Este 27 de julio de 2016 se celebró el Acto de Grado, en honor a José Humberto Castillo "El Caimán de Sanare", en la Universidad Politécnica Territorial del Estado Lara “Andrés Eloy Blanco” y en dicho encuentro Waldylei Yépez (mención honorífica Magna Cum Laude) fue la encargada de hacer la petición de Conferimiento de Títulos para los Técnicos Superiores Universitarios e Ingenieros. Asimismo, realizó el Discurso de Grado en representación de todos los graduandos.
A continuación se comparte el video y el texto del discurso:
Discurso de Grado
(Discurso Grupo F - 27/07/16 - Waldylei Yépez)
Estimados amigos,
Quizás una de las palabras más importantes de cada día es el decir: “gracias”, porque justamente la gratitud es uno de los gestos que transforman al mundo, que nos transforma a nosotros mismos y que puede hacer la diferencia en la vida de las otras personas. Es por ello que vamos a comenzar diciendo: Bienvenidos y gracias, gracias por estar aquí. Gracias a Dios por todas las bendiciones que nos han permitido lograr nuestros objetivos. Gracias a nuestras autoridades por su arduo trabajo, a nuestra Rectora, nuestro Consejo Directivo, Consejo Académico, al personal administrativo, al personal obrero, a nuestros docentes; en definitiva, a todas las personas que día a día contribuyen en el funcionamiento de nuestra casa de estudios. Sin ellos, no podríamos estar aquí celebrando este maravilloso día.
Gracias a cada uno de los estudiantes y egresados que nos representan y dejan el nombre de nuestra universidad en alto, muy orgullosos de nuestra casa de estudios, de nuestra universidad que es “La universidad del pueblo”. La universidad que garantiza el derecho a una educación universitaria de calidad sin exclusión, que contribuye activamente en el proyecto de país expresado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en las líneas estratégicas del Proyecto Nacional Simón Bolívar.
Gracias a nuestros familiares y amigos que nos han acompañado y brindado todo su apoyo en este sendero, ellos saben bien que a veces el camino no fue fácil pero logramos sortear los obstáculos, y hoy están aquí junto a nosotros celebrando nuestro triunfo.
Compañeros graduandos, hoy culmina una etapa muy importante en nuestras vidas, culmina llena de muchos aprendizajes, de alegría y hasta de cierta nostalgia. Sí culmina, pero para dar paso a un nuevo inicio rumbo a la licenciatura y la ingeniería en el caso de los Técnicos Superiores, y rumbo a una vida laboral en el caso de nuestros Ingenieros que egresan el día de hoy. En los ojos de nuestros padres, de nuestros tíos y abuelos, como así mismo en los de nuestros amigos y compañeros, se puede ver la felicidad y el orgullo de vernos culminar esta etapa. A ellos les decimos muchas gracias por sus palabras, sus gestos y su apoyo que fueron un enorme aliciente para seguir adelante, sobre todo en los momentos más difíciles.
Con alegría y orgullo, recibimos el título profesional con la clara convicción de contribuir con nuestro esfuerzo, trabajo y dedicación en la construcción de nuestro proyecto de país, de nuestro país que nos necesita hoy más que nunca. Siendo niños se nos dijo y repitió en muchas ocasiones que éramos el futuro del país, hoy se nos recuerda que somos el presente y que con nuestro trabajo en conjunto mantendremos en alto no sólo el nombre de nuestra universidad sino también en el de nuestra nación.
Aún hay mucho que hacer, mucho que rescatar y mucho que preservar en todos los ámbitos incluido el cultural. Hay mucho todavía que soñar, imaginar y como lo haría el gran “Caimán de Sanare” hay mucho cuento que contar pero sobre todo mucho cuento que escribir. José Humberto Castillo, honor a quien honor merece, fue un hombre humilde que dio incluso lo que no tenía, vivió en la pobreza y fue capaz de quitarse el pan de la boca con tal de que sus gaticos, pajaritos y perritos tuvieran algo que comer; hizo reír, cantar y bailar a los más pequeños y a los grandes, lo dio todo y aún hoy estamos en deuda con él. Allí debe estar en el cielo echando cuentos con nuestro Andrés Eloy Blanco, seguro éste también está recitando el Giraluna o hablando de la Hilandera. Gracias “Caimán” por todo lo que nos diste y lo que nos dejaste, hoy conmemoramos tu ausencia pero celebramos tu presencia.
A nuestras autoridades, profesores, familiares y amigos, nuevamente muchas gracias por estar aquí, gracias por su apoyo y gracias por creer en nosotros.
Dios nos bendiga a todos.
Muchas gracias.
¡Muchas felicidades Waldylei! Y que vengan muchísimos éxitos más.
Red DkX
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