viernes, 16 de septiembre de 2005

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Tu nombre en mayúsculas

Hoy quisiera liberar esas palabras
que tanto he guardado,
no me importa hacer una rima,
y ni siquiera un verso.
He charlado mucho con mi almohada
entre sueños y nunca responde;
confieso que hay instantes
en los cuales busco tu foto
pues me calma cuando triste estoy,
abrazo mi oso de algodón,
y él me cobija, es quien ha estado
cuando nunca te he encontrado.
Dejé la costumbre de llorar por ti
pues en cada cosa vivías,
y el que no estuvieras era mi agonía.
Lo cotidiano se me volvió monótono,
y ya no hay con quién compartir
el chocolate que a tu boca di.

Hoy quise escribir lo más bello del mundo,
en una prosa que dijera mucho,
de hecho la poesía me sale mal,
y sé que no volverás a estar.
Abracé al viejo tiempo
pues sólo él será capaz de entender
lo inmenso del amor que una vez fue;
comprendí que de una ilusión no puedo vivir,
y que liberarte te hará más feliz.
El tenerte en mi mente me hace mal,
y en tu corazón ya no puedo estar;
no merezco tanto daño
cuando mi único pecado fue amarte;
sé que no habrá otro amor como el mío
pues era, sin condición, un torrente al vacío.

Hoy a través de este papel envío un beso,
ése que he guardado todo este tiempo,
el viento me ayudará a colocarlo en tus labios,
verás con los ojos cerrados mi rostro,
y escucharás el silencio
que gritará una última vez mi nombre;
déjame ir, así como yo te libero de mí.

Hoy he guardado en mi cofre esos recuerdos,
desde los sublimes hasta las peleas,
sin dejar de guardar tus promesas,
las fotos y tu grandeza.

Hoy quise escribir lo más valioso
que hasta hoy tuve,
tú, pues eras mío,
quise escribirte y describirte,
mi mayor tesoro, tú,
pero no habían palabras ni versos
ni letras que pudieran escribir mis latidos,
creí que todo estaba perdido
pues qué y cómo podría escribir,
pero encontré una forma de unir todo,
de decir cuánto me importabas,
de cuánto te amé hasta hoy...
entonces ESCRIBÍ TU NOMBRE EN MAYÚSCULAS,
así de importante eras... hasta hoy,
te quiero. Adiós, amor.



Waldylei Yépez



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16/09/05
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viernes, 12 de agosto de 2005

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Con los brazos abiertos

Esta noche quisiera tocar el cielo,
quisiera morir lentamente en tus brazos,
quisiera hacer unos cambios en mí,
quisiera mejorar para ti.

Mira cómo muere la noche y el día,
cómo el horizonte se une con el mar,
cómo se pule el diamante de un corazón,
cómo puedo bajar las estrellas por ti.

Con los brazos abiertos te espero
en mi sala, cocina y almohada,
con los brazos abiertos, amor,
mi vida, corazón e ilusión.

Perdona lo que dije si te ofendí,
olvida lo malo que he hecho,
esta noche quiero ganarme tu amor de nuevo,
te necesito, quiero estar contigo.

Mañana veremos el nacimiento del sol,
cómo se van las estrellas ante la luz,
cómo llegan el canto de las aves,
y cómo soy al saber que te amo y lo sabes.

Con los brazos abiertos te espero
para sentir tu amor,
con los brazos abiertos, amor,
porque eres todo lo que soy.

Ni un instante te he dejado,
nunca he dejado de sentirlo,
sólo que a veces olvido repetírtelo
creo que está más que obvio.

Si me miras tiemblo de nervios,
quiero ser todo lo que quieres ver
o lo primero al despertar de tus sueños,
sueños que haremos realidad.

Porque aún te espero, amor,
con los brazos abiertos
donde mi puerta es tuya,
y mi vida también.

No importa lo que dijiste pues ya lo olvidé,
te perdono las ofensas y perdona las mías,
vivamos nuestro amor como ninguno,
vuelve a mí porque aún te espero.

Con los brazos abiertos, mi amor,
mi vida, corazón e ilusión,
puedes ver lo que soy si no estás,
entonces regresa esta noche una vez más.



Waldylei Yépez



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12/08/05
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Mi tragedia

Trato de ocultar esto,
pero gotas de lluvia caen,
por dentro muere,
muere lentamente, es mi tragedia.

¿Por qué?
Una vez más me repito,
¿por qué?
Dos veces más, ¿por qué?

Qué puedo hacer si llueve dentro de mí,
qué puedo hacer si llueve en mi ser,
el fuerte dolor que se expande,
me mata lentamente con sus flechas
el tiempo y distancia que hay aquí.

