martes, 23 de octubre de 2007

, ,

¿Cómo decir?

013. Cómo decir. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

¿Será que podemos hablar unos instantes? O mejor dicho, ¿Será que puedes escucharme un momento? Me imagino que estás ocupado, como siempre lo has estado, pero quiero decirte algo. Por favor, deja de escribir o de mirar el objeto que miras, en su lugar mírame a mí que estoy aquí. Sé que el negocio es importante, también comprendo que debes trabajar pero son sólo unos minutos de tu tiempo lo que quiero.

Sí, ya me has dicho que me quieres, y también me has dicho que me piensas. Pero yo sé que, en verdad, sólo es en los instantes que nos vemos, cuando te acuerdas de éste rostro. No por favor, no digas que sólo busco discutir y que nada me satisface. No me ofrezcas cosas materiales, eso no me interesa aunque pienses lo contrario. Yo sólo… te he amado demasiado.

Hoy desperté empapada en silencio, y me puse a pensar cómo decirte todo esto. ¿Podrías dejar ésa llamada para más tarde? ¿Tienes que contestar ése e-mail en éste instante? Sí, yo comprendo… siempre lo hice, y has de admitir que nunca lo agradeciste. No digas eso, no busco discutir, de verdad.

Cada vez que recuerdo tus palabras bonitas, revivo todo lo bueno que me hicieron sentir. También aprendí a conocerte con el tiempo, hasta darme cuenta que sencillamente no me necesitas. Sí, sé perfectamente lo que estoy diciendo.
Continuar leyendo ¿Cómo decir?

sábado, 20 de octubre de 2007

, ,

Puente al Futuro

012. Puente al Futuro. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Era una noche bastante oscura. A lo lejos, los sonidos de las bestias al acecho. Él caminaba rápido entre la maleza de aquel bosque. Se preguntaba así mismo si habría alguna cabaña cercana. No era la mejor situación que vivía.

De repente, oyó el sonido de las piedras arrastradas por el agua.

« ¡Un río! ». Se dijo para sí mismo. Corrió.

Al llegar, se dio cuenta que efectivamente era un cuerpo de agua. Bastante extenso, caudaloso y hondo. No había modo de pasar al otro lado.

Fue entonces que escuchó un ruido débil cerca, también se movía ligeramente un pequeño arbusto. El chico se acercó con cautela, allí pudo divisar a un anciano que titiritaba. Si bien llevaba algo grueso para cubrirse, no le era suficiente para el tenaz frío que los acechaba. El hombre apenas lo miró.

« Y yo que pensé estaba en una pésima situación ». Reflexionó un momento. Luego siguió preguntándose cómo haría para cruzar el río.

- No hay forma de cruzarlo -. Le dijo como pudo el viejo.

- Mañana lo veremos -. Contestó el chico.

Luego se dispuso hacer una fogata, ambos necesitaban calor o la pasarían muy mal en la noche. Le preocupaba más el anciano por su avanzada edad.

« Debo encontrar una manera de pasar ése río ».

A la mañana, el viejo abrió los ojos. Desperezó su cuerpo mientras oía los ruidos de unas aves. Miró a su lado, allí estaba el chico aún dormido. Decidió levantarse para estirar las piernas y buscar algo de comer. Se alejó algunos metros del sitio. Al rato estuvo de regreso, y el chico parecía un oso invernando. Hizo un gesto de desaprobación. Fue entonces cuando tomó una rama del suelo, y se la lanzó encima. Éste se levantó asustado, pues el golpe lo había despertado.
Continuar leyendo Puente al Futuro

martes, 9 de octubre de 2007

, ,

El Privilegio de Amarte

011. El Privilegio de Amarte. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

He intentado escribir un par de ideas, pero no he podido plasmar nada concreto. Será que no tengo inspiración alguna, o que no puedo unir satisfactoriamente dos palabras. Sigo intentado decir algo importante, pero las letras superfluas sobran.

¿Qué te puedo contar de ésta noche? Quizás que es una noche como cualquier otra. Creo que no hay nada fuera de lo común, excepto porque ésta vez quiero escuchar tu voz diciendo: “Hola, que tal”. Sí, me encantaría que hicieras sonar mi teléfono.

