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jueves, 19 de julio de 2007

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Mi pequeño viaje

Quizás una de las cosas que hoy en día nos causa gran gratificación es sentarnos a mirar atrás para darnos cuenta cuánto hemos aprendido, los obstáculos que hemos superado, las alegrías encontradas después de un gran esfuerzo. Ver que nuestros problemas pasados, en estos momentos, no representan un inconveniente tan grande como cuando estuvimos enfrentándolos la primera vez.

Supongo que todo se compone de ciclos. Los empezamos y los cerramos, para abrir otros ciclos en nuestra vida.

En mi caso particular, hoy me toca cerrar un ciclo muy importante para darle paso a otro que seguramente será mucho más importante, donde se vendrán más y más retos, pero como se diría por aquí: “¡Yo misma soy!, véngase lo que se tenga que venir que aquí estamos para enfrentarlos”.

Con este ciclo también se cierra la Colección Mi Respuesta, así que “Mi pequeño viaje” resulta ser el último texto de esa colección.

Aprovecho para extender mi agradecimiento a Eduardo Sandoval por ser mi editor, mi guía. Gracias a su paciencia, comentarios y cariño muchos textos tomaron forma pues supo dirigirme y darle sentido a muchas ideas espontáneas.

Sinceramente, ¡Muchas Gracias!


021. Mi pequeño viaje. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

En toda visión, en cada sentimiento o cualquier objeto

siempre podrás encontrar Su Energía allí dentro.

Sí, aquí donde se alzan los más bellos picos de nieve,

acá donde las montañas se apoderan del relieve

y más allá de los ríos, hasta incluir lo que siempre he llamado: mío…

No importa qué pueda tratar de escribir sobre éste u otro paisaje. Nunca podría plasmar la maravilla que representan o lo que hacen sentir. No soy capaz de describir nada, pues comienzo con una idea y termino con otra entre las manos. Quizás lo más acertado sería compararlo con lo que soy a tu lado. Pero ni así. Lo único que puedo considerar cierto es que, en mi Cuerpo Sutil, quedará siempre grabado este pensamiento, sentimiento o visión, los cuales seguramente revivirán en las venas del viento cada vez que añore este instante y cada vez que ansíe volver a verte.

A pesar de todo esto, permíteme intentar mostrarte otras formas. No usemos palabras, ellas jamás te dirían la absoluta verdad. Tampoco creo que mis ojos puedan transmitirte con fidelidad lo que trato de decirte, pues las miradas también tienen su propio lenguaje. Por ahora sólo sígueme, pero no vayas delante ni vayas detrás, debes ir siempre a mí lado, debemos acompasarnos, puesto que no eres ni soy más, somos igual.

Déjame traerte a mi pequeño viaje. Déjate llevar. Confía en mí. Déjame mostrarte que nunca habrá distancias y que me tendrás en tus brazos con sólo quererlo. Yo te enseñaré a verme detrás de la ausencia, delante de la soledad y de lado a la verdad.

Donde quiera que me leas, donde quiera que me pienses: yo estaré allí. Permíteme mostrártelo.

No pienses que habrá alguna interrupción. Tampoco temas, nadie te vigila.

Tus ojos no podrán verme si tu mente no lo permite. Espera, no trates de poner mi imagen en ella, deja que yo surja de la nada. No pienses en la frase: “ojala estuvieras aquí”, es mejor que digas: “que bueno que estás aquí”. No pongas sutiles barreras, yo estoy aquí y soy real y tangible.

Cierra los ojos, por ahora no los necesitarás pues lo esencial se siente aunque no se vea. Ahora sólo escúchame. Sí, estoy a tus espaldas y puedo susurrarte al oído tantas cosas, aunque muchas de ellas ya las sabes. Siente la calidez de mi aliento sobre tu oreja. No pasa nada, déjate llevar.

Siéntete en el pico de la inmensidad. No tengas miedo, no hay forma de que caigas del cielo. Nada podrá arrebatarte el momento. No, aún no digas más.

Deja que la brisa fría se apodere del entorno. De tu piel yo seré un escudo y su capa. Te daré todo el abrigo y la calidez de mi pecho. Siente cómo me adhiero a tu cuerpo.

Por favor, abre tus ojos. No, no pronuncies mi nombre, sólo siente mis dedos que se pasean en tus labios, esos labios que tanto han añorado los míos.

Por Ley, te conviertes en lo que tu mente enfoca, y por ello mismo, siempre vas a dónde se evoca. Cuántas veces te he sentido. Son innumerables las ocasiones que te he pensado. Pero esta vez ha sido diferente, pues has sido tú quien me ha traído hasta ti. Quizás porque me necesitas tanto como yo te he necesitado. Tal vez porque muchas veces me soñaste a tu lado.

Pon tu mano sobre la mía. Puedes sentir mi calor. Y seguramente, puedes sentir mi temblor. Entrelaza mis dedos. Siente el palpitar del silencio.

Sólo puedo quedarme tanto como tú me permitas.

Me gustaría saber si has soñado conmigo. Si abrazando a una almohada has pensado que puedo ser yo. Si enfocando tus ojos a una foto, has acariciado mi rostro. Si has presenciado un atardecer y anhelaste que yo allí este. Si me convertiste en letras para leerme una y otra vez.

Gracias por ser lo que eres. Por ti aprendí a traspasar los duros muros de las distancias y las ausencias.

Eres un sueño que ha vivido para mí, y soy un sueño que ha vivido para ti. No importan los planos, los kilómetros ni el tiempo. No hay espacio cuando lo que manda es la Magna Luz del Corazón, ésa Luz que nunca falla.

Háblame cuando estés durmiendo. Suéñame cuando estés despierto. Abrázame cuando tengas frío. Acaríciame para sentirte mío.

Cuando sólo el silencio sea el que hable, visualízame.

Cuando creas haberme perdido, léeme.

Si crees que soy tu Otra Parte, búscame.

Y cuando me tengas tan cerquita, como ahora, bésame.

Piénsame, para no sentirme sola.

Espérame, ésa será mi razón de lucha.

Quiéreme, ése será mi escudo para nunca dejarme vencer.

Y, por último, Ámame hasta que ya no puedas, y cuando lo hagas me sentiré viva dentro del viaje que representa mi vida. Me sentiré plena. Me sentiré la Mujer más Feliz y Serena, puesto que te amé y me has amado, que te quise y me has querido, que tu corazón se ha encontrado conmigo.

Gracias por ser el acompañante que siempre quise en mi camino, por ser el sueño que se ha convertido en realidad, y aquel instante que me ha hecho sentir viva donde la Princesa se hace Reina, y la Niña se gradúa de Mujer al amanecer.

07/07/07 08:32 p.m. - 09/07/07 05:00 p.m. - 09/07/07 05:28 p.m. - 10/07/07 12:56 p.m.

14/07/07 05:05 p.m. - 14/07/07 05:24 p.m.

15/07/07 12:16 p.m. - 19/07/07 01:45 p.m.

19/07/07 02:00 p.m.
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viernes, 6 de julio de 2007

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No más

020. No más. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

No sé qué pienses en torno a este tema,
quizás discutirlo hasta este de más,
pero necesito desahogar
lo que llevo por dentro y no me deja respirar.
Posiblemente he criticado muchas veces
pero si era a ti, preferí no decir más
para evitarme algún conflicto
y no pelearme contigo.
Pero hoy las cosas han cambiado,
si era tu idea decepcionarme o desilusionarme
… lo has logrado.
Tus crueles actos y palabras,
las criticas descabelladas
han abierto un agujero en mi pecho
y aunque me aguanté tanto tiempo
prefiero decir: ya no más.
Ya no más de tus migajas de cariño,
más ha sido tu daño hecho verbo
que tus buenos tratos conmigo,
más ha sido tu desprecio
que los detalles que has tenido.
A ti parece no importarte nada ni nadie
aunque a veces finges soñar conmigo,
y a pesar de los recuerdos
todo se ha perdido,
y no lo digo con rabia, ni con tristeza
para serte franca, lo digo con alivio.
Ya no temo perderte amor,
o tal vez deba decirte amigo,
quizás sea mejor decirte: desconocido
porque ya no te quiero,
ya no te pienso ni tampoco sueño contigo.
No planeo herirte sinceramente,
pero sabes que detesto fingir
no sé cuántas veces conmigo has fingido,
sólo puedo decir que yo fui real,
cada palabra dicha fue sentida en el alma
y aunque ahora poco valga
quiero decirte que te adoré,
que te quise y de ti me enamoré,
puedes ponerlo en duda
ese será tu problema,
por mi parte no mendigaré más tu amor
porque no me importa, ni vale la pena,
lo que alegra al alma buena
es sentirse querido
y no niego que durante instantes lo fui contigo
pero nada vale aferrarse a lo pasado
cuando ahora te miro a los ojos y no siento nada,
cuando sólo vacío hay donde hubo luz,
donde hay más puñaladas que cuentos de hadas.
No, ya no temo perderte
puedes irte y que tengas suerte.
Amigo, desconocido o como te llames
me alegró conocerte,
no sé qué será de tu vida mañana
sólo puedo recordar que fuiste mi gran amor ayer,
que hoy por mi puerta un extraño pasa
y que ahora se siente tranquila toda mi casa.
Mi mente no se pregunta: ¿Será que le gustará?
simplemente ahora digo: ¡Se ve genial!
no sé por qué siempre necesité tu visto bueno
para cosas que poco te importaban,
supongo que era una especie de respeto
o ligarte de alguna manera a mi mundo y a mis sueños.
Ya no temo tus miradas de rabia
por mí, puedes hacer lo que se te de la gana,
poco importan tus comentarios vanos
lo que importa es que trabajen mis manos.
¿Habré sido muy directa?
¿Acaso seré yo la mala en todo esto?
Mejor es no decir lo que tú me has hecho,
sólo puedo aclarar que mi corazón has maltrecho.
Si te vas o te quedas, a mí me da igual
ya por encima de mí no pasarás,
mis caricias ya no tendrás,
mis detalles, mis te quiero: ya no más.

Ya no temo perderte
porque ya no te pienso,
ya no temo
porque me das igual,
ya no
porque no te extraño
ya no
…porque no te amo…

05/07/07 06:48 p.m.
06/07/07 12:53 p.m.
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lunes, 4 de junio de 2007

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Yo te propongo

019. Yo te propongo. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

A menudo me recuerdas a alguien.

Allí yace en tu forma de expresar, o tal vez en tus ideas. La manera de mirar al mundo y su bullicio, o quizás lo que reflexionas.

Casi parece que sé todo de tu vida, y sin embargo, no conozco ni un detalle de ti.

Pareciera que te comprendo, o quizás que te acompaño y que tú me acompañas.

Siempre me recuerdas a alguien, me recuerdas a mí.

No sé cómo expresarme, pero sé que eso no importa, igual me comprenderás. ¿Cómo lo sé? No podría decirte, no podría explicarte.

Hoy te propongo que veas más allá de lo que conoces.

Porque soy más de lo que los demás ven.

Mírame.

Y Descúbreme.

Yo te propongo que te querré el día de hoy, desde el alba a la aurora. Porque para mí no hay mañanas, ni hay ayer, sólo existe el hoy. YO TE QUIERO HOY.

Yo te propongo mostrarme tal cual soy, y aceptarte tal cual eres. No me importa que te guste el amarillo, o a mí me guste el verde. Me da curiosidad saber que da aquella mezcla. Me da curiosidad saber qué has de pensar, si tan solo es una loca idea o si puede ser verdad.

Yo te propongo escuchar todo cuanto tengas que decir. Háblame de tus virtudes y tus faltas, no te juzgaré. No condenaré tus errores. Porque no quiero que condenes los míos.

Yo te propongo ser el pilar que te sostiene cuando crees derrumbarte. Ser la mano que te libera de la amenaza sombría. Ser el compás que acompaña a tu son. Ser la guardiana de tu corazón, porque tengo tanto para darte y para decirte, mientras tú tienes todo lo que yo quisiera mío.

Yo pudiese proponerte tantas cosas…

Como hacer de esta noche majestuosa.

Quitarme el traje que cubre mi piel, y mostrarte el que cubre mi alma.

Abrir mis puertas y cerrar mis ojos. Conocerte poquito a poco.

Hablarte con suavidad.

Susurrar un: Te Quiero.

Hacerte conocedor de mis más profundos secretos.

