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domingo, 6 de febrero de 2005

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El Poder del Adiós

Es un día despejado y un poco lluvioso. Esta mañana te levantaste con más ánimo que nunca, lavaste muy bien tu cara, cepillaste tus cabellos, acomodaste las cosas que debías llevarte, comiste un desayuno que degustaste muy bien, y tu entusiasmo era envidiable; aún me pregunto qué te tenía con tan buen humor, no lo sé pero fue agradable verte así.

Me agrada tanto ver esa sonrisa en tu cara, la misma que hace que tu rostro brille intensamente y que me da muchas ganas de trabajar, me impulsa a buscar nuevas metas, a ser mejor persona, no sabes el tamaño de lección que me dejas cuando te veo, tú que siempre demuestras cariño, bondad, ternura y amor hacia los que estamos a tu alrededor. Día a día eres mi modelo a seguir, tengo mucha admiración hacia ti, y los demás también te admiran, ellos agradecen que les apoyes, ayudes y escuches, siempre al pendiente de todo y de todos, tu amor al prójimo es infinito, todo los días haces regalos a las personas porque les das tu sonrisa y les confortas con un abrazo que han necesitado. Eres una persona sencilla, humilde, amable, buena, amigable, responsable... simplemente una gran persona.

Ya debes irte y como siempre te despides de una manera muy cordial, con un abrazo muy afectuoso que logra invadirme por completo, y un "hasta mañana" que me indica que también será un gran día porque estarás aquí para saludarme y darme valor con un motivo o razón más para vivir esta vida, porque aunque el mundo sea a veces muy trágico, lleno de tristezas y un montón de cosas malas que a veces uno quisiera echar a la basura, no quiero dejar de vivirla porque hay cosas muy lindas que deseo seguir admirando, entre ellos a ti.

Todos los días prendo una velita a mi Dios, le ruego que te cuide y siempre muestre el camino que debes seguir, sé que en todo momento Él me ha escuchado. A veces me desvelo esperando tu llegada, me preocupo mucho por ti y tu bienestar. Me gustaría tenerte aquí ahora, para darte un gran abrazo, o más bien para que me abraces tú a mí porque de verdad lo necesito en este instante. ¿Por qué me dejaste? ¿Por qué te fuiste? Ahora que más te necesito no estás aquí. Anhelo poder tener esa alegría que tú tienes, irradiar amor a quien esté a mi lado, ser como eres. Te extraño mucho, este sitio no es igual si tú no estás en él, hasta las flores pierden su brillo y el silencio invade sin piedad todo el lugar.

Si tuviera una oportunidad de cambiar el tiempo... sé que hay muchas cosas que debieron ser como fueron, como la vez esa que estrelle mi cara contra una torta de cumpleaños, cuando ocurrió un desamor que me hirió o cuando sufrí por un error cometido, esas son cosas que debieron pasar, pero hay algo que me gustaría cambiar... curioso destino que me separa de ti, a pesar del tiempo yo te sigo queriendo porque eres parte de mí, quiero decirte que yo te recuerdo... ¿Por qué te fuiste ese día? ¿Por qué me abandonaste? A pesar de todo, y donde quiera que estés, te deseo lo mejor y muchos éxitos en tu vida, recuerda seguir siempre adelante, en tanto a mí, seguiré esperando ese "hasta mañana" el resto de mi vida.

Fuiste mi amigo (a), mi amor y mi guía...

No puedo describir el dolor sufrido,
la dicha y la alegría se han ido,
mis manos tiemblan de impotencia,
pero por mi familia debo tener resistencia.

Esa noche triste que nos separó
quise abrazarte pero ya no había amor,
lloré por ti algunos días,
no tenía ni un minuto de alegría.

Nunca te he olvidado
simplemente me he resignado,
ahora estás en otro lugar
junto a tu nuevo amar.

Vivo, así estarás
porque en mi corazón vivirás,
el día a día pasará
y tu recuerdo permanecerá.

Cuánto me hubiese gustado despedirme,
aunque quizás no hubiese dejado irte,
pero por lo menos el decirte
el tamaño de falta que haces al despedirte.



Waldylei Yépez



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006.El Poder del Adiós.Colección Acuarium.Waldylei Yépez.docx
06/02/05
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jueves, 6 de mayo de 2004

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Dame la mano

Sé que son muchas las cosas que te agobian, que a veces sientes que caes por un precipicio, que algunos te dan la espalda y quizás hasta te traicionan, que los obstáculos son cada vez más numerosos y fuertes.

El mundo parece ser duro contigo, pone pruebas que no deseas, también son muchas las tristezas, las lágrimas derramadas, el dolor por perder a alguien, un corazón destrozado por un desamor, las necesidades y más problemas.

La soledad es la que se acuerda de ti en esos días, te sientes solo, crees estarlo, que quizás nadie puede entender tu situación, que nadie más que tú sabes por lo que pasas porque ninguno de ellos están en tus zapatos.

Momentos como esos y más son los que hacen que nuestro ánimo y espíritu se sientan derrumbados, el no saber qué hacer, las tristezas, depresiones, el no creer, el muro de ladrillos que no deja que veas la luz del mañana, que hace que prefieras estar solo porque según nadie puede entenderte.