Mientras escribo puedo imaginarte, allí yaces sentado leyéndome sin motivo alguno, aunque quizás yo te lo pedí o te insté a que lo hicieras. Sin embargo, nunca he pretendido que me leas. Para serte sincera, nunca he esperado nada de ti y aún así, terminas dándome cosas que no esperé, que no pedí pero que necesitaba aunque no lo dijese. He estado preguntándome, ¿Cómo es posible que seas así? Es que me sorprende tus pequeños-grandes detalles que siempre hacen la diferencia.

Estuve repasando los capítulos de mi vida, hace relativamente poco tiempo, y siempre se me ha tildado de ser alguien tal o cual. Pero no sé por qué razón ahora, me gustaría saber cómo me ves tú. Por otra parte, ¿Te gustaría saber cómo realmente soy? ¿Te interesa saber cuáles son mis niñerías? ¿O conocer mi firmeza cuando se trata de seriedad? De mi parte, no sé mucho de ti tampoco, creo que estamos en la misma situación. ¿Quién reside detrás de ése rostro? ¿Quién respira bajo ése nombre tuyo?

Me sorprende verte aparecer cada vez que necesito un apoyo. Me inquieta sentir que, en algún momento, voy a comenzar a necesitarte más de lo normal. Pero para seguir siendo franca, no voy a impedirlo. Me agrada cada uno de tus gestos.
Continuar leyendo El Privilegio de Amarte

lunes, 1 de octubre de 2007

, ,

La Librería del Amor

010. La Librería del Amor. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Ana era una mujer dedicada a los libros y las letras, se había casado con Ricardo hacía un par de años. Él había prometido ayudarla con la apertura de la Librería que tanto deseaba. Trabajando juntos se logró hacer para principios del mes de Abril. Ella buscó la ayuda de su mamá para la caja y administración, mientras su esposo continuaría en su trabajo original.

Alejandra, Pedro y Miguel eran jóvenes emprendedores que Ana decidió contratar. Todos tendrían más o menos su edad, se había casado joven y había sido privilegiada con un matrimonio feliz. Estaba alcanzando poco a poco lo que se había trazado.

De ella, podemos decir que era un mujer atractiva, con cabellos largos castaño claro y ojos color café. Su porte era la de una mujer muy segura, decidida y firme. Ana y Ricardo hacían la pareja perfecta; él nunca dio de qué hablar.

En la librería todo marcharía de viento en popa, los empleados eran muy colaboradores y pronto se harían grandes amigos de su jefa. Ana estaba complacida.

Sin embargo, meses más tarde sentiría una caída importante en las ventas, pues la competencia terminó siendo ardua. Esto le llevó a una crisis financiera, que podría acabar llevándola a recortar personal, y era algo que no quería hacer. A pesar de las trabas, se mantuvo junto al apoyo de todos. Pero la situación se hacía cada vez peor.

Un día, antes del horario de cierre, uno de los empleados subió a la segunda planta para hablar con Ana, en su pequeña oficina junto al depósito.

- Disculpe, ¿Puedo pasar? -. Le pregunta Miguel a su jefa.

- Por supuesto, adelante -. Le contesta Ana, mientras se quita sus lentes para leer.

- Estoy aquí porque quisiera presentarle el mayor apoyo y colaboración posible. Me parece que las bases para ésta librería son muy importantes, y le parecerá raro pero me gustaría colaborar con algo de dinero para pagar algunos compromisos. No es mucho, pero estimo que podría sacarla de apuros -.
Continuar leyendo La Librería del Amor
, ,

Café con leche

009. Café con leche. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

- ¿Aún no terminas ésa pintura? -. Preguntó una voz femenina que retumbó en la habitación.

- No hermanita, aún no la termino -.

Sofía López era la hermana menor de María Emilia, ésta última era toda una artista del lienzo; por su parte, Sofía se encargaba de la Galería de exposición y las presentaciones de las obras de su hermana.

- ¿Pero qué le falta? Yo la veo completa -.

El paisaje representaba un pequeño café en el centro de la ciudad, ciudad que abandonarían pronto puesto que María Emilia se casaría en los próximos meses. La cafetería plasmada, era un lugar cómodo y sencillo con mesas disponibles al aire libre. Marie, que era su apodo artístico, había realizado una excelente imagen de aquel sitio, incluyendo unas mesas con muchas personas, pero había un detalle extraño: la mesa principal yacía con las sillas vacías, y era la única que estaba así.

- No, le falta algo… -. Le contestó Marie a su hermana.

- Bueno, para mí está todo perfecto -.

- Pues para mí no -. Y Marie puso sus pinceles en la mesita que tenía a un lado. - Le falta algo, pero aún no sé qué es -. Y se quedó pensativa.