Mañana no habrá opción,
si extrañar o escribir una canción;
el ritmo de esta música me daña,
me hace recordar las memorias,
memorias que matan;
dime por qué debo sentir esto,
esto por ti.

Ocultar la lluvia que cae es imposible,
ni el sol las seca;
mientras mi dolor no cesa,
mis venas gritan una oda,
oda de dolor suavemente
que recita mi herida doliente.

Como un ave emigro a casa,
la casa nuestra
que diseñé en mi memoria;
cantan mis letras
mientras me duele cada una de ellas.

Dónde empezó está historia,
historia que no tenía fin,
pero ahora llega a una,
una sonrisa más, ninguna.

Desde hace poco me cuesta sonreír,
me cuesta respirar y vivir,
no podré continuar
ni mucho menos amar.

De qué vale escribir,
no lo volveré hacer,
no tiene sentido gritar con grafito
ni decir el 'te quiero' que repito.



Waldylei Yépez



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12/08/05
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Ciudad crepuscular

Esta es la historia
de la ciudad,
ciudad de amaneceres,
ciudad de anocheres,
la ciudad de mi ciudad.

Ciudad de contrastes,
árido y desértico,
belleza y vegetación,
única en condición.

Grandes de grandes
Lara, Jiménez y Torres,
y en tiempos más actuales
nuestro Lisandro Alvarado, señores.

En lo Centroccidental,
y nuestro Parque Nacional,
la Represa Yacambú,
el Araguaney con cielo azul.

Variquisimeto nos llamaron
por agua de cenizas de turbio raro,
Barquisimeto somos ahora
como de Lara, la Zaragoza.

Cubiro y sus lomas,
el perfume y su aroma,
aroma de mujer,
cielo de estrellas al anochecer.

Obelisco hecho Cuatro,
Cuatro hecho Obelisco,
la barra brava
de los guaros que son de Lara.

Catedral de piedra
donde creyentes esperan
la llegada de la Señora,
ella, la Divina Pastora.

Las noches de luz de luna,
las tardes de crepuscular sol,
es mi ciudad, mírale reír,
y los chicos compartir.

Capital musical,
ciudad crepuscular,
trato de hermandad,
ésta es mi ciudad.

Corazón rojo de Cardenalito,
río turbio de cenizas,
bendición de una Pastora,
y los sueños que se añoran.

A la luz de una plaza
en bancos de piedra y gracia,
esperando su llegar,
su mirada y su amar.

Barquisimeto en Venezuela,
en Venezuela el Estado Lara,
en la sombra está sentada
la morenita que te esperaba.



Waldylei Yépez



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12/08/05
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sábado, 30 de julio de 2005

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Ámame

Sol intenso en ti y en mí,
mi joven amada allí me esperas.
¿Qué buscas en mí? ¿Qué quieres de mí?
Una noche perfecta para ser amor,
un caudal de pasión que quiere desbordarse,
hagamos realidad las fantasías,
y demos vida a la poesía.
La noche apenas empieza
en las sábanas o sobre la mesa,
desvelo entre las sedas,
y los besos que se acrecientan.
Acércate y verás
que mis caricias tuyas serán,
se fusiona tu sol y el mío
en pasión resplandeciente.
Cómo te convertiste en lo que pedí,
eres un sueño real.
Otro ritmo mi ser tiene,
un corazón diferente late en mí,
jovial e ilusionado,
un amor esperanzado.
Bella princesa de azul mar,
respeto, amor y verdad,
mirada de niña, mi niña,
hermosura de mujer, mi mujer,
mía por siempre, y tu cuerpo, lo sé;
regalo por mí esperado,
y la alegría de estar a su lado.
Ámame completamente mujer,
vísteme con tu cuerpo,
y déjame descansar en tu vientre;
ámame sin condición ni interés,
y quédate cerca una y otra vez.
No te vayas, una bendición es tenerte,
saber que eres mía todo el tiempo,
haya sol o haya luna
como ella es, ninguna.



Waldylei Yépez



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30/07/05
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Tu ausencia

Llevo dos días llena de vacío,
siento un agujero donde debería haber un corazón,
con tanta presión y ganas de llorar,
con tanta desgana y ganas de gritar.
Ha pasado tanto tiempo y aún tu recuerdo,
tantos pendientes y aún en mi mente,
una puñalada sacó mi corazón,
y la herida aún duele
consecuencia de ese adiós.
Esta noche de estrella y luna,
donde mis letras han de nacer,
y ese sentimiento habrá de expresar
las lágrimas de luna
y su triste soledad.
No sé si esto sea lo último que sabrás de mí,
mi muerte no podré predecir,
pero si hoy muero quiero que esto sepas:
"Cada mañana me gusta admirar,
como el anochecer caminar,
tu rostro mi mente refleja
sobre el espejo detrás me vieras,
tu traje azul de mar,
y un corazón de cristal
me han hecho de ti enamorar,
pero al saber que ya no estás
no tengo corazón, sólo vacío siento yo,
vivo en ausencia de ti
porque fue lo único que dejaste,
y en cada una de mis lágrimas estás..."
Quisiera decir un poco más,
pero mi dolor no podré expresar,
me haces falta corazón
para que llenes el vacío de mi interior.
Necesito de tu presencia,
pero recuerdo que tengo la ausencia,
la presencia de tu ausencia
sólo trae la ausencia de una presencia
de un corazón que un día latió,
pero que luego... por ti murió.