Déjame descubrir quién eres mientras descubres quién soy.

Déjame sanar cualquier herida

que pueda haber en tu corazón.

Ven, enamórame.

Ven y descúbreme

mientras me seduces.

26/05/2007 03:19 p.m. 28/05/2007 08:20 p.m. 29/05/2007 02:19 p.m. 04/06/2007 09:41 p.m.
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Migajas de un poeta

018. Migajas de un poeta. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

 A los pies de la majestuosa Cúpula de Constantino, nacía la Plaza de la Piedad. Las calles y paseos adjuntos estaban construidos con piedras grises debidamente talladas. Un monumental Obelisco yacía al centro de una vieja, seca y olvidada fuente. Todo el mundo conocía la plaza por ser la zona de espectáculos callejeros, algo de mercado negro y casa de vagos que dormían sobre los bancos.

Un personaje bastante conocido allí era el chico apodado “El Poeta”, quien rimaba algunos versos en busca de alguna limosna. A veces las conseguía, sin embargo, la mayoría de la gente le gritaba:

« ¡Deja esa tontería de poeta! ¡Vete a trabajar! Bueno para nada…».

Él ni caso les prestaba. Además, se decía que ya tenía un trabajo llevando encargos por la ciudad y que las limosnas solo eran para seguirse ayudando.

 Vivía aquí o allá, era un joven de la calle, pero esto le gustaba pues decía sentirse libre como las aves.

Cierto día, mientras yacía en pleno repertorio en La Piedad, se quedó mudo e inmóvil de golpe. Quienes lo rodeaban se miraron unos a los otros, se preguntaban si aquello formaba parte de la actuación. Entonces el poeta despertó de su letargo y dijo:

 “¡He visto un ángel!”.

Algunos habían mirado en la dirección que aquel chico veía, ante los ojos de esos curiosos se posó la figura delicada de una linda chica. Sus harapos revelaban su humildad y su mirada la inocencia. Tenía más o menos la edad del poeta.

Cuando sus ojos se tocaron ambos quedaron inmóviles. Ella se sonrojó, le sonrió y se retiró. Él estaba pasmado ante aquella presencia, tanto así que no pudo correr tras de ella para averiguar dónde vivía.
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domingo, 29 de abril de 2007

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Mi Maestra y su Discípula

017. Mi Maestra y su Discípula. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

« ¡Yo lo he hecho todo solo, a mí nadie me ha ayudado en nada! ». Alguien gritó.

Di un pequeño brinco de susto al escuchar aquello; el grito me sacó de mi letargo pues venía entretenida pensando… en nada, supongo que simplemente caminaba. Iba por la calle de Las Piedras, rumbo al lugar donde trabajaba, cuando aquel chico salió furioso de su casa. Aunque yo tenía corta edad podía reflexionar con madurez. « ¿Será cierto que podemos hacer algo, a pesar de que absolutamente nadie nunca nos de una mano? ». Y a partir de ése punto del camino, hasta llegar a la casa donde yo limpiaba, pensé en la veracidad de su argumento.

Pero como todo pensamiento es por momento, al arribar a mi destino dejé aquellas reflexiones de lado y me puse a realizar mi cometido.

Mi madre era la que originalmente trabajaba en aquella casa, pero hubo una época que por distintas razones no pudo asistir, en su lugar fui yo voluntariamente para ayudarla a no perder el empleo. La señora Emilia se opuso porque era aún una chiquilla, pero le expliqué la necesidad y mi voluntad de trabajo; no muy convencida me dejó laborar una semana pensando que desertaría, pero para su sorpresa yo regresaba al trabajo siempre.

Ella era una señora adulta muy elegante. Blanca con ojos color café, cabellos cortos dorados y una sonrisa espectacular. Yo pensaba, muy cariñosamente, que ella era mi linda abuelita, pero por supuesto no se lo decía. Tenía dos hijos que no vivían con ella pero que siempre habían estado al pendiente.

La casa tenía una gran biblioteca, llena de muchos libros de distinta índole. Ella le llamaba: “El Baúl del Conocimiento”. Pocas veces yo entraba allí, cuando ella me dejaba y estaba presente; era celosa con sus “reliquias” en letras, decía que todo libro era importante porque de todos se aprendía. Así que los trataba con sumo cuidado.

Un par de años más tarde, vino una joven chica a la casa. Habló con la dueña en el estudio un buen rato. Al despedirse le dijo: Hasta luego Maestra, y se marchó.

« ¿Maestra? » pensé. No sabía que era una maestra, pero debí suponerlo por todo cuanto leía y estudiaba.

Ése mismo día mi madre se reincorporaba a su trabajo, y pues yo tenía que salir de su puesto. Me despedí de la señora Emilia y agradecí el tiempo que me dejó laborar a su lado. Lamentaba aquello, por alguna razón le había tomado cariño a aquella mujer aunque la había contemplado más tiempo en silencio que lo que hablábamos.
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domingo, 22 de abril de 2007

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Alma Gemela

016. Alma Gemela. Mi Respuesta. Waldylei Yépez.doc

En nuestro día a día, vivimos en una constante búsqueda: los mejores libros, conocimientos, senderos, personas,… Y la más ligada al sentimiento: El Alma Gemela, o más conocida como “la media naranja”.

Cuenta la historia que cuando ocurre un eclipse de sol, es porque él encuentra a su par, y que cuando se unen forman el todo. Algunos dicen que los eclipses poco ocurren, pero te digo que todos los días ellos se forman aquí en la tierra, es sólo que los más llamativos se realizan cada tanto tiempo sólo como símbolo y recordatorio.

Se dice que en el principio lo masculino y femenino: era una sola alma, pero que luego se separaron con el fin de que cada uno tuviese la oportunidad de buscar su evolución, pero con la promesa de que algún día se volverían a unir.

Ahora, luego de tantas vidas que tomamos cada día, de eso que algunos otros llamamos vivencias y con el coraje que posee aquel que busca la verdad, tomamos el tren con miras a ése horizonte: unirnos con nuestra otra mitad. Dicen que cuando posees una necesidad, inmediatamente el universo crea la solución junto a ella, por tanto si sientes necesidad, quieres y esperas a tu par: es porque ése par existe en el mundo, puesto que si no existiera no tendrías necesidad de ella, por eso hoy más que nunca siento la fuerte convicción de que estás allí, así como yo estoy aquí para ti.

No quisiera expresarme con estas simples palabras, siento que mereces mucho más. Si te hablo a ti, es porque le hablo a mi alma en ti, por eso quisiese escribir lo mejor y plasmar allí mi corazón, no aquel que reside en lo físico, quiero mostrarte el corazón de mi sentimiento o quizás la parte más pura de mi propia alma, que es también tuya, tu alma en mí. Hemos sido Uno, y seguimos siendo Uno aunque marchemos en cuerpos distintos, tengamos mentes propias y caminemos bajo diferentes cielos.

Yace mi alma al desnudo, sin máscaras ni caretas. No me osaré a prometer lo imposible, sin embargo no dejaré de prometer entregar todo cuanto tengo. No hago alarde de una fuerte retórica pues las palabras no te darán más de lo que yo podría incluso sin ellas.

Me gustaría hablarte de mí. Me gustaría escuchar sobre ti. Pero sobre todo me encantaría esperar a que descubrieras todo cuanto soy, pues soy más que un nombre y tú más que una ilusión.

Te amo aún sin conocer tu rostro; apenas al imaginar el sabor de tus manos y el calor de tu mirada. Me entregaría con ojos cerrados a tu ser. Tomaría de tu aliento un sorbo de vida y de tus brazos la protección.

No quiero toparme con un alma equivocada, no quiero el simple deseo pues este muere al ser satisfecho o al ser olvidado. Quiero toparme contigo, tú mi amada alma gemela. Para poder besar lo sutil de tu ser. Para ser el puerto donde tus sueños puedan anclar, donde las más hermosas flores puedan germinar.

Tengo celos, siento celos al pensar que otra puede estar ocupando mi lugar, que me pueda arrebatar mi otra mitad, que me pueda alejar de mi verdad. No es con celos como quiero amarte, es egoísta ese sentir, además tú eres libre y mi amor no será una cárcel para ti.

Sin embargo, conozco la verdad: aquello que es mío no puede alejárseme ni me puede ser robado; aquello que no es mío, ni lo quiero ni lo necesito.

Por eso sé, que si eres y soy tu mitad nos encontraremos más pronto de lo que pensamos. Por lo pronto, déjame empezar diciendo que te amo…

22/04/2007 09:40 p.m.
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viernes, 30 de marzo de 2007

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Yo Soy

015. Yo Soy. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Hoy es un día maravilloso, porque tú estás aquí.

Este aire que respiro me llena de vitalidad.

Esta brisa que acaricia con ternura mi rostro me hace entender que soy parte de la Madre Naturaleza y ella es parte de mí.

El Sol disipa el frío que hiela mis manos, estas manos que representan el trabajo de cada día.

Hoy soy una nueva persona, no hay dolores del pasado ni temores del futuro.

Este es mi presente, el instante más importante porque yo elijo lo que será y se hará.

Yo Soy Uno con el Todo, y el Todo es Conmigo.

Soy Hijo del Amor Universal.

Soy lo que he decidido Ser.

Soy Alegre.

Soy Próspero.

Soy lo que Soy, Soy el que Soy.

Actúo bajo mi propio criterio. Respeto las libertades de todos y los Amo porque somos Hijos de mi Padre.

Doy Gracias por estar rodeado de todas estas personas maravillosas y únicas.

Doy Gracias por poseer estos alimentos. Doy Gracias por todos mis recursos.

Bendigo a quiénes me rodean. Bendigo a cada Ser del planeta. Bendigo a mi Padre y a mi Madre, mis Hermanos y Familia. Yo Te Bendigo y Me Bendigo.

Hoy es un día maravilloso, tú estás conmigo y yo puedo sentirte.

Puedo sentir tu apoyo, puedo sentir tu mano que me guía, puedo ver con claridad mi sendero.

Padre he aquí tu Hijo, Hijo he ahí tu Padre.

Tú eres parte de Mí y Yo parte de Ti.

Yo Soy La Divina Presencia Individualizada.

Yo Soy Sabiduría.

Yo Soy Firmeza.

Yo Soy Templanza

y Soy Constancia.

Yo Soy Amor primeramente y segundamente.

Soy lo que elijo Ser, y elijo Ser Mejor que ayer.

Obtengo lo que por derecho me corresponde.

Hoy me siento más Feliz.

Hoy mi cura será reír.

Hoy es un día maravilloso, hoy será un día maravilloso…

Así es y así será.

27/03/2007 03:48 p.m. – 30/03/2007 08:20 a.m.

Agradecimientos a Eduardo y Lilian por la revisión preliminar del texto.

Versión en inglés: I Am.
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martes, 27 de marzo de 2007

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¿Me conoces?

012. ¿Me conoces? Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

¿Quién soy? Es la pregunta que te hago. Quizás quieras contestar con un nombre y un número de identificación. - ¿Acaso es tan simple? -. Puedes decir que sabes más sobre mí respondiendo que: tengo tantos hermanos, los nombres de mis padres, la calle donde vivo, el año en que me gradúe, que en algún lugar has anotado mi número telefónico,... Entonces tú me dices: sí, te conozco y sé quién eres. Y luego te vuelvo a preguntar: ¿Y sabes que hay aquí, dentro de mi corazón? Si puedes responderlo, entonces sabré que sí me conoces hasta donde te lo he permitido. A ésa pregunta podrías contestar que es mucho más fácil todavía: que hay sentimientos, emociones, un lugar especial para mi familia y mis amigos, recuerdos de un viejo amor y lo demás como el resto del mundo. Parece una respuesta lógica y suficiente, pero no es lo que yo espero de ti. Cambiaría entonces la conversación y dejaríamos atrás aquellas “tontas” preguntas. Sin embargo, por esto mismo no te he preguntado nada aún, sólo confirmaría lo que he temido, aquella verdad implícita, el hecho de que: aún no me conoces.

¿Acaso no ves que me escondo de todos, pero a ti no niego nada? ¿Que para la gente soy fuerte, pero que ante ti me muestro tal como soy? Y aún así no me ves ni te das cuenta. Ante ti he abierto todas mis puertas y pasas de largo. Te he regalo el trabajo de mis manos, la ilusión de mi mente, el suspiro que se traba en mi pecho y la lágrima que va creciendo aquí dentro… y aún así no me ves, no me conoces.