- Tu última presentación en la Galería será en dos semanas, y prometiste todas las piezas nuevas Marie, es necesario que la termines o la muestres así sin terminar. Sé que no te agrada la idea, no me pongas ésa cara, pero ésta será “tu despedida” y debe quedar bien, de eso me preocupo yo pero necesito que termines tu parte del trabajo -.

- Lo terminaré, o si no hago otro cuadro, no hay problema con eso -.

Sofía le dio una palmada de apoyo y se retiró, mientras Marie seguía pensando cómo acabar la pintura, no tenía falta de inspiración era sólo que no sabía como acabar ésa, precisamente.

Se quedó un rato más pensando pero decidió ir a dar una vuelta, tomó un libro y su chaqueta cuando salió. Caminó alrededor de la plaza y por el centro, terminó llegando al mismo establecimiento que había pintado. Era una buena hora así que aprovecharía de tomarse un cafecito. Todas las mesas estaban ocupadas, espero un rato a ver si alguna persona se retiraba. Unos minutos después terminó desocupándose un sitio.

- Por favor, me da un cafecito con leche -. Le dijo al mesero.

Contemplaba el sitio, las personas que entraban y salían.

« Creo que terminaré pintando otro cuadro, será lo mejor ». Pensó.
Continuar leyendo Café con leche

jueves, 27 de septiembre de 2007

, ,

Aunque sea poco

008. Aunque sea poco. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Sabes que para darte, tengo poco. Supongo que mi mayor riqueza es el don que me hace respirar. Y si hablamos de talentos, creo que lo mejor que sé hacer es escribir, tal vez eso es lo único que poseo y que no dudaría en darte. De nada me sirve tantas palabras, si no tengo a quién dirigirlas. Quizás no haría nada de esto, si no tuviese la plena seguridad de que estas letras algún día llegarían a ti. Confío en que tus ojos no se cerraran ante ellas.

No tengo nada material que pueda representar lo que siento. No hay música, bailes o detalles, ni momentos perfectos para decidir amar. Supongo que yo decidí amarte hace mucho tiempo atrás, cuando ni siquiera sabías que existía.

La fuente del amor tiene muchas formas. Yo te he amado en varias de ellas, desde la orilla hasta el origen donde brota. Y a pesar de que tiene muchas formas, sigue fluyendo como río que se mueve y se mantiene, que no se seca ni se detiene.

No tengo mucho para ofrecerte, y aún así, el solo hecho de estar contigo me hace sentir como si no me faltase nada. Porque aunque muchas cosas aparenten estar mal, con mirar un instante tu foto en mi mente, puedo sentir que puedo arreglarlas y que sí vale la pena los esfuerzos, y las cosas que he dejado de hacer para seguir mis sueños.

Sé que es poco, pero permíteme regalarte mi alma en una vocal, en medio de una consonante. Cuán feliz sería si me dejases ser tu verbo presente, no quién te acompaña sino el que te vive. No quién está para complementarte, ser quién está para ser parte de ti y tus instantes.

Continuar leyendo Aunque sea poco

martes, 25 de septiembre de 2007

, ,

NO LO LEA... No es importante

007. NO LO LEA… No es importante. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

No mire éste montón de letras, no tiene caso pues no hay nada relevante allí. ¿Qué hace leyendo esto? Vaya, haga algo más productivo, usted tiene una montaña de preocupaciones y cosas que hacer como para que pierda su tiempo conmigo.

Aquí sólo tratamos el caso en que una recepcionista atiende de mala manera a alguien porque está cansada de la gente que le pregunta lo mismo. Entonces la persona sucumbe, y ella piensa que no ha hecho nada mal porque ése era su trabajo: darle una respuesta, no importando que su vida se viese afectada por si ésta era negativa. Y te vas, esperabas que alguien te ayudara pero nadie ha entendido tu situación, nadie está en tus zapatos y no les importa si estabas enfermo, de luto, agonizante o algo así, tú eres del montón que “tiene que esperar”. No culpen a la recepcionista, su trabajo era el decirte que te habían negado la solicitud y punto, tú eres del montón que se hace esperar, nadie está interesado en tu vida, no eres un caso aparte, por tanto no te dan prioridad porque… no es importante.

