sábado, 28 de marzo de 2020

, ,

Carta a un amor no correspondido



Esta carta no es para nadie. Bueno sí es, pero jamás la va recibir. Esta carta quizás es muy cursi, pero es la única forma que encuentro para desahogar las palabras que no se pueden decir.

Me he enamorado… me he enamorado de un loco de las artes. De un hombre tan inteligente, tan buen hijo, y tal vez – algún día – tan buen padre. Me he enamorado de un hombre que se propone aprender tanto, que sería capaz de resolver casi cualquier cosa.

El problema es que éste es un amor no correspondido. Él no me ama como yo podría hacerlo. No me quiere hablar de sí mismo, de sus más secretas ilusiones, ni de lo que hay en el fondo de su corazón. Él tan sólo quiere mostrarme su cuerpo, y me va pedir que le muestre el mío apenas tenga la confianza de hacerlo.

Advertí que ésta sería una carta muy cursi, pero no me importa. He decidido abrir mi corazón y decir lo que pienso. Y yo pienso que el cuerpo no es lo primero que le ves a la persona por la cual sabes que puedes sentir cosas muy profundas. Eventualmente lo verás, lo tocarás, y entregarás el tuyo… pero no es lo primero. Cuando quieres algo realmente profundo con alguien, todo empieza con una conexión mental y emocional, luego viene lo físico. La equilibrada combinación de los elementos es lo que hace que una relación personal llegue a ser significativa, y eso es lo que yo busco: una relación significativa… pero que no encontraré con él.

No quiero ser malinterpretada. No estoy diciendo que él sea un “mal hombre”, o que yo sea una “víctima” porque no me ama como yo hubiese querido. Sólo estoy diciendo que buscamos cosas distintas en el otro, cosas que ninguno de los dos tiene para dar, y que hace que este intento de ilusión esté condenado al fracaso.

Lo siento, mi amor… Sí, “mi amor” porque aunque este sentir sea apenas una semilla, ya está dentro de mi pecho. No soy lo que buscas ni lo que esperas, y tú tampoco eres lo que yo quería, pero eso no me impide extrañarte cada vez más porque no estás presente. A diario te echo de menos, y me pregunto si estarás pensando en mí, si tú me extrañarás como yo. Sé que no, pero a veces  – y sólo a veces – me gusta pensar que sí.

Quiero soñar, soñar que eres el hombre que yo quiero ver. Sé que sufriré porque sólo será un sueño, pero son tantas mis ganas de amarte, es tanta la ilusión que ya siento que, al menos, quiero soñarte como el hombre que yo quería. Como el hombre que jamás serás, pero por un instante te quiero soñar.

Y después de soñarte, tomaré un momento para despedirme de ti, de la ilusión que has sembrado en mí. Te extrañaré a diario. Te amaré a diario, aunque sólo sea en medio de esta distancia que nos separa. Aunque sea en medio de estas emociones tan distintas que cada uno lleva en el alma. Aunque sea en medio del todo, pero más cerca de la nada.



Waldylei Yépez



Datos del archivo:

005. Carta a un amor no correspondido. Colección Séptima Región. Waldylei Yépez.docx
29/02/20 06:05 p.m.
28/03/20 05:52 p.m.



Fuente Imagen: Google.
Continuar leyendo Carta a un amor no correspondido