Impotencia que se presenta, el querer dar un paso hacia adelante y terminas con tres hacia atrás, que mal se siente eso ¿no? Cuando fallas comienzas a decirte: ¡Fue mi culpa! ¡Lo hice mal! Son instantes en que te enfocas más hacia tus debilidades, y si te agarras de una de ellas pues terminas por caer.

Yo he pasado por momentos difíciles, unos con menos importancia que otros, ante ellos pensé que eran grandísimos, ahora que les veo apenas son migajas de inconvenientes, pero qué grandes se veían en ese momento. Muchas veces me preocupé de más, pensaba: ¡Mañana va pasar esto! ¡Y esto y lo otro! Al siguiente día no pasaba nada, ahora que miro hacia atrás me doy cuenta que perdí todo ese tiempo, los invertí en preocupaciones en lugar de fortalezas.

No voy a dejarme caer ahora, después de recorrer toda esta avenida hasta aquí y tanto que me ha costado llegar a este punto, no lo haré; sembraré hoy lo mejor para cosechar lo mismo mañana. Muchas veces recibimos mal el mensaje, creemos que los obstáculos están ahí para empequeñecernos y no es así, puedo decir que su trabajo en realidad es fortalecernos; muchos son realmente fuertes, algunos te provocan llorar quizás, pero la vida es un constante aprendizaje, y ¿saben algo más? Ellos son los responsables de nuestra fuerza y fortaleza frente a la vida, esas situaciones son las más significativas, aquel mal rato que pasamos por un obstáculo nos ha servido el doble, mucho más que precisamente alcanzar la meta porque te mostró que el camino tiene cruces, desvíos, que el pavimento tiene piedras y huecos, y que para evitarlos debes primero estar conscientes de que existen, y para saber que existen debes toparte con ellos, vencerles y luego los demás podrás esquivarlos porque ya estarás atento.

Todo en la vida sucederá por una razón, y será para bien aunque no lo creas; esos malos momentos te servirán o quizás a quienes estén a tu alrededor, todo tiene su razón de ser, nada pasa por casualidad; debes verle el lado más positivo a todo, deja el negativo. Esto no te quitará la carga que debes llevar por los obstáculos, simplemente te la hará más llevadera, porque te hará ver las cosas con más optimismo; sé fuerte, aún queda mucho camino por recorrer, pero recuerda que yo creo en ti y lo haré siempre. Amigo dame la mano y salgamos adelante, si la vida nos hace dar un paso atrás entonces demuéstrale que tú puedes dar tres hacia el frente, el poder de la fe es muy grande, nunca dejes que la esperanza muera porque será ella quien te ayudará día a día; todo lo que te propongas lo alcanzarás, todo se realizará sólo si tú quieres, porque el querer es poder, pero cree con el corazón y trabaja por ello, porque no sólo las palabras bastan, las obras son las que cuentan, no basta con quererlo debes hacerlo, y yo estaré a tu lado para verlo, y nunca te sientas solo porque yo siempre te llevaré de la mano.

Siempre de frente
aunque la tormenta sea fuerte,
yo junto a ti estaré
para hacerles frente.

El poder de la fe que llega a ti
no lo deseches porque será tu fuerte,
muéstrale al mundo que eres valiente
y que sin temor lucharás por siempre.

Hoy es un nuevo día,
te ha regalado un botín de alegría
para que sigas en la lucha de esta travesía,
y para que seas mejor día a día.



Waldylei Yépez



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005.Dame la mano.Colección Acuarium.Waldylei Yépez.docx
06/05/04
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Eres

Sobre una grama verde
me senté a pensar un día,
imaginé tu rostro de repente
y no niego que sonreía.

Eres mi luz de la mañana,
las fuerzas con que lucho día a día,
la razón de mi alegría
y un montón de cosas más.

Pasé por momentos difíciles,
aquellos que prefiero no contar,
de verdad me sentí mal,
ahora es diferente porque estás.

Me hirieron de tal manera
que desconfié del mundo entero,
mi corazón de piedra vistió
y una coraza me protegió.

La pasé mal esos días,
quiero ya olvidar,
porque ni alegría
pude tener en mi mirar.

Poco a poco tu alegría
logró invadirme por completo,
tu cariño y la ternura
me hacen ser quien sigo siendo.

Cada vez que puedo verte
mi corazón late rápidamente,
me encanta contigo conversar
porque logras que sonría sin cesar.

Procura no alejarte de mí,
porque no sabría qué hacer,
la próxima vez que te vea de frente
no sé si me logre contener.

Será difícil tenerte tan cerca,
sin poder resistir,
desde hace mucho quiero mostrarte quien soy
y regalarte mi sentir.

Solos tú y yo,
entre el color de la pasión vivir,
porque eres lo que quiero de este mundo,
sencillamente eres todo para mí.



Waldylei Yépez



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06/05/04
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Quiero ser

Ando entre sueños siempre,
yo sólo quiero tenerte,
en tus ojos simplemente verme
y vivir este hermoso presente.

