Mirándome a mí misma he de confesar que me convertí en lo que no quería aunque sí lo quisiera. Me diría que aquello que una vez quise, ya no lo quiero. Pero, ¿cómo puedes echar atrás lo que conseguiste o lo que lograste? Aquellos viejos sueños que logré y que significaban algo en el pasado, ya no significan nada en el presente… o, peor aún, duelen en el presente.
Es cierto, construí en el pasado algo que me hace daño hoy, y ahora ¿cómo lo deshago? ¿Cómo lo soluciono? ¿Cómo me desdigo?
Todo ha cambiado tanto. Yo he cambiado tanto. Añoro la oportunidad de ser yo, pero no el yo que construí sino mi yo real. El yo que no quiere seguir siendo lo que he sido. El yo que no quiere seguir convenciéndote de que soy como crees que soy.
Esta construcción de mí misma ya pesa mucho. Esta construcción de la persona que creí les agradaría ver y conocer. Pensé que era "correcto" actuar de tal o cual forma. Que era "adecuado", pero no soy eso. No soy de la forma en que crees que soy, ni siquiera me agrada el trabajo que hago o las relaciones que llevo.
Me ha salido muy caro el yo irreal que construí. He logrado metas que realmente no quería, he gastado tanta energía logrando sueños que no me hacen feliz, aguantando maltratos que me hacen sufrir, callando para no herir, no actuando por temor a las consecuencias.
Me miro a mí misma y reconozco mi yo real, ése que no calza en mi entorno inmediato. Ése que calla para no tocar la imagen irreal que proyecto. El yo real que odia el trabajo que tengo y el aguante en el tiempo. El yo que grita y que no deja de llorar. El yo que calla, pero que algún día… es seguro que va estallar.
Waldylei Yépez
Datos del archivo:
001.Mi yo real.Colección Resignificando.Waldylei Yépez.docx
12/06/22 21:07
28/11/22 18:39 - 18:52
Fuente Imagen: Google.
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