003.Última charla. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc
Muchas veces terminamos de hablar sin terminar de hablar, damos por finalizada una conversación que a veces apenas comienza. De cualquier manera, siempre hay la oportunidad de una última charla cuyo desenvolvimiento depende ciertamente de sus participantes. Cada quién tiene su forma de despedirse, la mayoría de ellas termina en fuertes peleas e insultos. Carlos y Amanda se debían una platica final, pero más que final fue como un principio que concede su paso al fin...
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Carlos era un hombre enérgico, dominante y posesivo, él estaba casado con Amanda una chica con gran amor a su libertad personal, pero que había dejado eso de lado por amor a él. Ciertamente, los dos renunciaron un poco a quiénes eran para poder acompasarse con el otro. A veces chocaban porque caían en la actitud de querer dominarse, a veces él o a veces ella. Los dos tenían un carácter fuerte, pero ella debía ser más dócil en variadas ocasiones y gracias a eso su matrimonio pudo superar terribles momentos, si no lo hubiese hecho así se habría producido una temprana ruptura pues él nunca daría su brazo a torcer. Sin embargo, se amaban mucho y eran muy apasionados.
Al tercer año de matrimonio las cosas empezaron a estar muy mal, él trabajaba más de la cuenta y esto a ella le parecía muy sospechoso, así nacieron sus más terribles celos y creyó que él le engañaba con su secretaria, pudo haber hecho cualquier cosa para averiguarlo pero tenía miedo de confirmar sus sospechas pues una cosa es creer y otra muy distinta es saber o tener la certeza. El era un hombre muy atractivo tanto físico como con en el trato mismo, tenía cualidades para tener a más de una detrás y ésta verdad la mataba lentamente cuando pensaba en que sí habría muchas posibilidades. Ella en atributos tampoco se quedaba atrás, y una tarde tomó la decisión de poner en práctica la ley del “ojo por ojo, diente por diente”. Se suponía esa noche su marido llegaría tarde pero no fue así, cuando Carlos llegó cansado a casa vio que su esposa no estaba y se quedo en la sala esperándola. Unas dos horas más tarde ella llegó, supuestamente aún tenía media hora antes de que su marido llegase a casa pero se encontró con la sorpresa de que ya él estaba allí. Tuvieron una fuerte discusión donde se dijeron de todo hasta del mal que se iban a morir, él le reclamaba su traición y ella alegaba que él había empezado todo eso, que era su culpa, que cómo era posible le hubiese engañado con su secretaria a lo cual él muy furiosamente contesto que nunca había tenido nada con ella. El no podía aguantar su rabia así que terminó pagándola con la pared mientras le gritaba un montón de cosas, ahora la imagen de esposa fiel y buena se había desintegrado por completo como así mismo le había pasado a ella días antes.