Quiero tantas cosas
y deseo muchas más,
entre tus sueños me verás,
sin ti no puedo vivir más.

Quiero volar libre como ave,
desde las alturas guiarte
y además secretamente admirarte,
pero lo mejor sería el besarte.

Quiero ser tu alimento día a día,
el agua que sacia tu sed,
el aire que respiras,
el sudor que recorre tu piel.

Quiero ser tu sol y luna,
las estrellas y el lucero,
el árbol y la pradera,
el azul de tu mirar.

Quiero ser tu aliento,
paisaje para tus ojos,
el sueño de tus noches
y un alegre despertar.

Quiero ser la brisa,
las olas en el mar,
tu anhelo más profundo
y tu sombra al caminar.



Waldylei Yépez



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06/05/04
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Una simple forma de vida

Tendido sobre las aguas
mi vida puedo apreciar,
la pantalla del cielo puede mostrar
lo que fue mi travesía y nada más.

Adinerado quizás no fui,
de mi pobreza tampoco huí,
lo material tal vez perdí,
fueron muchas cosas las que viví.

Toda mi vida luché por lo que quería,
muchas de ellas ya las boté
porque habían nuevas cosas que prefería,
pero siempre el poseerte lo deseé.

Nunca te dije lo que sentía
porque tal vez te burlarías,
pero ahora no importaría
si te tuviese cerca un sólo día.

No te ofrecí el cielo azul,
mucho menos el mar y su plenitud;
las estrellas nunca te di,
pero mi corazón sí lo perdí.

Entre tus ojos podía perderme,
miles de años podrías tenerme,
pero la verdad es que no será
y eso mucho me afectará.

Podría decirte frases bonitas,
sacadas de libros de muchas letritas,
pero ésa no es la idea,
te diré lo que mi corazón quiere que veas.

No tengo mil tesoros,
ni soy un rey ni tengo oro,
pero quiero ser amo de tus ojos
y siempre admirar tu tierno rostro.

No visto con prendas muy caras
y ya algunas están rasgadas,
no pretendo ser lo que no soy
sólo entregarte todo mi amor.

Mi vida tiende a ser sencilla,
no decaigo por problemas
porque sé que pasarán,
y que por nuevas metas he de luchar.

Soy feliz con lo que tengo,
aunque no niego que yo pretendo
superarme cada día,
y que me regales un pedazo de tu alegría.

No puedo darte lujos
ni bajarte las estrellas,
sólo te doy lo que soy
y un poco más si tu quisieras.

Esta es mi vida y te la ofrezco,
haz con ella lo que quieras;
si tan sólo pudiera te daría el mundo,
para así contemplarlo aquí muy juntos.

Tengo una vida quizás sencilla,
pero esta vida verá mil millas;
yo por ti podría perderla
pero más bien quiero tenerla.



Waldylei Yépez



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002.Una simple forma de vida.Colección Acuarium.Waldylei Yépez.docx
06/05/04
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domingo, 2 de mayo de 2004

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Piedras en el río

Soy apenas una gota en el río
de tantas que quieren sobresalir,
pero todas unidas contra el frío
debemos siempre seguir.

Habrán muchos caminos en frente
pero debemos ser pacientes,
recuerda que hay obstáculos presentes
y muchos de ellos van a ser fuertes.

Debo ser como esas gotas,
a pesar de tener al frente muchas piedras
logran pasar a un lado o por encima de ellas
sin importar lo grandes que sean ésas.

Una gota no es un río,
pero muchas sí lo serán
si nos unimos y seguimos
todos los obstáculos pasarán.

Piedra, me gustaría ser una de ellas
para no tener que verme caer,
dura por fuera como ésas,
las que se enfrentan a las tormentas.

Quisiera ser más fuerte
para así estar siempre de frente,
y mantenerles de pie siempre
para luchar hasta el fin del presente.

Sé que es injusto todo esto,
luché tanto para que al final
me dijesen que estuvo todo mal
pero siempre creeré en mí en un total.

Recuerda que vamos hacia el mar,
mientras más avanzamos grandes obstáculos vamos a encontrar,
pero ninguno de ellos nos podrá derrumbar
porque con amor e interés vamos a luchar.

Caminos de luz y verdad nos aguardan,
no te dejes caer ahora, no lo hagas,
simplemente es una batalla sin victoria
no des la guerra aún por perdida.

Muchas piedras en el río vas a encontrar
pero no permitas que ninguna te vaya a marchitar
porque recuerda que lo que te propongas alcanzar
con mucho entusiasmo lo vas a lograr.

Nadie dijo que debías llegar de primero,
sólo que debías llegar,
cree en ti porque yo aún lo hago
simplemente esto es un comenzar.

Me desperté un poco desilusionado
pero éste es un nuevo día
volveré a creer y eso me traerá alegría
porque apenas esto ha comenzado.

No te sientas mal si la meta de hoy no fue alcanzada,
alégrate porque tuviste una nueva,
ya que hoy te has propuesto que mañana lograrás lo imposible
porque nada es imposible si tú crees que puedes hacerlo.



Waldylei Yépez



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001.Piedras en el río.Colección Acuarium.Waldylei Yépez.docx
02/05/04

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