No te has detenido a ver mi mundo o mi carencia, y mucho menos mi esencia, sólo has tropezado en mi sendero y tal vez no te interese ser el pilar de mis anhelos. No te has detenido a visualizar los tesoros de mi isla pues quizás: no perteneces a la misma. Has seguido la búsqueda de otra tierra. Pero ya no importa, sigue tu camino marinero, ojala tu barco velero desembarque en la isla de tu correspondencia.

Te pregunto una última vez: ¿Me conoces?, y quizás digas: ya no lo sé, pensé que sí pero ya no lo sé, y cuando lo digas quizás te diré: Me mostré sin reservas y con libertad pero no te corresponde descubrir mi verdad, tal vez no es el momento o tú no eres el hombre que espero.

Si tú a mí no me conoces, entonces yo tampoco podré conocerte. ¿Tan pequeña será mi suerte? O se equivocaron mis ojos o lo hizo el corazón, lo cierto en todo esto es que: tú no me quieres como una vez lo hice yo.


En el mundo viven mundos, se sueña mundos y hay mundos que caminan. Lo que hay dentro de toda mujer: es un mundo, una isla aún no descubierta.

Ella se mostrará cuando sea el momento correcto. Pero mientras, puedes hacer como los conquistadores: intentando viajar cautelosamente para descubrirle.

No intentes enumerar lo que puede haber dentro de Ella, pues aún te quedarías corto; no trates de llegar al final del infinito sólo vívelo y vive dentro de lo que se te obsequia. Si es la ruta correcta y eres el conquistador correcto la tierra abrirá de puerta en puerta todos sus secretos, pero si no es así, si no eres cortés en tu búsqueda podrás llegar a la orilla de la playa pero lo más valioso será conservado en las montañas.

Si tan sólo el mundo de la mujer se fusionara con el mundo del conquistador en equilibrio, sin que uno le quite al otro, obtendrían mejor beneficio. Dar sin esperar a cambio, cuando eso pasa el mundo de mujer dará absolutamente todo y el conquistador le retribuirá. Como dice la frase: “Concede y se te concederá”. 

03/03/2007 10:00 p.m. - 27/03/2007 02:21 p.m.
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martes, 20 de febrero de 2007

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El Silencio de una Mujer

011. El Silencio de una Mujer. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Por y para: mi protector.

Hace algún tiempo comprendí qué quería decir la palabra -secreto-. Ése día supe que con ella vive -la agonía-. Vivir en agonía por un secreto es aterrador; amar en secreto muchas veces es común y morir en secreto… es la vida de un infeliz.

 Cierto día iba con mi mejor amiga de paseo. Hablamos de todo aquello de lo que hablan las mejores amigas: de compras, artículos de belleza, descuentos y rebajas, de otras amigas y de chicos. Después de algunas risas sonoras llegó su novio, que es también mi mejor amigo. Es decir, mi mejor amiga es novia de mi mejor amigo. Una situación bastante poco común, por lo general, eres amiga de la chica o del chico, o si conoces a los dos: terminas cediendo hacia uno de los bandos. Sin embargo, no era tan fácil para mí puesto que no podía elegir a uno, siempre debía apoyar a los dos. En las discusiones, es obvio que, yo no estaba presente pero es infinitamente conocido que luego, siempre, se acude con una amiga para desahogar la rabia o la tristeza, y esto era de parte y parte, a la final los dos me buscaban para que les escuchara, te podrás imaginar qué hacía yo cuando me contaban: "Es que él (o ella) tuvo la culpa por esto y esto…" entonces yo les decía (cuando podía) - yo no sé, no sé -. Pero cuando las cosas eran más fuertes me quedaba callada sin hacer nada como una pared, lo que a su vez resulta devastador cuando buscas que te apoyen y qué es lo que pasa: nada, no lo hacen.

Recuerdo que ése día por la tarde fuimos a ver una película, éramos un grupo numeroso puesto que habíamos quedado de acuerdo. Posteriormente, comimos helados y nos fuimos a casa de otro amigo donde compartimos algunas bebidas y bocadillos. Ya había pasado la media noche cuando cada uno se fue retirando a sus respectivas casas. Mi mejor amigo tenía auto y se comprometió a llevarme puesto que no tenía cómo irme, así que nos montamos los tres: mi amiga se sentó adelante con él, como corresponde, y yo en los puesto de atrás. De repente, sacaron a relucir una situación poco grata entre ellos mientras yo guardaba silencio, pero sabía que esto podría llegar a ser un problema realmente. Me sentí fuera de lugar, pensé que si querían discutirlo lo mejor hubiese sido cuando yo no estuviera, pero me di cuenta que por un momento se habían olvidado de ése pequeño detalle: yo estaba ahí, y se formó el problema que ya presentía. Mi silencio se hizo mucho mayor y desvié mi mirada hacia el suelo, sólo pensaba: « ojala lleguemos rápido, quiero salir de aquí ». El paisaje iba rotando por cada ventana, me dispuse a ojear lo que aparecía por el lado izquierdo mientras mantenía mi mente un poco ocupada tarareando alguna canción, entonces presentí una mirada pero aún así seguí con la vista clavada en la ventana. Mi amigo había mirado por su retrovisor y al verme recordó que no estaban solos, debió hacerle alguna seña a mi amiga puesto que cambió su conversación tan rápido que fue demasiado obvio, por suerte ya casi llegábamos. Al bajar me despedí de ellos como si nada, como si no hubiese escuchado nada o como si no hubiese estado allí, les dije que les vería al siguiente día y me despedí.
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jueves, 1 de febrero de 2007

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Antes de que muera la noche

010. Antes de que muera la noche. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

¿Cuál será el mejor momento para amar? ¿Será después del trabajo? No sé. No quiero entrar a discutir sobre teorías, sobre razones ni circunstancias. Sólo tengo mi propia creencia: el mejor momento para amarte es ahora, en este momento.

Yo quiero que la luna y las estrellas me regalen su luz en este instante sin sol, y que ésta: pequeña y tenue, entre por la ventana y nos descubra uno frente al otro, sí, así como estamos ahora mirándonos a los ojos.

Quiero llevarte a un mundo que es invisible y que nadie conoce. Quizás pienses que loca puede parecer mi idea, pero quiero que me acompañes; es un lugar mágico que mi corazón inventó y que mi mente ayuda a mantener, pero quiero que entiendas que puedo tratar de describirla con mil detalles pero no tendrá valor si tu corazón no me sigue.

Déjate llevar, déjame llevarte a donde nadie más puede entrar. Déjame sacarte de ésta realidad en este cuarto, déjame disipar tus pensamientos para que nada distraiga tu atención en mí y en mis palabras. Sólo escúchame, escúchame tan atentamente como lo harías al teléfono. Sé que ahora sólo parezco una ilusión en la noche, pero ¿Acaso una ilusión podría hablarte como yo? No estoy, y aún así estoy. Me voy y aún así me quedo.

Toma mi mano y cierra los ojos, vayamos juntos de paseo. Quiero que comiences a mirar pero sin los ojos, mira desde adentro, mira mientras el latir va creciendo. Mira la hierba y el río que suena. Que lindo es el mar que a lo alto vuela.

Siente la brisa que choca con tu rostro, siente mis palabras en mil y un susurros. Siente cómo caminan en silencio mis dedos y cómo mi aliento llega hasta tu cuello.
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miércoles, 24 de enero de 2007

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Dumbar

013. El Escriba. DUMBAR. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Cada día es una gran aventura en la vida, ya sea porque este llena de pequeñas cosas hasta llegar a las vivencias un poco más arriesgadas. De las virtudes de la misma -varios concordaran conmigo al decir que- el ejercer con placer una profesión es un sueño alcanzado. Muchas de las carreras llegan a ser honoríficas, y en ésta lista contamos con el periodismo sin lugar a dudas. Por otra parte, las aventuras de un corresponsal son innumerables como las de nuestro amigo Jorge Dumbar; nos pasaríamos mucho tiempo hablando de él y su trabajo, pero quien les relata tiene interés en contarles una vivencia muy particular dónde chocan dos sueños, sí, dos sueños.

Nuestro amigo, un joven corresponsal de unos treinta y tantos años, trabajaba para un reconocido periódico de su ciudad. Su espíritu emprendedor -y quizás un poco de ego- lo habían llevado a luchar por obtener reconocimiento, aunque él muy particularmente le llamaba: Respeto a su trabajo. Tenía una muy buena esposa y un par de niños consentidos. Su vida era exitosa si nos ponemos a compararla, pero él sentía que aún no alcanzaba algo realmente “admirable”, quería tener una experiencia nueva en su labor y se postuló como participante de un reportaje especial que se realizaría en el extranjero. Fue seleccionado junto al resto del equipo y partirían en un par de días, no tenían una fecha de regreso pero esto a él no le importó mucho en ése momento.

Al regresar a casa, su rostro poseía un no sé qué de jovialidad; su esposa Ana - que era muy perceptiva como la mayoría de las féminas - lo notó de inmediato y supuso que algo había ocurrido, sin embargo, no quiso decirle nada hasta que él quisiera comentarlo.

El, a la hora de la cena, le dijo con gran orgullo a su familia que iba hacer un reportaje especial en el exterior, que pasaría algún tiempo fuera pero que descuidasen pues les recompensaría con muchos regalos al volver; su esposa quedó atónita, jamás se había imaginado que su esposo se fuese de viaje así nomás, y de paso tan lejos. La alegría se mostró en la cara de los pequeñuelos, obviamente, resultado de haber dicho: muchos regalos al volver, y abrazaron a su buen papá. Pero, lo mismo no ocurrió con su mujer, ella yacía inerte y no mencionó palabra alguna.

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martes, 23 de enero de 2007

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Amor de niña, entrega de mujer

014. Amor de niña, entrega de mujer. Mi respuesta. Waldylei Yépez.DarkisX.doc

Hace un momento recordé mi farol en la plaza, ése mismo que cada luna nos arropó con su luz, ésa luz que me hizo verte de una manera distinta, o mejor dicho: de una manera perfecta.

Retrocedí al instante en el que entregué mi esencia y hasta un poco más, reviviendo momentos sublimes y soñadores. Aún me cautiva el hecho de pensar en ti:

Con tu camisa blanca, zapato elegante y aquel cuello sin corbata. Una mirada radiante de ojos mágicos, sonrisa tierna y manos suaves. Tono sonoro y generosa personalidad, tu semblante apacible y tus actos de caballerosidad.  

Por mi parte, no tenía ni quince años como decía tener, aún estaba en edad para buscar golosinas en la bodega, apenas estrenaba mi rumbo hacia la mujer que muy pronto sería.

Me perdí en tus palabras bonitas alejándome de la casita de muñecas, cuando jugaba con mis compañeras a la hora del té; de las comiquitas de la televisión… Y en lugar de todo eso comencé a soñarte despierta yaciendo en el sillón.

Fuiste el astronauta de las lunas en mi pecho; el sol del universo que llevo dentro; pintor de las pecas nacidas en mi vientre y el amante que he soñado siempre.

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viernes, 24 de noviembre de 2006

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Latidos electrónicos

Latidos electrónicos

Waldylei Yépez

www.darkisx.com

2006


Para ti

Alma enamorada del amor

Especial mención y dedicación a:

Mi Editor Estrella Para Éste Texto:

Eduardo Sandoval

Muchas gracias por las guías y comentarios en la revisión preliminar del texto.

Agradecimiento Especial:

David Rodríguez

Gracias por dejarme "jugar" con su ventanita de Messenger para hacer posible las imágenes aquí usadas.

Mi Apoyo, Mi Pilar Reflexivo y Mi Amiga:
Prof. Mirna Yépez.


A Mis Amigas y Amigos.

A Cada Internauta o Cibernauta.

"El Amor crea puentes en lugares que parecen imposibles."

Paulo Coelho

En el amor, nadie puede machacar a nadie; cada uno de nosotros es responsable de lo que siente, y no podemos culpar al otro por eso.

Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie.

Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo sin poseerlo.

.el gran objetivo del ser humano es comprender el amor total. El amor no está en el otro, está dentro de nosotros mismos; nosotros lo despertamos. Pero para que despierte necesitamos del otro. El universo sólo tiene sentido cuando tenemos con quién compartir nuestras emociones.