Más allá vemos a un señor moribundo con problemas de asfixias, y en el ambulatorio le dicen que tiene que hacer la cola, que hay mucha gente y que tiene que esperar su turno, el señor no tiene ni posibilidad de decir algo en su defensa, debería ser obvio que su caso es una emergencia pero no, lo hacen esperar un par de horas, cuando la enfermera lo llama por ser su turno, el pobre viejo yace tendido en un banco muerto hacía una hora. ¡Pero ése era un caso que no tenía importancia!, que podía esperar. “Hay mucha cola, hay mucha gente, dejemos ésta emergencia para después… no es importante”.
Continuar leyendo NO LO LEA... No es importante

viernes, 14 de septiembre de 2007

, ,

El Seis del Dieciséis

006. El Seis del Dieciséis. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Un día más para la cuenta de las rutinas. Pensé que no habría nada fuera de lugar, pero no siempre es así ¿verdad? Supongo que un día común para cierto número de personas, sería para otros como el fin del mundo. Siempre me preguntaré, ¿Qué mano dirige la vida de las personas? Al parecer, una que no vemos. ¿Decidimos ser lo que somos? Particularmente, creo que sí. Sin embargo, ¿Dónde quedan las circunstancias? ¿Por qué muchos nos dejamos llevar aún por ellas? Pero la pregunta más importante, que quiero formular, no es ésa, sino la que dice ¿Por qué muchos han preferido el camino “incorrecto” (al cual creemos sucumben por una circunstancia)? No lo sé. Podemos formularnos miles de teorías, y hasta los profesionales querrán manifestar su punto de vista, pero quizás no podamos dar con una “causa”, o razón, a nivel general.

Hay que aclarar que cuando la autora utiliza el término “incorrecto”, lo hace para referirse al lado “criminal” en éste texto. Por tanto, ¿Las circunstancias podrían volverme un “delincuente”? Y aquí llegamos a un punto donde el tema, por tratarse de delito, se hace demasiado amplio, así que volvemos aclarar que nos referimos a los hechos de robo o hurto en la presente.

Tengo que decir que hoy he quedado atónita. Anteriormente, no había tenido ni la oportunidad ni la experiencia de “tratar de entender” a un asaltador o carterista. Le voy a llamar “carterista” para comparar a nuestro delincuente con robos “pequeños” a bolsillos. Quedando de acuerdo con éste punto, prosigo.

Esta mañana salí con mi progenitora a casa de una tía. Mientras nos dirigíamos a la parada de autobuses, se nos ocurrió comprar un pan azucarado y jugo para llevar. Posteriormente, seguimos el rumbo. Al llegar a la parada, un autobús que cubre la ruta 16 yacía estacionado, por un instante mi acompañante dudó de montarse allí y me pregunta:

- ¿Nos vamos aquí o esperamos un “rapidito”? -. Refiriéndose a un carrito por puestos.
Continuar leyendo El Seis del Dieciséis

martes, 11 de septiembre de 2007

, ,

Hablemos

005. Hablemos. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

¿Por qué será que la vida nos enfrenta con caminos impredecibles? ¿Por qué será que nos presenta verdades, que llegan a pesar tanto? He reflexionado mucho sobre eso último: la verdad. Por ello, quizás es que hoy quisiera hacerle honor, y aceptarla porque seguirle negando de nada sirve, de nada ayuda. No se puede dar más prórroga a lo que es imposible retrasar. Pienso que ya ha llegado el momento de hacer lo que no hemos tenido coraje de hacer: hablar.

Por eso, te he pedido que ésta noche nos sentemos a mirar las estrellas, porque son ellas las que me llenan de calma. Tampoco quiero que nadie nos interrumpa pues, una verdad a medias sólo resulta ser una media mentira.

Sé que quizás te confundan mis palabras, pero no trato de hacer una novela de lo que no fue ni una pequeña prosa. Sólo quiero darle fin a lo que nunca tuvo principio.

Sé que, de tu parte, has dado todo cuantos has podido. No me es desconocido, cuánto te preocupas por mí y todo cuánto me has ayudado. También sé que evitarías decir muchas cosas, que piensas podría causarme algún daño. Y que lo último que quieres ver, es una lágrima rodando sobre mis mejillas. Pero hay cosas que no se pueden disimular, porque sólo se esconde lo que puede ser arropado por palabras, más el sentir mismo no las necesita, por tanto lo que sientes no se puede negar o esconder.

