrimas cuestan mantener un sueño. Colección Definiciones. Waldylei Yépez.docx

¿Cuántas lágrimas cuestan mantener un sueño?
¿Cuántos sacrificios y demás?
¿Cuánto hay que aguantar el calvario?
Seguiremos sufriendo, ¿cuántos años?

Porque mantener un sueño fracasado,
ése que llaman revolucionario,
se está llevando la vida de algunos
y dejando mucha hambre… le aseguro.

¿Cuántos niños con cáncer deben morir?
¿Cuántos enfermos crónicos?
¿Cuántos deben aguantar el dolor?
La medicina no se consigue, señor.

Las bolsas de comida no llegan completas.
¿Cómo las madres tienen leche en las tetas?
Los niños mal alimentados… así van creciendo,
toda una generación fracasada en el tiempo.

Poco desarrollo intelectual se podría esperar,
¿en 20 años a quién vamos a culpar?
Los ideales sólo se mantienen cuando hay alimentos,
pregúntele a Maslow y su pirámide, por supuesto.

¿Cómo alimentarse tres semanas con un litro de aceite?
¿Por qué mi bolsa sólo trae mantequilla y leche?
Un kilo de caraotas no me duran pa’l mes,
en vez de pa’lante, vamo’ al revés.

El trueque, eso lo que manda ahora,
¿ya el dinero no sirve? ¡Zozobra!
Esta inflación es un golpe en las bolas;
las madres deprimidas, sufren y lloran.

¿Cuánto cuesta mantener la idea socialista?
¡No sólo sufren los del lado derechista!
La gente no sabe qué podrá comer;
sin harina, arroz ni un pedazo ‘e papel.

Te cambio mayonesa por un kilo de arroz,
o ¿qué es lo que tienes? Yo tengo un Axión.
Jabón pa’ lavar tampoco se encuentra,
¿qué hacer con el violín que viene y acecha?

Hay tantos cambios y todos negativos,
¿cómo creer en ese sueño no cumplido?
Los jóvenes pensando en emigrar de su país,
todos buscan un sitio más feliz.

La fuga constante de talento intelectual,
obligados a buscar otra nacionalidad.
La alegría inmensa al ir al supermercado
donde pueden comprar lo que estaba olvidado.

Extrañando y frustrados al no poder ayudar
a los que se quedan en la precariedad.
La desidia se alza como una potencia.
Todos somos pobres, ya no hay clase media.

Tener que vivir un día a la vez,
ya no se habla de: alimentarse bien.
Hay que engañar como sea a la panza,
comete un plátano en la mañana.

Ve y haz cola a ver si puedes comprar,
que te marquen el brazo como un animal,
estoy de 6000 pa’ comprar un arroz,
“lo siento, pero ya se acabó”.

Tengo un paquete de toallas que cambio por harina,
me voy a la casa de una de mis primas,
pero ella responde que no puede cambiar
porque se queda mañana sin desayunar.

Dicen que los pobres son los que saben compartir,
pero es difícil compartir cuando no hay ni pa’ ti.
En pleno Apocalipsis creo que me encuentro,
pa’ mañana no sé si hay alimento.

Esto no es política es la realidad,
la derecha e izquierda se van a batallar,
a punta de labia engañan a la gente,
ellos no saben de sufrimiento inclemente.

Los pobres son los que sufren en cualquier gobierno,
y la revolución se convierte en un cuento.
Ese cuento que contaron y lograron ganar,
ahora son ricos, y nada más.

¿Cómo alimentarse tres semanas con un litro de aceite?
¿Por qué mi bolsa sólo trae mantequilla y leche?
Un kilo de caraotas no me duran pa’l mes,
en vez de pa’lante, vamo’ al revés.

¿Cuántas lágrimas cuesta mantener el ideal
que después se volverá un mero capital?
La explotación del hombre por el hombre no sólo es por trabajo,
las colas y humillación también son malos tratos.

Esta corrupción nos está despedazando,
vivir en el país ya no es dulce, es muy amargo.
Cada vez estamos mucho más delgados,
más deprimidos, más destrozados.

La frustración ya nos tiene cansados,
ya ni soñar se puede, mi hermano.
¿Cuántas lágrimas me faltan derramar?
¿Cuándo llegaremos a la estabilidad?

La educación también desmejora,
la mediocridad se acrecienta, empeora.
¿Cree que estoy siendo pesimista?
Creo que, en verdad, hemos sido masoquistas.

Yo nunca quise hablar esta verdad,
me la callé, me la callé… pero no podía más.
Hay tanta tristeza en mi corazón,
pero hoy explotó en plena frustración.

¿Cuántas lágrimas cuestan mantener este sueño?
¿Cuánto pasará hasta que se coman a los perros?
¿Estamos en el filo del despeñadero?
¿No se ve cuán difícil se ha estado poniendo?

Yo nunca quise hablar de la verdad,
siempre esperé que lo hicieran los demás.
Pero ya me cansé de tanto, en verdad,
y hoy por mi país hay mucho pa’ llorar…

01/06/16 06:11 p.m. - 06:35 p.m. - 06:43 p.m. - 09:47 p.m.

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