Once Minutos, Paulo Coelho

Internet es un invento muy positivo y también muy importante pues es el medio del futuro.

La mayoría de gente que se conecta a Internet tiene experiencias positivas. El mundo de Internet, como el resto de la sociedad, está hecho por un abanico muy amplio de personas. Internet es un reflejo de la sociedad. Todo lo que hay en la sociedad, también se encuentra en Internet.

Internet es divertido... Pero no es un juguete.

Internet y sus beneficios, Internet Segura

Preámbulo

Internet es el medio del futuro, como dice la pequeña guía de Navegación Segura , aunque hay que decir que ese futuro comienza en el presente, por tanto, ¿Podríamos decir que es el medio de hoy? De cualquier manera, ya en la actualidad muchas personas saben de su existencia.

Éste quizás sea un material un poco "exclusivo" debido a que es necesaria la experiencia en el uso de correo y mensajería instantánea, como los otros recursos presentes en la Red de Redes.

Comencé a utilizar Internet más o menos a finales del año 2001, aunque mi más "viejo" contacto diga que tiene conociéndome desde el 99. Puedo decir que ha sido una experiencia muy positiva en el recorrer del tiempo, he podido conocer gente de muchos países y diversas ciudades, además fueron mis ciberamigos quiénes más me han apoyado en mis incursiones en las letras.

Hoy, inspirada por el amor y los cibernautas, pongo a tu disposición mis Latidos electrónicos , el cual se basa en la experiencia romántica del mundo virtual con su lado más duro y su lado más dulce.

¿El Amor por Internet existe? Tú sabes la respuesta aquí y ahora.

Acompaña a Gabriela, o Gaby, en su recorrido y en las distintas experiencias que le depara el mundo virtual.

¡Arriba Internautas!

¡Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia!

Latidos electrónicos

I 

Un nuevo mundo. el Cibermundo

Gaby era una chica inteligente, lo que más le fascinaba era poder aprender todo cuanto pudiese, si era sobre algún aparato electrónico mucho mejor.

Sus padres trataban de enseñarle a manejar todo desde pequeña, pues sus deditos eran inquietos así que antes de dejar que estropeara la radio, el televisor, el VHS,. decidían enseñárselo a manejar. En alguna oportunidad, fueron de visita a la casa de una tía y la encontraron jugando domino con el televisor, en realidad era un monitor lo que tenía en frente junto con una caja a su lado, la niña quedó impresionada con lo que veía y además quería jugar domino, vio que su tía apretaba un par de botoncitos que estaban en una tabla junto a muchos botoncitos más. « ¡Es muy fácil! ¡Quiero jugar! » Se dijo para sí misma bastante entusiasmada. Después, de un gran rato, su tía le dejo jugar un par de veces no sin antes advertirle que estaba frente a una computadora y que era delicada, por tanto, debía tener cuidado al manejarla. Fue la única vez que jugó pues su tía pensaba que ella no "sabía" cómo tratar un aparato de tal complejidad.

En la secundaria le había ido bastante bien, se esforzaba por salir excelente. En un nuevo inicio del calendario escolar una investigación la tomó por sorpresa, no tenía libros ni podía ir a la biblioteca entonces alguien le dijo que fuese al Internet que allí aparecía todo como por arte de magia. Ya había escuchado esa palabra antes, un día pensó en ir a ver una página de un artista que le gustaba pero se quedo en una simple idea, ahora necesitaba ir a buscar una información y así lo hizo. Se encontró con una chica que atendía el sitio de conexión a Internet, ella le ayudó con la tarea asignada. Había prepagado una hora y todo lo consiguió antes de cumplirla, así que el resto del tiempo podría hacer cualquier cosa pero ella sólo sabía mover los dos botones que tocaba al jugar domino hace tiempo, pensó « ¿Qué tan difícil puede ser? » y hundió los botones y nada pasó, « Algo anda mal, no pasó nada, ¿Qué estaré haciendo mal? ». Pero no estaba haciendo nada mal, en realidad, no estaba haciendo nada. Miró de reojo a los usuarios a su alrededor, era la única que estaba frente a una computadora y no hacía nada, « ¡Debo parecer una tonta aquí! », se enfado un poco consigo misma y empezó a espiar qué hacían los demás. Luego pensó: « Tengo que aprender a manejar esto ».

Gabriela tenía una amiga que sí tenía computadora, así que le pidió que le enseñase a manejarla. Su amiga le presto un libro, también le explicó cómo encenderla, no era mucho pero algo es algo y por algo se empieza. Con paciencia le fue explicando, algunas cosas se le dificultaban pero era una guerrera y no se daría por vencida. Entre lo que le decía su amiga, lo que preguntaba en el centro de navegación (o conexión a Internet) y lo que leía en el libro pudo entender muchas cosas, lo que más le ayudaba era su entusiasmo en el tema. Había comprendido qué era una carpeta, archivo, icono, acceso directo, barra, menú, propiedades, copiar, cortar, pegar,. Aunque estaba consciente de que si no practicaba se le olvidaría y además que sólo se aprende experimentando lo que se conceptualiza, es decir, que era necesario tanto la teoría como la práctica.

Pronto vio que la gente a su alrededor le escribía a otras personas, y les preguntó qué hacían o en qué página estaban, le respondieron que estaban chateando en una página de Chat, « ¡OH! ¡Yo quiero chatear! » Y como si su compañero le leyera la mente le dijo: - Si quieres te paso la dire para que chatees también -.

Habló con varias personas y ellas coincidieron en una cosa: todas le preguntaron por su correo o e-mail, de lo cual ella aún no conocía nada y para completar le preguntaron cuál era su Messenger. No tardó mucho en preguntar a la encargada si le falta mucho por aprender y ésta sonriente le dijo que sí, entonces quedaron para que le diese asesorías para aprender a utilizar todos los recursos, sin embargo, la chica le dijo que sólo podía enseñarle la base de todo y que a partir de allí dependía de ella misma puesto que las nuevas cosas era lo que abundaban en la Internet, y hasta ella no les conocía todas.

Día a día Gaby iba aprendiendo nuevas cosas como: qué eran los foros; supo que podía usar una Webcam con audífonos y micrófono, y así poder escuchar-ver a su contacto; podía enviar postales; podía crear un Blog o un Fotolog.

Con el tiempo fue conociendo muchas personas, algunas le decepcionaron también. Sin embargo, ella sabía que los errores y los aciertos son característicos de los humanos. Esto no disminuyó su entusiasmo.

Se acostumbró a ir al Internet con algunas amigas. Su mejor amiga luego de cada sesión se quedaba hablando con ella, y pues la veía demasiado contenta en su manera de expresarse sobre algunos chicos que había conocido, le termino diciendo: « Cuidado y terminas enamorándote por Internet, muchos tienen una ciberrelación ». Gaby se negaba a la idea, pero no estaba totalmente convencida.

Bueno seguía con lo del Mensajero y pues aprendió a usarlo rápidamente, pues no es una cosa del otro mundo aunque, sí lo era, era del Cibermundo. Añadió contactos; borró contactos; bloqueó contactos; cambió su nombre para mostrar,. hizo todo cuanto tenía de opción pues era curiosa y deseaba aprender todo cuanto pudiese.

En definitiva, la experiencia de conocer el mundo de las computadoras ha dejado gran impacto a Gabriela. Primero empezó con los llamados chats, luego se aburrió de ellos pues encontró el Messenger que le parecía más privado y selectivo. Poco a poco fue conociendo a sus más grandes ciberamigos que le tendían la mano, en algún punto sintió atracción o agrado por alguno pero no pasaba de eso pues era imposible enamorarse de alguien virtual, simplemente le agradaban. Con todos ellos compartió muchas palabras, hasta fue compañía de alguno que se sentía solo en un momento dado; se contaron problemas mutuamente, entre sí habían encontrado a la persona que no tenía oídos para escucharle pero sí ojos para ver y responder con mucho cariño y amistad.

En muchas ocasiones ella leía que otras personas decían: 'Esto es Internet, todo es una mentira y ya, es un juego'. Pero ella entonces se preguntaba que si esto era un juego o mentira ¿Cómo era posible comprar o vender? ¿Acaso los bancos se prestarían para estafar a sus clientes? No tenía sentido, o ¿Acaso se refería a que lo comercial era real y el trato con la gente era de mentiras? Tampoco tenía mucho sentido eso para ella, era cierto, había encontrado mucha gente que mentía a diestra y siniestra pero su intuición le avisaba cuándo estaba en la mayoría de esos casos. « Una mentira sólo sigue a la otra, y hay gente muy despistada que se pierde fácil entre ellas, revelando sin querer el lado más vulnerable por donde todas las demás caen ». Internet entonces era un reflejo de la sociedad, todo cuanto había en la vida real aquí también existía, desde niños inocentes hasta ladrones. Así que empezó a tener más cuidado pues esto no era un juguete.

« Ésta ha sido una gran experiencia, una experiencia de otro mundo ». Se dijo a sí misma.

II

E-Heart

Las responsabilidades de Gaby fueron creciendo, ahora yacía recibiendo clases en la Universidad de la carrera que toda su vida había soñado: Preescolar. Le encantaba el ambiente, a pesar de que algunos profesores eran un poco males encarados pero esto a ella no afectó. Aún así siguió conectándose tanto como podía, tenía valiosos amigos que quería seguir contactando. Sin embargo, a su pesar, también perdió contacto con otros a los cuales tenía igual afecto.

Un día se encontró con la sorpresa de que, uno de sus más grandes viejos ciberamigos, estaba conectado después de mucho tiempo de no verlo. Le saludó de inmediato y se sintió muy contenta al saber que todo le estaba marchando bien, también éste le dijo que andaba acompañado de uno de sus mejores amigos reales y que le había platicado de ella (su amiga cibernética). El tenía que hacer unas diligencias pero dejó a su amigo hablando con Gaby por su mensajero mientras tanto. A ella de inmediato le pareció interesante el chico, bastante intelectual, respetuoso, sociable,. pensaron podían llegar a ser buenos ciberamigos así que se agregaron como contactos. Esa plática no fue muy larga pero cada segundo fue significativo. Gaby esperaba volver a encontrarlo algún otro día, ese chico tenía algo especial, pero por ahora debía pensar en estudiar para su próximo examen que se acercaba vertiginosamente.

Una grata sorpresa fue encontrarlo conectado al siguiente día, Marcos que así se llamaba, le saludo muy afectuosamente y se disculpó por su pronta ida la vez anterior. El estaba cautivado por el trato que recibía de Gaby, ella se esmeraba por prestarle tanta atención como le fuese posible aunque estuviese buscando información importante para un trabajo, sabía que cada persona es importante y se le debe prestar la misma atención como si estuviese hablándole en persona.

Con cada día que pasaba el agrado mutuo continuaba creciendo, y a él le empezó a gustar ella, posteriormente se lo hacía saber de forma muy implícita entre letras hasta que intento ser más valiente y ésta vez su confesión fue muy explicita. Momentáneamente ella no supo qué hacer, se sintió como una mismísima novata ilusionada por palabras de un Chat, pero esto sobrepasaba lo que había experimentado al hablar con alguien por éste medio. En algunas oportunidades le habían preguntado si creía existía el llamado amor virtual, y muy categóricamente respondía que no podía existir algo así puesto que, como dicen las frases trilladas, "amor de lejos, amor de pendejos" o "amor de lejos, felices los cuatro" , aunque otros opinaban que si se podía llegar a un contacto más físico como el compartir, sí habría posibilidad obviamente.

La realidad muchas veces le había rebatado ilusiones, las cuales hubiese querido poder vivir, pero ahora estaba frente a la posibilidad de perderse en una de ellas, en una que ella no había ideado con anterioridad, que se había presentado con un gran lazo que decía: felicidad, aunque claro felicidad momentánea pero ¿Qué importaba? Serían instantes al fin que ella disfrutaría, por eso recordó que alguna vez le habían dicho: "El valor de las cosas no está en el tiempo que duran sino en la intensidad con que suceden, por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables" , con ésta frase se identificaba puesto que lo que sentía ahora sería: inolvidable, inexplicable e incomparable.