Sé que me tienes un gran cariño, aunque yo te vea como algo más que un amigo. Sé que nunca te enamoraste de mí, aunque lo intentaste pero el amor no yace en el “intento”, el que lo dice llena su cabeza de mentiras. El amor nace simplemente, puesto que es algo que se da y no es algo que se fuerza aparecer.
Continuar leyendo Hablemos

sábado, 8 de septiembre de 2007

, ,

Aunque sea lo último que diga

004. Aunque sea lo último que diga. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Uno nunca sabe qué puede pasar en el siguiente minuto de nuestra vida. No llegamos a saber cuántas personas cantan, en este preciso momento, la canción que se escucha de fondo. No, no lo sabemos. Tampoco nos imaginamos cuánta gente se da un beso. Cuántos son los que sonríen o duermen, los que comen o caminan.

Llegamos a conocer muy poco en realidad, ¿no crees?.

No tengo ni la menor idea de por qué te llegó está carta, cuándo lo hizo o si de verdad la leíste. También es cierto que no sé por qué la escribo, por qué dudo tanto en terminarla y por qué quiero hacerlo.

¿Alguna vez te preguntaste si eras escritor o poeta? ¿Músico o compositor? ¿Una persona común y corriente? ¿O una persona más corriente que común?

Redundan mis ideas. Pienso lo mismo que pensé hace un minuto, y me pregunto si dentro de un minuto pensaré lo mismo que ahora. ¿Soy el hijo o soy el padre? ¿Soy la madre o soy la hermana? ¿Soy el ruiseñor o soy el ave que saluda en vuelo alto?.

¿Sabes? Si cierro mis ojos puedo ser lo que quiera, desde el mar a la pradera; el riachuelo o el océano y aún así soy el viento, la luz y el tiempo.
Continuar leyendo Aunque sea lo último que diga

miércoles, 5 de septiembre de 2007

, ,

Despierta

003. Despierta. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Siempre creí que las cosas me saldrían bien. Sencillamente, pensaba que podría llegar a tener las respuestas adecuadas. Pero me di cuenta que permanecía equivocada, que a veces no miraba con mis ojos ni pensaba con mi mente. Divagué en lo que serían mis pensamientos para darme cuenta que no eran los míos. Me miré al espejo y desconocí aquella imagen. Quise hablar y salieron palabras necias y vacías.

Muy por encima de las voces que habla mi cabeza, escuché una mucho más profunda. Me dije entonces:

- ¿Quién es ésta que veo frente a mí? ¿Quién es la que dice llevar mi nombre? -.

Luego de aquel instante de “locura”, volví a ser la de siempre. Pero muchas veces más, la mujer en el espejo, volvía a presentarse.

Miraba como ella, pensaba y hablaba como ella. No era yo, era ella. Ella era yo, o yo era ella.

Un día de irreparable cansancio, mis pestañas se unieron y soñé. Soñé con el sol y con aquel no-sol del cual todas las estrellas hablan.

Me vi en una habitación sin paredes, sin bombillos y con luz, allí se posó. Tenía mi cara, se hizo dueña y señora de mis gestos pero no pensaba como yo.

- ¿Eres tú o soy yo? ¿Acaso eres lo que no soy? -. Le dije.
Continuar leyendo Despierta

miércoles, 15 de agosto de 2007

, ,

Huellas

002. Huellas. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Todo cuanto somos hoy en día, se ha debido al “trabajo” continúo que hemos hecho sobre nuestro propio ser. Es más fácil confirmarlo de lo que crees, solamente ponte a recordar cómo eran tus actitudes y aptitudes hace cinco años atrás. ¿Eras la misma persona de hoy? Seguramente algunos dirán: “Por supuesto, tengo el mismo número de identificación, la misma cara y huellas dactilares”. Pero, no es eso a lo que me refiero. Yo hablo de la manera de ver al mundo, de ver tus propios problemas y las acciones que tomaste hace cinco años y las que tomarías hoy sobre eso mismo. La pregunta es: ¿Actúas igual que hace cinco años? Yo creo que no. ¿Y sabes por qué? Porque luego de una experiencia cualquiera, terminas aprendiendo si debías actuar de ésa manera o si no debías hacerlo.

De la mano de ésas experiencias, están las personas que ocasionaron las mismas. Puesto que lo bueno o lo malo, en lo cual llegan afectarnos las acciones de otras personas, también residen en quiénes somos hoy.