Waldylei Yépez



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003.Tu ausencia.Colección Cofre Negro.Waldylei Yépez.docx
30/07/05
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sábado, 9 de julio de 2005

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Oso de secretos

Si es cuestión de confesar
no es necesario un cura que me escuche,
ni siquiera estar frente a alguien.
A veces me da miedo plasmar todo el sentir
pues no deseo que me lleguen a descubrir,
temo puedan ver más allá,
más allá de lo que deseo vean,
de lo que necesito lean
o cambiar la actitud de cómo sean.

Oso polar u oso hormiguero,
oso de trapo u oso de tiempos,
confesionario de algodón o un almohadón,
una vez más aquí estoy para hablar y decirte
todas mis culpas y todos mis llantos,
todos mis sueños y todos mis cantos;
fiel amigo mudo y ciego,
sin reproches y oídos buenos,
con lágrimas de impotencia
por el dolor en mi existencia,
conoces más de mí y yo misma sé
que sin ti moriría de pie,
pues no tendría a cual regazo acudir
cuando el llanto y la tristeza se apoderan de mí.

Sola como la luna,
llena de cráteres en mi sensible corazón,
pues lo regalé pidiendo lo cuidasen,
pero lo hirieron porque lo dejaron solo,
solo como jamás pensé pasaría,
o medio solo, y eso también duele.
Me repetía una tras otra tantas cosas:
¿Cómo te fue a pasar eso?
¿Por qué lo permitiste?
¿Por qué le quisiste?
Y hasta: ¿Por qué te duele tanto?
Quería bloquear pensamiento tras pensamiento,
no quería me perturbasen los recuerdos.
Cuatro paredes fueron mi refugio,
las cuatro paredes de las cuales quería huir;
sentada sola en una cama con la mirada baja,
baja marea de la playa, bajo ánimo, baja risa,
simplemente estuve contra el piso
ni levantar la mirada pude,
menos mis alas que rotas tuve.
Había tanto que quería decir,
pero una lágrima en mi garganta estaba.
Mi voz quebrada y la mano temblorosa,
el dolor de aquella rosa,
y la indiferencia que me destroza.
¿Cómo culpar a alguien?
Simplemente no hay culpables,
ni siquiera la persona por la cual lloro,
yo le debo tanto, le debo muchas lecciones.
Mi corazón se hundía entre sus lágrimas
pues no aceptaba lo que debía;
sangrando, lo vi sangrando
como ave con ala rota,
lo tomé en mis manos y quise entibiarlo,
pero mi alma muy fría estaba
así que en una cajita lo encerré,
y bajo llave lo guardé,
ahora nada me toca, nada me daña
o por lo menos es lo que trato.
¡Qué gran daño causan las espinas de rosas!
Agradezco lo que fue y quizás extrañaré,
pero llegó la hora de romper las cadenas,
de ser libres como aves en su altivo vuelo,
no queda más que decir: adiós,
adiós al dolor, adiós tristeza, sin ninguna aspereza,
y gracias de parte de mi corazón...



Waldylei Yépez



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069.Oso de secretos.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
09/07/05
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domingo, 3 de julio de 2005

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Adelante

Lo más difícil de esta vida es vivir,
lo más bonito es amar,
lo más doloroso el perder a alguien,
y lo más fácil es rendirse.

Sé que no ves solución alguna,
sé que piensas que no sales de atascos,
crees que todo está en tu contra,
y que tu esfuerzo no vale.

Yo sé todo lo que sientes,
y sé todo lo que dices
porque también sentí ese frío intenso
visitando las tinieblas de la mente.

Me dije que no valía y que era inútil
pues no había hecho nada por más que lo intenté;
fui mi juez, acusador y verdugo,
lo que hice fue perder mi estima.

Me culpé y me culpaba
rindiéndome frente al muro,
mi alma desolada,
y del pesimismo esclavizada.

Aunque hay quienes piensan
que la vida es un asco,
nunca debes escucharles
por más que en el camino hayan charcos.