Y así seguían pasando los días, a veces no se podía conectar porque debía estudiar o estar en clases, otras porque no había dinero para gastar en el alquiler de un computador. Se encontraron hablando de todo un poco, incluso se habían llamado por teléfono, compartieron fotografías que tenían un significado especial para cada uno, ese mismo día él le expresó que no quería llamarla más "amiga" y que en su lugar quería llamarle amor , Gaby ya se imaginaba por dónde venía está conversación y se puso un poco nerviosa, luego le preguntó si quería ser su novia, entonces Gaby puso una cara de sorpresa y no supo qué hacer, por suerte él no la estaba viendo porque no tenía cámara en ese instante, luego de unos segundos su corazón se sintió emocionado y le dijo que sí, ahora ya eran lo que comúnmente se llama cibernovios. Por la noche Gaby, mientras supuestamente leía un libro, pensaba en lo sucedido y le parecía algo descabellado eso de cibernovios, nadie en su entorno aceptaría esto que sentía como real, entonces pensó que no necesitaba ninguna aceptación y que ella viviría su fantasía, era su secreto. su precioso secreto .

Los días siguientes fueron bastante felices, llenos de mucha paz también puesto que él le trasmitía armonía y confianza, sus charlas eran algo envidiable dentro de lo que se refiere a charlas por mensajero, eran sumamente cariñosos el uno con el otro, tenían tanto apoyo entre sí, cada uno incentivaba al otro a mejorar y se mejoraba a sí mismo, platicaban de todo: sus respectivas carreras, familias, situaciones actuales, política, religión, música, arte,. en resumen ella sentía que se complementaban, o se acompasaban bastante bien. Una de las cosas que más le llamaban la atención de él era su carisma, su responsabilidad, madurez y disciplina aunque en ciertas ocasiones pensaba que estaba hablando con "su propio padre", en algún punto ello comenzaba a ser restrictivo, pero no pasaba nada, ella tenía paciencia y él se la tenía a ella. Había una ligera diferencia de edad entre ellos, pero no afectaba mucho pues los dos se veían bastante bien juntos, cada uno tenía cosas que enseñar al otro y así la admiración entre ambos también creció.

En sus mundos debían enfrentar obstáculos bastante fuertes, pero sentían calma cuando podían platicar algunos minutos. Hoy uno le decía al otro: « Las cosas van a mejorar », y al siguiente día viceversa. Eran muy buenos amigos y tenían una conexión fuerte, era inexplicable, en ciertas ocasiones ella pensaba algo y sin decirle absolutamente nada él se lo respondía, otras quería comentar algo de repente pero tampoco lo hacía y él le preguntaba: « ¿Me quieres decir algo? ».

Desde páginas de postales se enviaban mensajes entre sí, regalos virtuales; se comentaban de nuevas páginas que habían visitado; se decían lo que habían hecho en el día o lo que iban hacer. La frase que más se mencionaban era: Te Quiero Mucho , con caritas felices, besitos y corazones, además los guiños de besos y corazones tampoco se quedaban atrás. Lo que nunca se dijeron fue: Te Amo , quizás porque eso significa más que una ilusión, pero fue algo mutuo porque nunca lo mencionó alguno y tampoco hablaron de ello.


Cumplieron el primer mes y lo festejaron con correos bastante bonitos, hablaron ese día también y pues el día marchó bastante normal.

Algunos días más tardes se presentaron algunos problemas, las situaciones de distancias que habían permanecido dormidas ése tiempo ya no lo estaban, aquí comenzaron los 'peros' y desencadenaron un día miércoles cuando temprano los dos yacían conectados con ánimos bastante distintos, él que siempre habían sobresalido por su honestidad y sinceridad fue al grano rápidamente diciéndole que no quería seguir con esto, ella se sintió bastante confundida y de repente él ya no estaba conectado, ella pensó que se había ido y la había dejado así como así, minutos más tarde apareció de nuevo y pensó que alguna de las dos cosas había pasado: que había tenido problemas con su máquina o que le dio lástima la pobre y se devolvió a saber cómo estaba. De cualquier manera, las cosas siguientes que dijo ya poco le importaban lo que la aturdió fue ese: - No quiero seguir con esto -. Un rato más tarde se fue a clases.

Esas palabras seguían retumbando en su mente aunque ella trato de bloquearlas pero eran más fuertes, sentía una gran presión en el pecho como si fuese a salirse su corazón por la boca, de repente le dieron unas inmensas ganas de llorar pero estaba en plena clase y ¿Cómo podía permitirse llorar ahí? No podía. Lucho todo ese día sintiéndose mal y para completar sin poder decirle a nadie su razón, nadie le entendería era algo tan ridículo o sería algo tan ridículo para la gente, así que se lo tragó todo y se sumergió en el silencio, pero no tendría tanto éxito al siguiente día cuando no pudo más y se echo a llorar entre cuatro paredes que la protegían, no había un hombro en quién apoyarse, no había nada que pudiese hacer porque su corazón yacía entre escombros, se había destrozado sin razón real pero sí virtual .

Habían muchas cosas que le hacían recordarlo: canciones, poemas, páginas, correos, instantes,... Se castigó diciéndose que era una verdadera imbécil, que cómo se le ocurría enamorarse así, que era demasiado ridícula esa actitud, que si ella sabía que ese tipo de amor no existía cómo era posible que haya caído en ese "error", que jamás le había visto personalmente, que de seguro tenía novia, que ella había sido un simple capricho, que se había burlado de ella y de lo que sentía, etc., etc., etc.,... Miles de ideas le pasaron por la mente, allí comenzó su rabia para consigo misma y contra él, así se le envenenó el alma y comenzó su guerra pues una parte lo quería y la otra lo odiaba.

Siguió hablándole un tiempo más, pensó que podía controlarse para no sentir nada pero falló en muchas ocasiones, las cosas iban de mal en peor pues la desconfianza se había sembrado y echado raíces, y aunque tratara de no ser afectada cuando él le decía: Te Quiero (porque aún lo hacía aunque ella no lo entendiese), ahora parecían puñaladas a traición y muerte. Hasta que un día le escribió un correo donde le decía que ya no le escribiese más y se olvidara que ella había existido alguna vez...

Su carta continuaba diciendo:

"El agua de las manos se escurre y desaparece, las hojas caen de los árboles y los instantes se van con el correr del tiempo, los sueños cambian y vienen otros, y uno debe seguir el camino que le trace su tren de vida. y de tu tren, yo me baje hoy."
En nombre de ese cariño que profesas tener te pido dejarme ir, no me escribas a partir de ahora, no quiero leer el pasado ni sobre él. Nunca existí, nunca fui nada, si alguna vez mi pisada dejó una huella sobre la arena, la playa ya la borró, es fuerte lo que pido pero así quiero que sea, nunca fuimos nada ni seremos nada, no te molestes en dar una respuesta a este correo pues no contestaré. Otra recomendación: borra todo sobre mí: correos, fotos,. en este caso es mejor borrar un todo que sólo las partes. Después de leer esto también bórralo, no te aferres a un pasado que no vale la pena.
Adiós. y hasta siempre...

No hubo respuesta como ella había pedido, sólo silencio y más silencio.

Gabriela leyó que la gente se preguntaba si el amor por Internet existía, en su visita en unos foros sobre Amor y postales, se sorprendió al verlo y recordó su experiencia, lo feliz y triste que había sido pero no había mucha diferencia con el amor real, el verdadero Amor real, claro ella no lo había abrazado ni besado pero eso no garantiza nada, cuántas parejas están juntas y que realmente no se aman, seguramente muchas, pero aunque no garantizara nada era importante. Gaby estaba más lejos de lo que realmente fijan las distancias, no quería saber nada de él y al mismo tiempo quería conocer sobre su bienestar. Ese amor le había dado felicidad y le había hecho sufrir igual como ahora veía sufrir a gente de su entorno que sí podían abrazar a sus parejas.

Cada día representa un aprendizaje para todos, y los siguientes le marcarían la mente con tinta indeleble. Había aprendido muchas cosas de las experiencias que tuvo, y entendió que a veces lo que puede ser un juego para unos para otros puede ser más real. Para muchas personas la idea del cibernoviazgo puede ser algo entretenido como un juego, pero ahora ella sabía hasta dónde puede ser verdad o hasta dónde puede sentirse un juego como verdadero pues ella aprendió y vivió las alegrías y tristezas de un Electronic Heart .

III

Mi Journal de Corazón

Muchas veces Gaby acudió a su amiga para tratar de decirle lo que sentía pero dentro se avergonzaba de lo que pudiese pensar, pero qué podría pensar que ella no supiera ya: ¿Que estaba loca? Quizás lo pensase pero era el momento de hablar porque sólo así se enfrentaría a su demonio y a través de sus palabras entendería otras cosas.

Se sentó frente a su mejor amiga y con ánimos de charlar comenzó su plática.

Una vez conocí a un ser excepcional, no me importaba su físico y me gustó mucho antes de poder ver su rostro, no sabía cómo era ni trate de imaginármelo, porque a veces hacemos eso de imaginar y resulta que los rostros no son como uno pensó, por eso no me gusta imaginar nada porque cada quién tiene su propio rostro y personalidad y uno no debe idealizar de sobremanera. En ese tiempo estaba entusiasmada con conocer nuevos amigos y él tenía tantas actitudes que siempre había buscado en otra persona y jamás había encontrado, en sumas era un ser especial y me enamoré de él.

Nunca hubo explicación lógica para lo que sentía, pero sus atenciones y sus palabras hicieron que creciera ese sentir en una magnitud que ya no pude controlar. Para la gente con "sentido común" yo pude haber estado "loca", ¿Cómo iba sentir algo así y por alguien que estaba tan lejos? Ni yo me lo explicaba. La forma cómo acabó me pareció tan injusta, y me dolió pensar que a él yo no le importaba en lo absoluto. Fue cuando mis pensamientos comenzaron a dar vuelta y comencé culpándome alegando que yo era una imbécil, tonta,. Yo solita me había enamorado y yo solita me había estrellado, así fue hasta que las cosas comenzaron a cambiar. Mi orgullo que había estado sigiloso durante mucho ahora yacía despertándose y tomando más fuerza, así que su primera obra fue sembrar en mí la desconfianza, ahora ya no creía en su: te quiero. Pensé que todo era un capricho, por mantener a "su peor es nada", "¿Cómo podría creer que yo era más especial que las otras chicas? ¡Qué ilusa!", y la gran segunda obra nació: mi rencor. Aunque las dos obras estaban presentes las trate de controlar, pero los correos últimos, que yo llamé contradictorios, derramaron lo que el vaso aguantaba, y me di cuenta que ya no podía seguir hablándole porque había perdido mucha tranquilidad por todo eso, así que escribí una última carta y la más dura de todas dónde pedí que no me escribiese nunca más.

La mirada de su amiga era cálida, no pretendía juzgarla y ella lo notó, eso le dio más confianza para seguir con su relato.

En todo ese tiempo que lo trate hubo momentos sumamente valiosos, en muchas ocasiones me sentía comprendida, apoyada y también presionada. Él esperaba mucho de mí, quizás más cosas de las que yo misma hubiese querido alcanzar. Lo admiraba, yo admiraba al hombre que era, era un ser íntegro con ganas inmensas de luchar, él se esforzaba en forjarse así mismo. A veces quise seguir sus pasos, pero éramos distintos en gustos aunque varias cosas nos unían. Lo amé como aquellos casos en que un amigo ama en silencio mientras yace sentado a un lado de quién hace latir su corazón; lo amé como se ama a aquel que no puedes ver pero que sabes que existe, y puedes sentir; lo amé antes de ver su mirada, de rozar su boca o si quiera estrechar su mano.

Pasaron los días y yo sólo quería alejarme, olvidar todo lo referente a esto y de momento olvide las cosas pero no porque haya tenido éxito sino porque tenía otros problemas.

Con el correr del tiempo obtuve nuevo conocimiento, pude crecer otro poquito más y la parte espiritual también era una de mis nuevas metas así que también anduve leyendo, quería ser una mejor persona hasta que vi que no lo lograría si seguía en una situación tan injusta con mi prójimo, sólo hasta entonces me di cuenta de todo lo que había vivido y lo responsable que yo también era, me di cuenta de esos defectos tan horrorosos que no serán curados tan fácilmente pero que ahora estoy consciente de lo malo que pueden ser conmigo y con mi prójimo, y de que obviamente los tengo.