Pongamos un ejemplo. Hace un par de años alguien traicionó mi confianza, aquello resultó afectarme tanto que pudo nacer en mí un profundo rencor. Ahora, ¿Cómo afecta esto mi personalidad? Pues sencillamente me volvió desconfiado, si soy un pesimista, o me volvió cauteloso, si soy optimista. Adicionalmente, si acepté en mí aquel rencor, esto podrá ocasionarme muchos males, puesto que no es algo que pueda “bendecirte” para nada. Si, por el contrario, trasmuté ése pesar, ya no tendré ése bloque sobre mis hombros recordándome aquel episodio, y lo que se hizo o se dejó de hacer.
Continuar leyendo Huellas

domingo, 29 de julio de 2007

, ,

Aquí de nuevo

001. Aquí de nuevo. Colección Despierta. Waldylei Yépez.doc

Estoy aquí de nuevo. Sí. Para desnudar el alma entera sin que te des cuenta. Para que pienses que es otro capitulo de la novela, o para que hagas caso omiso de todo lo que mis letras desvelan. Quizás para decir las mismas cosas de siempre. Tal vez para mentirme como lo he querido hacer. De más estará decir todo lo que es necesario, o lo que es preciso. Sin embargo, voy decirte todo y no voy a decirte nada a la vez.

Primero déjame hacerte una pregunta, o un par de ellas al mismo tiempo, ¿Te has puesto a pensar la razón de mis letras? ¿O sólo yo me he preguntado si te lo preguntarás?. ¿Acaso no te has preguntado si te muestro mi propia vida?.

Me hago ante ti profundas preguntas y les doy adecuadas respuestas, tal vez las mismas que me gustaría escuchar de tu boca. Pero que tu boca nunca dirá. Continuamente velas por mi seguridad pero no por ver más allá. Y me pregunto qué es lo que cuidas. Mírame, esta noche estoy desecha por dentro. Y no es que te hayas descuidado, es sólo que velar por mi corazón no estaba en el trato. Puesto que velas por mi apariencia y cuidas de mi progreso. Pero no te interesa ver lo que hay en mi pecho. No te has preguntado si en él he sentido frío o he sentido calor. O si alguna vez tuve alguna herida. Tampoco sabes que le puse tu nombre.

Y aquí estoy nuevamente, apoyada en el marco de mi ventana. Mirando pasar el autobús del mundo, donde hoy no he querido montarme. ¿Para qué? ¿Para decirte lo mismo que ayer? ¿Que estoy bien? Y tú lo creerás.

¿Cuál es la razón de mis letras? Quizás acompañarme entre tanta soledad. Tal vez inventarme mundos que no existen. Tan invisibles como el más pequeño átomo en el mero centro de mi interior. Tan utópico como el pretender que me muestres amor. Sí, he creado las palabras que me gustarían tanto oír pero que no te atreverás a decirme, por eso me las invento. ¡Te amo! ¡Te quiero! ¡Te extraño! ¡Te espero!


Continuar leyendo Aquí de nuevo

jueves, 19 de julio de 2007

, ,

Mi pequeño viaje

Quizás una de las cosas que hoy en día nos causa gran gratificación es sentarnos a mirar atrás para darnos cuenta cuánto hemos aprendido, los obstáculos que hemos superado, las alegrías encontradas después de un gran esfuerzo. Ver que nuestros problemas pasados, en estos momentos, no representan un inconveniente tan grande como cuando estuvimos enfrentándolos la primera vez.

Supongo que todo se compone de ciclos. Los empezamos y los cerramos, para abrir otros ciclos en nuestra vida.

En mi caso particular, hoy me toca cerrar un ciclo muy importante para darle paso a otro que seguramente será mucho más importante, donde se vendrán más y más retos, pero como se diría por aquí: “¡Yo misma soy!, véngase lo que se tenga que venir que aquí estamos para enfrentarlos”.

Con este ciclo también se cierra la Colección Mi Respuesta, así que “Mi pequeño viaje” resulta ser el último texto de esa colección.

Aprovecho para extender mi agradecimiento a Eduardo Sandoval por ser mi editor, mi guía. Gracias a su paciencia, comentarios y cariño muchos textos tomaron forma pues supo dirigirme y darle sentido a muchas ideas espontáneas.

Sinceramente, ¡Muchas Gracias!


021. Mi pequeño viaje. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

En toda visión, en cada sentimiento o cualquier objeto

siempre podrás encontrar Su Energía allí dentro.