No te rindas a pesar de los obstáculos,
si hay un hueco inmenso frente a tu casa,
¿prefieres quedarte afuera en vez de entrar?
¿O atravesarás el inhóspito camino
para llegar a un feliz destino?

Mis intereses son míos,
no hay otros que busquen mi bien
si ni siquiera yo me preocupo por mí,
pero habrán quienes esperan más de ti,
quienes esperan verte surgir.

Muchos son los conocidos,
pocos son los amigos,
pero siempre habrá alguien,
alguien que confiará en ti.

Comienza por quererte un poquito,
sigue esforzándote como siempre,
continúa la batalla hasta la guerra,
y finaliza el hoy aprendiendo algo nuevo.

Por más oscuro que el cielo esté,
el sol aún existe y su brillo no será opacado,
la oscuridad está muy por debajo de él,
y de ti, vuelve a brillar como siempre.

Mañana habrá una nueva aurora,
yo también tuve miedo,
y como tú sufrí ese frío,
pero en mí estuvo la respuesta,
confía en lo que digo, no te dejes morir,
y aunque hayas tocado fondo
no te preocupes, yo también lo toqué,
pero al final me levanté,
y de pie aquí te esperaré...

¡Adelante! Una vez más, ¡adelante!



Waldylei Yépez



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03/07/05
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viernes, 1 de julio de 2005

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Mírame

Sé que no esperas que te regale mis letras,
pero no trato de escribirte,
ni siquiera te he buscado para escucharte,
mucho menos para mi cariño brindarte.
Algunas veces noto tu presencia,
pasas por mi portal sin detenerte a saludar,
y aunque de frente te he encontrado
nunca tienes tiempo, tu tiempo está ocupado.
Vives en mi mente,
y allí he rozado tus labios cientos de veces;
exploré con cuidado tu rostro,
y en mis dedos tu cabello, un enredo.
¿Qué te trae aquí el día de hoy?
¿Acaso soy a quien buscas?
¿Es que te sientes solitario?
Me gustaría acompañarte,
quisiera todo mi cariño darte
sin más explicaciones que la de una frase:
Te quiero.
Hablarte, sin palabras,
mirarte, sin ojos,
tocarte, sin manos,
besarte, sin labios,
quererte, sin tenerte.
Tu presencia sin presencia
calma tu triste ausencia,
tus detalles sin complicadas acciones
traducen en mí muchas emociones.
Si pienso que alguien está amándote
mis celos se vuelven agonía,
limpio el piso con mis esperanzas,
y no sabes cómo duele mi añoranza.
Te quiero, no me canso de decir,
anhelo decirte lo mucho que me importas,
dime cómo ganar un rinconcito de tu corazón.
Sé que no eres mío, y no lo has sido,
pero de mí ya tienes un pedazo,
... de ti, sólo para ti seré,
y espero algún día, me voltees a ver.



Waldylei Yépez



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domingo, 15 de mayo de 2005

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Andanza

Diez mil promesas guardadas en el baúl de mi mente,
dos mil besos en espera,
andanza entre mundos perdidos,
gotas de miel en mi piel,
sentimiento furtivo,
ansia de tus labios,
anhelo de tus brazos.

En mi mente, tu silueta,
entre mis brazos, tu cintura,
entre mis piernas, tu cuerpo,
entre mis labios, tu boca,
en mi boca, tu aliento,
en mi aliento, tu esencia.

Las costas de mi mar
lideradas por ti están,
tocas la melodía
en la guitarra de mi cuerpo.

En mi espejo, tu cara,
tu respiración en mi cuello,
tus manos exploran la arena,
arena sedienta de mar.

No existen fronteras;
si el mar y el cielo se unen,
¿por qué tú no conmigo?
Déjame tocar tu rostro, despacito
como si no quisiera se acabase el tiempo,
como los últimos sorbos de una bebida,
deja que explore tus labios
con delicadeza, lentitud y constancia.

Tropezar mi camino con el tuyo,
andar por tus avenidas y calles,
tomar el metro y el taxi,
mostrarte quién soy y pararme delante,
hablarte bajito al oído,
y vivir mis sueños contigo.

Así vive mi mente, extrañándote,
buscando tu cara, y mirarte,
pronunciando tu nombre, cada instante,
preguntándome si debo seguir adelante,
la diferencia lo hace que sepas todo esto;
éstas son unas simples andanzas de mi mente,
pero tu querer hará la diferencia;
somos como cualquiera puede ser,
pero no necesariamente debe ser así,
si yo te quiero y tú a mí
la diferencia se hará sentir...
No hay fronteras
cuando de verdadero querer se trata...



Waldylei Yépez



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068.Andanza.Colección El Poder de las Letras.Waldylei Yépez.docx
15/05/05
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