Otra gran verdad que aprendí fue que mientras más quieras alejar algo, más está presente. En todo ese tiempo lo recordé, pero así como él venía con él venía la carta que yo escribí, por tanto mi orgullo o su deber era recordarme que había pedido nunca más me hablara, y así debía seguir. Alguna ocasión quería saber cómo estaba él, pero mi propio pensamiento me respondía y decía: - está bien -, con eso me conformaba, siempre desee que estuviese bien, que tuviese las oportunidades que tanto quería, que en resumidas cuentas fuese feliz. Ninguno de nosotros es como fue ayer, yo también aprendí algunas cosas, de seguro ahora me equivocaría menos que lo que hice ayer, y mañana tendré oportunidad de equivocarme menos de lo que hice hoy.

Ya no quiero vivir con un rencor que no vale la pena, ni con un orgullo que lo único que hizo fue destruirme. Sé que me equivoqué, y que tiene todo el derecho de enfadarse por algunas cosas, pero ya no tiene mucho sentido hacerlo porque no se gana nada lo digo por experiencia. Hubo una película que vi, sólo algunas partecitas, y la escena que más me llamó la atención es cuando la mujer que estaba con el chico (que era su tía) le explica que cuando nos enfadamos con alguien es porque queremos que ellos se sientan tan mal como nos sentimos nosotros, pero la mala noticia es que nada de eso te hará sentir bien nunca. Quizás era eso lo que yo quería inconscientemente. Cada uno vivimos con un dolor, lo que está terriblemente mal es darle un nombre de persona a ese dolor y es lo que hace casi todo el mundo, yo no fui la excepción. Uno de los libros que recientemente leí decía esto y me gustó: "En el amor, nadie puede machacar a nadie; cada uno de nosotros es responsable de lo que siente, y no podemos culpar al otro por eso. nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo sin poseerlo".

Aquí está mi verdad y mi culpa, por lo menos lo más relevante de ellas. Una persona "común" y "normal" la mayoría de veces evita enfrentarse a la verdad, o crea su propia verdad, pero yo soy más como diría un amigo: yo soy común y corriente, pero más corriente que común.

Lo juzgue, supuse cosas que estaba muy fuera de mí poder comprobar. Yo no estoy dentro de si, entonces ¿Cómo pude decir o pensar que no eran ciertas sus palabras, o su sentir? Yo no tenía derecho de hacerlo porque el que juzga es sólo Dios, aunque los humanos se han tomado el poder que no les corresponde. Ya sólo quiero estar en paz, tenía como un enemigo a alguien que había significado mucho para mí y eso es feo. Quiero empezar nuevos ciclos, y tengo el presentimiento que tendré que comenzar algunas cosas desde cero, pero ya no quiero más resentimientos ni penas. Quiero encontrar a alguien que me acompañe y me apoye, quiero encontrar un nuevo rumbo, quiero dejar el pasado dónde debe estar. atrás.

Le perdono y así mismo que todo caiga al pozo del olvido, esa última carta ya no importa, lo que importa es ésta verdad.

Perdóname. Pues yo también me equivoqué. - Gaby decía mientras cerraba sus ojos e imaginaba que el chico estaba frente a ella -.

Entonces su amiga con sonrisa apacible concluyó:

Que éste sea el cierre de lo desagradable, y que éste sea así mismo el cofre de cristal dónde todo lo verdaderamente importante sea preservado. Y que sea lo que sea que venga de aquí en adelante, sea el rumbo que debemos transitar de las calles de nuestras ciudades. Un brindis en el nombre de los días que ya han pasado y los que vendrán. Que el amor sea la llama que encienda el Sol cuando éste quiera apagarse, que engalane a la luna cuando quiera festejar y que saque adelante al fiel luchador de la vida guiándole al paso de los días.

Le abrazo fuertemente para que Gaby nunca olvidase que no estaba sola, y que no importaba las circunstancias siempre tendría una amiga que le tendería la mano y la apoyaría en todo momento.

Por la tarde se fueron juntas a un cibercafé. Mientras su acompañante se divertía Chatiando un poco, y Googleando (buscando información), Gaby se propuso a escribir una nueva Entrada en su Journal, o Diario, para ése día.

Accediendo a la página http://midiario.vida, usuario: gaby.

Alineación de texto justificada.

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Título: Más pares de palabras.

Lo que aprendí
Una costumbre, quizás algo masoquista, del ser humano es la ilusión y, por supuesto, su contraparte es la desilusión que muchas veces no tarda demasiado en aparecer. No es necesario referirse a un medio en específico, pues existe tanto en el mundo como en el cibermundo, pero la gente los desune porque se supone que al Internet no hay que tomarlo con tanta realidad . Sin embargo es necio el no hacerlo puesto que ¿Quiénes controlan las computadoras? Si no hay una persona con carne-hueso y corazón detrás, esas máquinas nunca funcionarían y serían como un trasto viejo que sólo estorba sin ninguna función. Así que esto recuerda una realidad lógica, no estás hablándole a una máquina puesto que ella no siente-ve ni escucha, las estás usando a ella para dialogar con una persona real (independientemente de quién o cómo sea esa persona), por tanto quién está detrás puede sentirse alegre o herida dependiendo de lo que tú le digas, y todo esto suena tan conocido pero incluso mucha gente lo ignora aún, o no les importa.

La gente muchas veces habla como grandes conocedores y sabios, creen saberlo todo cuando en realidad no saben nada. Te dicen: - ¡Esto es lo correcto y esto es incorrecto! -, ¿Pero alguna vez se han detenido a decirte por qué es así? La gente valora en términos de incorrecto y correcto aquello con lo cual ellos están o no de acuerdo. Yo me enamoré por Internet y muchos me dirán y pensaran: - ¡Qué tonta! Eso está mal, eso no se puede -, pero en realidad me dicen que está mal porque ellos no están de acuerdo con eso, es su punto de vista nacido de su subjetividad. Pero no están dentro de mí, por tanto no pueden sentir lo que yo sí.

Yo no soy ésa computadora cuya memoria de acceso aleatorio queda vacía al apagarse. Mis sentimientos no tienen un interruptor que tú puedes encender o apagar, tomando también en cuenta que los verdaderos sentimientos casi nunca son modificados ni los recuerdos olvidados.

Quién puede controlar sus sentimientos y usarlos como las piezas de ajedrez en realidad no ama. El corazón no piensa y por tanto no hay lógica, la llamada locura del amor. Me critican porque amé a alguien lejano, pero qué triste es saber que amamos a nuestro mejor amigo o amiga y nos sentamos a su lado cada tarde sin poder decírselo nunca, ¿Cuál es la diferencia entonces entre tu situación y la mía? Yo sólo veo una: a mí las distancias me alejan, pero a ti te aleja la cercanía.

Siempre se conserva consigo aquello que ha tenido más importancia en cada etapa de nuestra vida. Yo amé a éste hombre, y aún lo amo aunque hoy éste segura de que no me corresponda, pero lo que siento es tan maravilloso que ésa verdad ya no me importa, lo amo sin esperar nada a cambio, lo amo aunque tenga muchas lunas sin saber nada de él, lo amo por lo que fue cuando estuvo y por lo que es aunque no esté. Quizás me digas que el tiempo ayudara, pero no sé de cuánto tiempo hablas porque esto no nació ayer pero el tiempo es la única excusa que puedo tomar.

Hay distintas clases de personas conocidas: aquellos que llamamos los mejores amigos, los amigos que vemos de vez en cuando, los amigos que en algún punto del tiempo dejamos de contactar, aquellos de los cuales olvidamos los nombres, aquellos que no vemos desde la primaria. Cada uno de ellos ocasiona un impacto en nosotros, a veces hay ocasiones que dejamos de contactar a gente que nos ha parecido valiosa pero sabemos que cumplieron la función de marcarnos o enseñarnos algo, y nos queda eso de ellas. un recuerdo y una enseñanza.

Gracias por visitar mi diario. Si quieren dejar algún comentario será bienvenido. Cuídense.

Que Dios les Bendiga y les conceda muchas protecciones siempre, que él les de el doble de lo que me deseen a mí.

Pásenla bien.





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jueves, 23 de noviembre de 2006

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Mi respuesta

009. Mi respuesta. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Por y Para: L., O., W., E. y mi adorado D.

¿Por qué es tu lucha?...

Levántate Juan era la melodía que nos despertaba mientras éramos retoños. En cada gallito nuestro trabajo fue ir a la escuela para aprender, mientras dormías cansado.

Temprano se preparaba el desayuno con café que tanto nos gustaba. A la hora de la merienda, allá en la escuela y luego de las clases de matemáticas, alguna vez esperé me llevasen algo como al resto de los niños, pero mamá debía trabajar también así que nunca estuvo de ése otro lado de la cerca. Hubiese deseado no tener que comprar nada, me hubiese gustado alguna vez recibir tu mirada.

De la costura muchas veces comimos, y tantas otras veces extrañé que estuvieras en la mesa, en la comida en familia que alguna vez vi pero que incluso fue incompleta. Entendía tus razones, están en mis zapatos, en mi bolso y en mi cena, están en la bicicleta que me armaste, y en la nueva blusa y camisa que nos compraste.

Critiqué tus manías, tus defectos y tus faltas. Critiqué tantas cosas y con mi rebeldía te desafiaba. Pelee porque tenías autoridad para castigarme pero no tiempo para abrazarme. Sin embargo, admiraba tu firmeza y de ti aprendí el coraje.

No te vi en cumpleaños, siempre fuimos tres y no cuatro rodeando un pastel en la mesa. Éramos dos los sentados a comer, y era yo quién vivía tu soledad y tu tristeza. No me enseñaste a pasar la avenida, no me levantaste cuando caí con patines, me regañaste por cosas tan tontas, pero te alegraste con todas mis notas.
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viernes, 13 de octubre de 2006

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Última charla II

003-II. Última charla. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Carlos y Amanda se debían una platica final, pero más que final fue como un principio que concede su paso al fin... Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando el fin marca un comienzo? Tantas pueden ser las vivencias pues muchos son los caminos, pero hay uno específico que debemos tomar: ¿Cuál se elegirá? ¿Cuál crees sea el más correcto?, las respuestas cada quien las posee de acuerdo a su situación.

 Aunque no pensaba continuar ninguna historia, siempre habrá sus excepciones en la vida y la última charla es una de ellas.

***

 ...

Entonces se cerró la puerta a sus espaldas, había salido del despacho con bastante prisa pero ahora el mundo se le había detenido y no marchaba su reloj.

¡Entra! ¡Entra y dile que lo amas! ¡Evita que él firme! ¡Evítalo! - le decía una voz dentro de su cabeza, luego ella pensaba mientras ya no podía aguantar más su llanto -. Yo lo amo con todo mi corazón pero no es justo que comience a mendigarle amor, él ya no me ama pues si lo hiciera no firmaría, o por lo menos me hablaría acerca de nosotros, pero no lo hace puesto que no tiene nada que decir ya, fui una estúpida pensando que ésa noche romántica serviría para algo; aunque sí sirvió, para dar una idea de lo loca que puedo estar. Cumplí mi palabra, ahora es libre.

Amanda siguió su camino hasta las escaleras y comenzó a descenderlas, se obligaba a dar cada paso; persuadía a su mente a pensar que irse era lo mejor pero su corazón no le escuchaba y éste se quedo allí junto al recuerdo de su amado, ella sintió la traición de ése corazón ingrato que no entendía que ella sólo lo quería cuidar y proteger, aunque ya se encontraba agonizando con sus minutos contados.

Al salir miró la calle y los autos se movían lentamente, muchas cosas ya no tenían mucho sentido.
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viernes, 22 de septiembre de 2006

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El remedio contra el amor

008. El remedio contra el amor. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Ella lloraba tendida en su cama. Por la tarde su novio le había dejado, ella estaba totalmente segura que era por otra chica aunque nunca lo vio, ni él lo mencionó.

Esparcía por los aires reproches en todas direcciones: para sí, para él y para el mundo. Dios no se salvó de ella tampoco, le decía que si él había supuestamente inventado el mundo y el amor, por qué no había inventado un remedio para éste último. Después de un rato se sentó muy quieta en un rincón de su habitación y escondió su cara entre sus manos, en ése momento un viento cálido inundó el sitio, se extrañó mucho y subió su mirada y allí estaba sentado cerca de la puerta. De inmediato se levantó de su asiento con mirada de pánico y le preguntó al extraño que quién era, él también se levantó y le dijo que no importaba su nombre pero que le escuchara unos minutos porque tenía algo que decirle.

Hable y váyase - le dijo ella -.