Sí, aquí donde se alzan los más bellos picos de nieve,

acá donde las montañas se apoderan del relieve

y más allá de los ríos, hasta incluir lo que siempre he llamado: mío…

No importa qué pueda tratar de escribir sobre éste u otro paisaje. Nunca podría plasmar la maravilla que representan o lo que hacen sentir. No soy capaz de describir nada, pues comienzo con una idea y termino con otra entre las manos. Quizás lo más acertado sería compararlo con lo que soy a tu lado. Pero ni así. Lo único que puedo considerar cierto es que, en mi Cuerpo Sutil, quedará siempre grabado este pensamiento, sentimiento o visión, los cuales seguramente revivirán en las venas del viento cada vez que añore este instante y cada vez que ansíe volver a verte.

A pesar de todo esto, permíteme intentar mostrarte otras formas. No usemos palabras, ellas jamás te dirían la absoluta verdad. Tampoco creo que mis ojos puedan transmitirte con fidelidad lo que trato de decirte, pues las miradas también tienen su propio lenguaje. Por ahora sólo sígueme, pero no vayas delante ni vayas detrás, debes ir siempre a mí lado, debemos acompasarnos, puesto que no eres ni soy más, somos igual.

Déjame traerte a mi pequeño viaje. Déjate llevar. Confía en mí. Déjame mostrarte que nunca habrá distancias y que me tendrás en tus brazos con sólo quererlo. Yo te enseñaré a verme detrás de la ausencia, delante de la soledad y de lado a la verdad.

Donde quiera que me leas, donde quiera que me pienses: yo estaré allí. Permíteme mostrártelo.

No pienses que habrá alguna interrupción. Tampoco temas, nadie te vigila.

Tus ojos no podrán verme si tu mente no lo permite. Espera, no trates de poner mi imagen en ella, deja que yo surja de la nada. No pienses en la frase: “ojala estuvieras aquí”, es mejor que digas: “que bueno que estás aquí”. No pongas sutiles barreras, yo estoy aquí y soy real y tangible.

Cierra los ojos, por ahora no los necesitarás pues lo esencial se siente aunque no se vea. Ahora sólo escúchame. Sí, estoy a tus espaldas y puedo susurrarte al oído tantas cosas, aunque muchas de ellas ya las sabes. Siente la calidez de mi aliento sobre tu oreja. No pasa nada, déjate llevar.

Siéntete en el pico de la inmensidad. No tengas miedo, no hay forma de que caigas del cielo. Nada podrá arrebatarte el momento. No, aún no digas más.

Deja que la brisa fría se apodere del entorno. De tu piel yo seré un escudo y su capa. Te daré todo el abrigo y la calidez de mi pecho. Siente cómo me adhiero a tu cuerpo.

Por favor, abre tus ojos. No, no pronuncies mi nombre, sólo siente mis dedos que se pasean en tus labios, esos labios que tanto han añorado los míos.

Por Ley, te conviertes en lo que tu mente enfoca, y por ello mismo, siempre vas a dónde se evoca. Cuántas veces te he sentido. Son innumerables las ocasiones que te he pensado. Pero esta vez ha sido diferente, pues has sido tú quien me ha traído hasta ti. Quizás porque me necesitas tanto como yo te he necesitado. Tal vez porque muchas veces me soñaste a tu lado.

Pon tu mano sobre la mía. Puedes sentir mi calor. Y seguramente, puedes sentir mi temblor. Entrelaza mis dedos. Siente el palpitar del silencio.

Sólo puedo quedarme tanto como tú me permitas.

Me gustaría saber si has soñado conmigo. Si abrazando a una almohada has pensado que puedo ser yo. Si enfocando tus ojos a una foto, has acariciado mi rostro. Si has presenciado un atardecer y anhelaste que yo allí este. Si me convertiste en letras para leerme una y otra vez.

Gracias por ser lo que eres. Por ti aprendí a traspasar los duros muros de las distancias y las ausencias.

Eres un sueño que ha vivido para mí, y soy un sueño que ha vivido para ti. No importan los planos, los kilómetros ni el tiempo. No hay espacio cuando lo que manda es la Magna Luz del Corazón, ésa Luz que nunca falla.

Háblame cuando estés durmiendo. Suéñame cuando estés despierto. Abrázame cuando tengas frío. Acaríciame para sentirte mío.

Cuando sólo el silencio sea el que hable, visualízame.

Cuando creas haberme perdido, léeme.

Si crees que soy tu Otra Parte, búscame.

Y cuando me tengas tan cerquita, como ahora, bésame.

Piénsame, para no sentirme sola.

Espérame, ésa será mi razón de lucha.