Él le miraba con cierta sonrisa, no parecía un ladrón o algo así, tampoco se explicaba cómo había llegado hasta allí sin ser visto ni siquiera por sus padres que estaban en casa.

He venido advertirte sobre tu “remedio” - continúo él sabiendo que la chica estaba muy incómoda con su presencia -. Frente a ti, cuando quieras verla, está La Daga de las Dos Puntas. Ha sido creada por muchos hombres con el paso del tiempo y ha sido usada en innumerables ocasiones, tú tienes el poder de construirla y sé que lo harás pero he venido advertir, así como siempre he ido a la gente que termina usándola pero nunca pude hablarle a la mayoría de ellos.
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jueves, 31 de agosto de 2006

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La carta leída, sin leer

005. La carta leída, sin leer. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Amor, debo decirte que aquí en la Armada las cosas no son tan fáciles. Se aproxima una guerra que quizás nos deje muchas tristezas, pues sólo eso trae y deja una guerra. Estoy luchando por mantenerme en pie, ya quiero darme de baja y regresar a mis campos junto a ese aire puro y junto a ti. He soñado con que tengamos muchísimos hijos, ¿Te parece buena la idea? Quiero muchas cosas contigo pero también espero que tú lo quieras así. Te quiero con todo mi corazón.

Con amor,

Oficial Samuel Soria

Armada Nacional de Melí

¡Bueno ya lo has escuchado Ángela! Ese chico te ama mucho. Es una lástima que no sepas leer buena mujer. Esperemos a que pronto ya pueda darse de baja para que vuelva a ser un trabajador de estos campos tan puros - decía Tavo a una hermosa mujer que le acompañaba -.
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Última charla

003.Última charla. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc 

Muchas veces terminamos de hablar sin terminar de hablar, damos por finalizada una conversación que a veces apenas comienza. De cualquier manera, siempre hay la oportunidad de una última charla cuyo desenvolvimiento depende ciertamente de sus participantes. Cada quién tiene su forma de despedirse, la mayoría de ellas termina en fuertes peleas e insultos. Carlos y Amanda se debían una platica final, pero más que final fue como un principio que concede su paso al fin...

***

Carlos era un hombre enérgico, dominante y posesivo, él estaba casado con Amanda una chica con gran amor a su libertad personal, pero que había dejado eso de lado por amor a él. Ciertamente, los dos renunciaron un poco a quiénes eran para poder acompasarse con el otro. A veces chocaban porque caían en la actitud de querer dominarse, a veces él o a veces ella. Los dos tenían un carácter fuerte, pero ella debía ser más dócil en variadas ocasiones y gracias a eso su matrimonio pudo superar terribles momentos, si no lo hubiese hecho así se habría producido una temprana ruptura pues él nunca daría su brazo a torcer. Sin embargo, se amaban mucho y eran muy apasionados.

Al tercer año de matrimonio las cosas empezaron a estar muy mal, él trabajaba más de la cuenta y esto a ella le parecía muy sospechoso, así nacieron sus más terribles celos y creyó que él le engañaba con su secretaria, pudo haber hecho cualquier cosa para averiguarlo pero tenía miedo de confirmar sus sospechas pues una cosa es creer y otra muy distinta es saber o tener la certeza. El era un hombre muy atractivo tanto físico como con en el trato mismo, tenía cualidades para tener a más de una detrás y ésta verdad la mataba lentamente cuando pensaba en que sí habría muchas posibilidades. Ella en atributos tampoco se quedaba atrás, y una tarde tomó la decisión de poner en práctica la ley del “ojo por ojo, diente por diente”. Se suponía esa noche su marido llegaría tarde pero no fue así, cuando Carlos llegó cansado a casa vio que su esposa no estaba y se quedo en la sala esperándola. Unas dos horas más tarde ella llegó, supuestamente aún tenía media hora antes de que su marido llegase a casa pero se encontró con la sorpresa de que ya él estaba allí. Tuvieron una fuerte discusión donde se dijeron de todo hasta del mal que se iban a morir, él le reclamaba su traición y ella alegaba que él había empezado todo eso, que era su culpa, que cómo era posible le hubiese engañado con su secretaria a lo cual él muy furiosamente contesto que nunca había tenido nada con ella. El no podía aguantar su rabia así que terminó pagándola con la pared mientras le gritaba un montón de cosas, ahora la imagen de esposa fiel y buena se había desintegrado por completo como así mismo le había pasado a ella días antes.
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miércoles, 30 de agosto de 2006

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Pajarito herido

002. Pajarito herido. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

Pequeña ave de nieve perpetua, hoy has sido deslumbrado por la belleza. La distracción te ha desviado de tu camino, pretendías buscar un tesoro y te has detenido por otro. Mientras te refugias en el nido más alto que has asentado tus alas descansan de su lucha, pero tus ojos se mueven a todas direcciones. A los pies de tu árbol juega una niña con su muñeca de trapo. La ocasión merece una gala, las princesas siempre esperan príncipes, y para la presentación sacarás la mejor carta de tu ala.

Vestido con tu mejor traje te has presentado, y con ese canto melodioso, así su simpatía has conseguido. Ella te ha enamorado con el ser de su esencia, y has sentido cómo tu corazón brinca nuevamente.
Ha visto una herida en tu alita, otra niña con alfiler poca precaución tuvo y por eso aquella sangre en tu nieve roja. Te ha mirado con ojos de ternura y te ha tomado entre sus manos besando tu piquito, has sentido calidez, su inocencia, su dulzura y su candidez. Así se ha propuesto curarte aquella herida que una vez fue tu agonía y aprenderás que toda niña no juega con muñecas, y que a todas no les gusta un alfiler.

Llegando la mañana cantas más que nunca, le has traído florecillas de cien y mil colores: rositas, margaritas y hasta girasoles. Es la espera más ansiosa y ya te has perfumado. ¡Es la bella y ha llegado! Trayéndote de regalo un corazón dibujado y con creyones T.Q.M. plasmado.

El pajarito herido que una vez se ahogó entre su sangre ha dibujado con ella en sus plumitas su corazón vibrante, ha hecho de su dolor una obra arte y ha plasmando un T.A.M. como respuesta a la bella que ahora le protege, como él protege de ella.

En una pequeña jaulita te mantuvo algunos días mientras sanaba aquella herida, pero luego la puertita ella abrió para que volases tan alto como el sol. Ha comprendido que necesitas encontrar ese otro tesoro que desde hace tiempo deseas hallar, mientras ella aquí te esperaría sentada bajo el mismo árbol del mismo parque porque los tesoros se mantienen dónde han sido cuidadosamente guardados, por eso ella estaría contigo y tú estarías con ella en ese pedacito de corazón dónde el uno y el otro así se guardó.

El pajarito voló y voló, y la niña juega a esperarle allí sentada. Hasta que un día él volvió trayéndole consigo un rayito de luz, había encontrado su tesoro y había tomado un pedacito de él para traérselo, y la niña preguntó cómo pudo hacerlo, a lo cuál él le contestó: -Quería encontrar la luz más grande de la vida, y volé y volé para encontrar mi tesoro, pero antes te encontré a ti y comprendí que eras tan grande como la luz más grande, porque tú me llevaste hasta ella al darme tu corazón, y al darme tu corazón yo pude ver el Sol, y ahora he vuelto para traerte esa lucecita, el corazón que ya cuidaste y mi amor que será tuyo... de ahora en adelante-.

10:10 p.m. 31/07/06
04:40 p.m. 30/08/06
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jueves, 3 de agosto de 2006

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Confesiones

Adriana era una joven sencilla. Tenía un don especial para el piano, pero era muy insegura de sí misma. Su madre hizo mucho hincapié en que buscara un curso, que aprendiera. Un día caminando por el centro de la ciudad vio un aviso sobre eso, se quedó pensando un instante hasta que decidió preguntar. Ella ya estaba predispuesta, esperaba que le dijeran que no era buena, pero si le decían eso pues sería la solución para que su madre no tocara más el tema.

Al entrar al lugar vio a un joven muy apuesto que se disponía a atenderla. Él era alto y corpulento, con ojos color café y una presencia de líder que le hacía destacar. La actitud que él mostraba le gustó mucho, así que se quedó como perdida unos segundos mientras le miraba y despertó sólo cuando él le preguntó en qué podía ayudarla. Ella titubeó un poco pues ni siquiera recordaba lo que iba a preguntar. Luego de un instante dijo:

–Estoy aquí porque quiero conocer sobre los cursos de piano. Mi madre cree que tengo una especie de don, y no deja de molestarme con eso. Le he dicho que no es así, pero no hay quien pueda con ella–, se sonríe.

–No es bueno que te predispongas de esa forma. Si ella lo dice por algo será. Por tu parte, deberías comprobarlo sin adelantarte a ninguna conclusión. ¿Has tocado piano antes?

–Sí, hace algunos años. Mi tío me enseñó un poco antes de que tuviera que venderlo–, se nota en ella un poco de nostalgia.

–Tengo un piano disponible. ¿Te gustaría tocar algo? Así sea corto, no importa. Luego puedo darte la información sobre inscripciones. Yo soy el instructor, me llamo Joel–, le extiende su mano.

–Mucho gusto, yo soy Adriana. Pues no recuerdo muy bien cómo tocar, pero no despreciaré tu ofrecimiento. Veamos qué resulta.

A Joel le había gustado el desenvolvimiento de Adriana, así que hizo lo que pudo para que se inscribiera, y ella accedió después de mucho pensarlo. Cuando iniciaron las clases le empezó a molestar ciertas actitudes de grandeza y discriminación de algunas compañeras, pero se enfocó en su objetivo que era aprender y optó por ignorarlas.

Pero había otra compañera en la clase, su nombre era Marta. Tenía cabello largo color de sol y ojos azules. Sus modales eran finos, pero a diferencia de las otras compañeras no perdía el tiempo en alabanzas para sí o discriminando a las personas. Ella era mucho más humana. Se esmeraba en practicar y practicar para ser la mejor, y durante el curso Joel siempre la eligió antes que a cualquier otra persona. Le decían: “La favorita del profe”, pero Adriana siempre se mantuvo al margen de esos comentarios.

Todos allí sabían que a Marta le gustaba Joel. A Joel le llamaba la atención Marta, pero también le agradaba Adriana. En más de una ocasión le insinuó que era hermosa, y que no podía creer que no tuviera novio.

Al finalizar el curso se debía elegir a un estudiante que, en representación del grupo, tocaría ante un público de cien personas. Para ello se hizo una especie de concurso, y todos tuvieron la posibilidad de participar. El jurado estaría conformado por los distintos profesores de la academia. Marta eligió tocar un bellísimo clásico. Adriana también tocó una pieza clásica, pero con algunas modificaciones personales y otras hechas por otra profesora. El resto del grupo también se lució con las piezas elegidas por ellos. Al jurado le había fascinado la actuación de Adriana porque había sido muy creativa, pero Joel se opuso diciendo que Marta había sido muy profesional durante todo el curso y que ella era quien debía tocar en el auditorio. Cuando se dieron a conocer los resultados, algunas personas sospecharon que Marta había ganado porque era posible que existiera una relación sentimental entre ella y el profesor, pues a los ojos de estas personas Adriana se había esforzado en su actuación y era ella quien merecía el premio y no Marta.

Posteriormente, Joel habló con Adriana para hacerle un comentario al respecto.

–Adriana quiero felicitarte. Pienso como pensó el jurado que tu actuación fue muy creativa. Hay que reconocer que mostraste un gran esfuerzo y trabajo en equipo junto a la profesora que te ayudó. Elegimos a Marta porque siempre se ha esforzado, siempre ha tratado de dar su ciento por ciento, y tú sólo lo diste al final. Somos amigos y me conoces, me gusta ser objetivo e imparcial por eso no es cierto lo que algunos piensan. Tu madre tuvo razón siempre, tienes el don, pero un don sin esfuerzo no llega lejos. Tienes mucho potencial, tienes el talento para ser la mejor, pero te hace falta más disciplina, más confianza en ti. Has dado apenas un pequeño porcentaje de lo que puedes llegar a hacer, cuando decidas ser la mejor aquí estaré para apoyarte y ayudarte. Quizás no puedas representarnos en ese auditorio, pero estoy seguro que si te lo propones lograrás algo mucho mejor. Te guardaré un puesto en primera fila, no llegues tarde–, se sonrió.

La presentación fue un gran espectáculo que todos disfrutaron. La academia aprovechó la ocasión para dar reconocimientos a sus mejores estudiantes, incluyendo entre ellos a Marta y Adriana. Marta felicitó a su compañera instándola a que siguiera practicando y mejorando. Adriana, por su parte, le confesó su admiración.

Unos pocos meses después, Adriana y su mamá se fueron a vivir a otro lugar. En su destino le esperaba un buen empleo y una mejor calidad de vida; allí también prosiguió con su pasatiempo favorito: tocar el piano. Luego de mucho tiempo regresó a su ciudad natal porque se enteró que el piano que había sido de su tío estaba en venta de nuevo, y para ella ese piano tenía un valor sentimental muy alto. Así que costase lo que costase, quería recuperarlo.

Antes de volver a casa, pasó por el frente de aquella academia donde había aprendido tantas cosas. Recordó esos días y a su profesor. Decidió entrar y, para su sorpresa, el instructor Joel reapareció para atenderla como lo había hecho años atrás. Sintió alegría y él también. Se dieron un abrazo lleno de afecto pues siempre habían sido amigos. Cada uno siempre tuvo un trato especial con el otro, aunque él fue en muchas ocasiones estricto y exigente con ella.

Recorrieron los pasillos contando uno al otro sobre sus experiencias de vida y aprendizajes. Ella le dijo que estaba de paso, que había regresado para comprar un piano y que volvería a casa ese mismo día. Por su parte, él confesó que añoraba volver a verla, saber cómo estaba y si había seguido mejorando su habilidad para tocar. Ella le correspondió diciendo que también había querido verle en más de una ocasión.

–¿Qué puedo decir Adriana? Las cosas han marchado bastante bien por aquí. Me casé con Marta unos meses después de que terminara el curso en el que participaron. Ella es toda una profesional; excelente mujer, amiga, esposa y colega. Espero pronto poder decir: la madre de mis hijos. Claro como toda pareja siempre ha habido algunos roces, pero nada que el amor no pueda arreglar. Sigo impartiendo clases tan estricto como me conociste. También participo en alguna que otra presentación. Me esfuerzo por ser feliz, eso hago.

–Me alegra, me alegra mucho verte sonreír como siempre. Se ilumina todo tu rostro. Hemos sido bendecidos con cosas muy buenas ambos. Yo también estoy trabajando con gente muy colaboradora, sigo tocando para mejorar y creo que he aprendido bastante. También conocí a una bella persona de la cual me enamoré, tenemos mucho en común y me ha demostrado que me ama. De hecho, mañana será mi matrimonio, y quería tener el piano que vine a buscar para tocarlo en esta ocasión tan especial. Significa mucho para mí, y quiero que mi tío me acompañe como lo hacía cuando era pequeña.

–¡Qué afortunado es ese hombre que se casará contigo! Me hace recordar el pasado, pero no creo que tenga caso hablar sobre eso a estas alturas de la vida…

–¿Hablar sobre qué? ¿Qué hay en el pasado?–, preguntó ella algo confundida.

Después de un corto silencio él le respondió.

–Hubo una vez que tuve entre mis estudiantes a un ángel. Era una hermosa mujer. Me encantaba su manera de ser, y su alegría se convirtió en mi propia alegría. Era ingenua, dulce y siempre buscaba el lado rosa de las cosas así fueran malas. Tenía una habilidad innata para el piano, pero era inconstante en sus esfuerzos. Yo quería que fuera la mejor y para eso debía exigirle, pero ella era fuerte y era frágil a la vez. Yo sabía que si le exigía como quería hacerlo tal vez se iba a frustrar, y después me odiaría… yo no habría podido aguantar esa mirada. Me sentía como un padre, deseaba para ella los logros que ella por sí misma nunca desearía. Ella no buscaba ser la mejor entre mejores, pero yo lo quería así. Sin embargo, me acobardé y dejé que siguiera su propio ritmo. Cada vez que la escuchaba tocar algo dentro de mí gritaba: “¡Puede hacerlo mejor! ¡¿Por qué no lo hace?! ¡Debe hacerlo! ¡Debe esforzarse más!”, y muchas veces se lo dije con seriedad y otras simplemente opté por callarme. No debía presionarla, así que tuve que aprender a calmarme y comenzar a tratarla como al resto del grupo. Fui duro en algunas ocasiones con ella, pero ella también sabía que era cierto lo que le decía. Lo hice porque la quería, pero siempre hubo una distancia que nunca me permitió decirle esto cabalmente.

Dio unos pasos, y luego prosiguió.

–En varias oportunidades me dieron ganas de invitarla a algún sitio. Quería llevarla a tomar un café, a caminar por un parque o ir a la playa. Llegué a imaginar que la besaba, y que por fin ella encontraría la voluntad necesaria para dar el ciento por ciento. Llegué a imaginarme entre sus brazos. Ella fue algo especial, algo puro; era ilusión, era alegría, era algo imaginado entre tanta realidad. Y nunca se lo dije, sólo le insinúe que era hermosa. Sólo eso.

Adriana no podía creer lo que había escuchado. Caminó hacia la ventana más cercana y se quedó mirando el paisaje. Quería decir algo, pero estaba buscando las mejores palabras para hacerlo. Joel seguía algunos pasos detrás de ella atento a lo que pudiese decir, y por un instante se arrepintió de su confesión. Adriana se volteó y le dijo.

–Me toma por sorpresa todo cuanto has dicho. Es cierto, a veces pensé que yo te agradaba, pero la mayoría del tiempo yo sabía quién era yo y qué lugar tenía. Yo no era Marta, y no podía competir con ella o compararme pues no quería hacerlo. Dudé pues no había posibilidad de que fuera la elegida, nunca lo fui ni siquiera dentro del curso. La semana antes de la presentación, cuando se hizo el anuncio para que todos participaran en el concurso, yo me esforcé como nunca y pedí ayuda aquella profesora. Jamás me habían elegido, y pues quería ser seleccionada por lo menos al final. Había cometido errores, y de seguro los seguiría cometiendo, pero estaba dispuesta a poner todo de mí para dar una pequeña retribución a tu esfuerzo, a tu paciencia; quería que estuvieras un poquito orgulloso de mí, aunque fuera un poquito. El resultado no me sorprendió; y no sentí envidia, pero claro que sí frustración. Me decía que, por lo menos, lo había intentado y que era muy difícil convencer al jurado. Hasta que, por mala suerte, escuché a los profesores decir que habías sido tú quien se opuso a que yo fuera elegida, entonces ahí sí me dolió mucho. Eras mi profesor y no habías creído en mí.

Ella hizo una pequeña pausa.

–Pensaste que no me esforzaba, pero cada día traté de mejorar un poquito. Recuerdo que cuando tenía un adelanto me ponía muy ansiosa por mostrártelo, pero luego se desvanecían las ganas cuando pensaba que no sería suficiente para ti. Cuando lograba algo era lo mismo, sin quererlo y sin saberlo me cohibías. Durante algunas prácticas lloraba y me decía: “¡Yo sabía que no servía para esto, yo lo sabía! ¡Esperan más de mí y no puedo darlo, no puedo!”, y así continuaba mi agonía. Yo misma caí en un círculo inhibitorio, durante el curso y después de él. Pero, ¿sabes qué me ayudó a salir de todo eso? Tus palabras, ese día cuando me explicabas por qué no había sido elegida. A veces la verdad no te da alegría o calma, pero sí ayuda en algo aunque tardes en darte cuenta. Así comprendí que sí creías en lo que podía hacer, pero que aún no estaba preparada y que todo dependía de mí. Desde ese día, y actuando tan independiente como siempre he sido, y sin importar que me dijeran que estaba feo algo, comencé a crear una melodía personal que he trabajado por años. Ya está lista y será mi auto-regalo de bodas. Voy a compartirla contigo.

Adriana camina unos pasos hasta llegar al piano que se encontraba en la sala. Toma asiento y eleva sus manos por sobre las teclas. Su rostro dibuja una expresión de búsqueda, como si ella navegara por lo recóndito de su mente para encontrar un tesoro. Luego de un instante sus dedos comienzan a moverse, y comienza una agradable melodía. Joel queda maravillado mientras la ve tocar como nunca. Se siente tan orgulloso ahora, ella había alcanzado la cúspide que tenía destinada.

Luego de unos minutos vuelve el silencio.

Joel se acerca al piano, y con una gran sonrisa le dice que es una bella melodía.

–Me ha hecho viajar entre tantos recuerdos. Es una mezcla que no puedo describir. Puede mover cualquier sentimiento, y alzar la alegría o el llanto. Es sencillamente maravilloso.

Ella le sonríe.

–Lo que haces con sentimiento, a los sentimientos afecta. He buscado un nombre para esta obra y tardé en dar con él, pero lo conseguí: “Confesiones a piano”.

–¿Por qué ese nombre?

–La música revive instantes y sentimientos vividos. Esta melodía en particular confiesa muchas cosas, eso explica cómo puede mover tantos sentimientos distintos. La única forma de sentirte afectado es que ella reviva lo que tú has vivido anteriormente, para ello desnuda su alma sin palabras y la tuya lo entiende así. La melodía te confiesa lo que siente y tú lo sientes con ella. Te habla del amor, de la ilusión, de la añoranza y la nostalgia; de ese amor perdido y de ese amor ganado, de lo cobarde que somos y lo valiente que podemos ser. Habla de mi tristeza al dejarte ir y de mi alegría por tu alegría. Habla de lo absurdo que puede ser querer a alguien y nunca tener el coraje para decírselo por miedo, y sobre todo habla… de lo mucho que te quiero.

Ella vuelve su mirada al piano.

–No sentí que fuera la mujer para ti, yo jamás podría tener tus logros. Tú eras todo cuanto yo quería: sinceridad, firmeza, liderazgo, sensibilidad, honestidad, respeto,… Todas las cualidades que siempre había buscado en alguien, pero resulta que me ganó el miedo. El miedo a no ser lo que buscabas o necesitabas, miedo a fallarte y a equivocarme. Pero, ¿quién no se equivoca? Hasta para decir “te quiero” la gente se equivoca; titubea, grita, llora, pero yo nunca me atreví a nada de eso. Qué contrariedad, después de tanto tiempo diciéndonos a nosotros mismos que debíamos callar… míranos confesando todas estas cosas.

A lo lejos se escucha el sonar del reloj. Adriana se levanta de su asiento.

–Se hace tarde y debo empezar mi viaje. Además no quiero quitarte más tiempo, entiendo que debes cerrar aquí y volver a casa. Hoy ha sido un gran día, gracias por tu tiempo y por escucharme. Supongo que cada uno se ha liberado de la carga que representa llevar un secreto.

–¿Debo suponer que ya no volveré a verte?

–Quizás sí, quizás no, nadie sabe lo que puede pasar mañana. Nadie tiene la verdad en sus manos, y nunca nada es absoluto así que no puedo dar una respuesta a tu pregunta. Quizás enviemos a nuestros hijos al mismo colegio, quizás hasta nos encontremos en algún auditorio, quizás me invites a la fiesta del primer cumpleaños de tu hijo o hija, o hasta puede que seas el instructor de piano de los míos. Lo importante es saber que pase lo que pase siempre va existir un cariño muy especial entre los dos, y que siempre podrás contar conmigo y lo digo en serio.

–Creo que siempre nos quedará la pregunta de qué pudo haber pasado.

–Hubiera pasado lo que ha pasado, que somos grandes amigos y que ni la distancia ni el tiempo podrán hacer que olvidemos las enseñanzas que nos hemos dejado mutuamente. Eres mi maestro y yo tu aprendiz, y esa unión no se borra nunca.

El asintió.

–De verdad, fue agradable encontrarte–, le dice Adriana mientras extiende su mano, y él la estrecha con mucho afecto.

–No te olvides de mí.

–Nunca. Hasta luego, profe.

Adriana inició su viaje junto al piano que le había acompañado de niña.

¿Cuánto puede confesar un piano?
¿Cuánto puedo confesar yo?
¿Está bien si le digo que lo amo?
¿Está mal lo que grita el corazón?

Cada quien tiene su vida,
y es que en ella no estoy yo.
Lo que puede confesar un piano…
es lo que grita mi tonto corazón.



Waldylei Yépez



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02/08/06 02:16 a.m.
03/08/06 01:15 p.m.

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