Quiéreme, ése será mi escudo para nunca dejarme vencer.

Y, por último, Ámame hasta que ya no puedas, y cuando lo hagas me sentiré viva dentro del viaje que representa mi vida. Me sentiré plena. Me sentiré la Mujer más Feliz y Serena, puesto que te amé y me has amado, que te quise y me has querido, que tu corazón se ha encontrado conmigo.

Gracias por ser el acompañante que siempre quise en mi camino, por ser el sueño que se ha convertido en realidad, y aquel instante que me ha hecho sentir viva donde la Princesa se hace Reina, y la Niña se gradúa de Mujer al amanecer.

07/07/07 08:32 p.m. - 09/07/07 05:00 p.m. - 09/07/07 05:28 p.m. - 10/07/07 12:56 p.m.

14/07/07 05:05 p.m. - 14/07/07 05:24 p.m.

15/07/07 12:16 p.m. - 19/07/07 01:45 p.m.

19/07/07 02:00 p.m.
Continuar leyendo Mi pequeño viaje

viernes, 6 de julio de 2007

, ,

No más

020. No más. Mi respuesta. Waldylei Yépez.doc

No sé qué pienses en torno a este tema,
quizás discutirlo hasta este de más,
pero necesito desahogar
lo que llevo por dentro y no me deja respirar.
Posiblemente he criticado muchas veces
pero si era a ti, preferí no decir más
para evitarme algún conflicto
y no pelearme contigo.
Pero hoy las cosas han cambiado,
si era tu idea decepcionarme o desilusionarme
… lo has logrado.
Tus crueles actos y palabras,
las criticas descabelladas
han abierto un agujero en mi pecho
y aunque me aguanté tanto tiempo
prefiero decir: ya no más.
Ya no más de tus migajas de cariño,
más ha sido tu daño hecho verbo
que tus buenos tratos conmigo,
más ha sido tu desprecio
que los detalles que has tenido.
A ti parece no importarte nada ni nadie
aunque a veces finges soñar conmigo,
y a pesar de los recuerdos
todo se ha perdido,
y no lo digo con rabia, ni con tristeza
para serte franca, lo digo con alivio.
Ya no temo perderte amor,
o tal vez deba decirte amigo,
quizás sea mejor decirte: desconocido
porque ya no te quiero,
ya no te pienso ni tampoco sueño contigo.
No planeo herirte sinceramente,
pero sabes que detesto fingir
no sé cuántas veces conmigo has fingido,
sólo puedo decir que yo fui real,
cada palabra dicha fue sentida en el alma
y aunque ahora poco valga
quiero decirte que te adoré,
que te quise y de ti me enamoré,
puedes ponerlo en duda
ese será tu problema,
por mi parte no mendigaré más tu amor
porque no me importa, ni vale la pena,
lo que alegra al alma buena
es sentirse querido
y no niego que durante instantes lo fui contigo
pero nada vale aferrarse a lo pasado
cuando ahora te miro a los ojos y no siento nada,
cuando sólo vacío hay donde hubo luz,
donde hay más puñaladas que cuentos de hadas.
No, ya no temo perderte
puedes irte y que tengas suerte.
Amigo, desconocido o como te llames
me alegró conocerte,
no sé qué será de tu vida mañana
sólo puedo recordar que fuiste mi gran amor ayer,
que hoy por mi puerta un extraño pasa
y que ahora se siente tranquila toda mi casa.
Mi mente no se pregunta: ¿Será que le gustará?
simplemente ahora digo: ¡Se ve genial!
no sé por qué siempre necesité tu visto bueno
para cosas que poco te importaban,
supongo que era una especie de respeto
o ligarte de alguna manera a mi mundo y a mis sueños.
Ya no temo tus miradas de rabia
por mí, puedes hacer lo que se te de la gana,
poco importan tus comentarios vanos
lo que importa es que trabajen mis manos.
¿Habré sido muy directa?
¿Acaso seré yo la mala en todo esto?
Mejor es no decir lo que tú me has hecho,
sólo puedo aclarar que mi corazón has maltrecho.
Si te vas o te quedas, a mí me da igual
ya por encima de mí no pasarás,
mis caricias ya no tendrás,
mis detalles, mis te quiero: ya no más.

Ya no temo perderte
porque ya no te pienso,
ya no temo
porque me das igual,
ya no
porque no te extraño
ya no
…porque no te amo…

05/07/07 06:48 p.m.
06/07/07 12:53 p.m.
Continuar leyendo No más