viernes, 25 de febrero de 2011

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De las ruinas del Castillo V: La caída del Rey

020. De las ruinas del Castillo V: La caída del Rey. Colección Albor. Waldylei Yépez.doc

Cada hombre es un Castillo. Cada Ser, su Creador.

El tiempo parecía detenerse en aquel minuto trágico. ¿Qué era lo que estaban viendo? ¿Qué era lo que había pasado? Nadie lo entendía. Se quedaron inmóviles. Y aquel cuerpo tendido no era más que un cuerpo inerte, sin vida, sin brillo. Al Corazón ya no se le oía latir.

- Está muerto… El Corazón está muerto -. Alguien susurraba.

La Llama reaccionó y corrió a donde estaba él. Y el Amor lloró sobre aquel Corazón herido… Sobre aquel Corazón muerto.

Confianza estaba en trance, no daba crédito a lo que veían sus ojos. El Creador le había dicho que aún no pasaba lo peor, pero jamás imaginó que lo peor sería la muerte del Corazón. Y sí, aquella era la más grande de las tragedias, sobre todo porque ella sabía que la Llama del Amor también iba morir en cualquier momento.

Razón, apenas reflexionando un poco, pensó en la consecuencia que esta muerte traería para el Castillo.

« El Castillo será destruido muy pronto…». Pensaba.

Intuición tampoco reaccionaba.

- Corazón… -. Apenas se les escuchó decir.

De repente, la Llama les gritó:

- ¡Ayúdenme! -.

Valentía y Confianza corrieron y entre los tres movilizaron aquel cuerpo a uno de los cuartos del Castillo. Razón e Intuición no se movieron de sus puestos, no reaccionaban.

- ¡¿Cómo diablos pasó esto?! -. Por fin dijo Razón.
- No lo sé, hermano. No lo sé -.

Truenos y relámpagos se apoderaron del exterior. Todo el Castillo estaba rodeado de espíritus y soldados del mal, eran tantos que aquello parecía una gran niebla de oscuridad. Entonces se escuchó cuando las hordas comenzaron a gritar:

- ¡MUERTE AL REY! ¡MUERTE AL REY! -.

Luego hubo silencio, como si estuvieran esperando ordenes de alguien.

- ¡EL REY HA MUERTO! ¡EL REY HA MUERTO! -. Fue lo siguiente que se escuchó.

Razón e Intuición se miraron entre ellos.

- Ya lo saben… -. Dijo Intuición.
- Tenemos un traidor. Alguien vendió a nuestro Rey -. Respondió aquel.

En la sala aparecieron algunos Generales del Castillo.

- ¡Las hordas se preparan para atacar! -. Dijo uno de ellos.
- Tomen posiciones defensivas -. Ordenó Razón. - Yo estaré en mi estudio -. Terminó diciendo.

Los generales se extrañaron de su actitud. En plena guerra, ¿Y él quería estar solo en su estudio? Entonces miraron a Intuición, como esperando alguna orden.

- Yo también estaré en mi estudio -. Dijo y se fue.

Algún General comentó:

- Seguro necesitan estar solos para planificar una estrategia. Mientras, nosotros estaremos en posición de defensa -. Los otros asintieron.

Razón caminaba por el pasillo con la mente en blanco, aún no sabía cómo procesar el hecho de que Corazón estuviera muerto. Lo mismo le pasaba a Intuición, que se dirigía al otro lado del Castillo.
Llegó a su estudio. Cerró la puerta y se sentó en un sofá. Todo estaba oscuro. Comenzó a hablar solo:

- Con la muerte del Corazón vamos rumbo a la destrucción. Un Castillo sin Amor y Corazón, deja de ser fuerte. No podrá aguantar un gran ataque y estamos en medio de eso precisamente. Los fantasmas externos, siempre saben aprovecharse cuando el interior es sólo destrozos… ¿Cómo no nos dimos cuenta? -.

Las sombras crecían a su alrededor, esas figuras oscuras que se alzaban desde el piso y se posaban frente a él. Razón las veía llegar. Las veía sentándose a su lado, y la energía negativa se apoderó del entorno. Razón estaba apunto de sucumbir ante las sombras del pesimismo.

Al otro lado del Castillo, Intuición vivía una escena similar. Las sombras lo envolvían, esas sombras del dolor que son capaz de opacar los más bellos sentimientos y emociones. Él estaba apunto de sucumbir al abismo, puesto que todo por lo cual había luchado ya no existía. Lloró, se permitió hacerlo.

Aquel instante en el Castillo era terrible: Corazón muerto, el Amor apunto de morir, Razón sucumbiendo ante el pesimismo e Intuición cayendo en el abismo; el mal exterior con su eminente ataque y el mal interior capaz de abrir las puertas infernales. Nada parecía estar bien, nada.

En el cuarto de Corazón, la Llama del Amor permanecía a lado del cuerpo inerte. Sin embargo, sus fuerzas se habían debilitado mucho, su flama se extinguía muy rápidamente. Confianza estaba muy preocupada por ella.

- Mi señora… -.
- Estoy bien, Confianza -.
- No es así… -.
- Debe descansar para reponer fuerzas -. Le dijo Valentía que aún estaba con ellas.
- El Amor sin un Corazón no sobrevive, no importa que vaya y descanse. Mi final llegará más temprano que tarde -.

Confianza y Valentía se pusieron cabizbajos, no sabían qué hacer. Mientras, la Llama miraba a su Corazón con mucho cariño y le sonreía.

- Mi Corazón ha muerto y su Amor con él -. Se cumplía la profecía.

En la sala principal, los Guerreros del Castillo yacían en posición de defensa. Todos eran concientes de que las cosas no estaban bien, y aunque no supieran sobre la muerte del Corazón, dentro de ellos presentían que estaban viviendo una gran tragedia. Era como si se despidieran, pues algo muy malo estaba por ocurrir.

- Nos van atacar, señor -. Decía uno de los soldados a su superior. Éste último se limitó a mirar hacia el frente, no dijo nada pero su cara mostraba una gran preocupación.

Las gárgolas, encima del Castillo, estaban alborotadas pues era inminente el ataque de los espíritus del mal.

- Tenemos que hacer algo -. Le dijo uno de los generales a otro.
- Debemos esperar a nuestros líderes, Razón e Intuición, de nada sirve lanzarnos impulsivamente a un ataque. Debemos tener una buena estrategia, si no es así moriremos mucho más rápido de lo que pensamos. La impulsividad nunca deja nada bueno -. Respondió el otro.

La Razón y la Intuición sencillamente no estaban disponibles. Pasaban por un proceso de dolor y de crítica para sí mismos, no comprendían ni se perdonaban haber dejado al Corazón a merced de la muerte.

Razón yacía cabizbajo.

- ¿Qué va pasar ahora? -. Se preguntó a sí mismo.

Puso sus manos sobre su rostro, apoyando los codos de sus brazos sobre sus piernas. Un segundo después, descubrió su rostro y se quedó mirando hacia el suelo absorto en algún pensamiento. Afuera se escuchaba el choque de grandes piedras contra el Castillo, también el alboroto de los soldados del mal.
Razón miró hacia la puerta y se levantó de su asiento, su rostro expresaba firmeza. Al mismo tiempo, Intuición desde su estudio miraba de la misma manera su puerta. Ambos comenzaron a caminar, y salieron de los respectivos sitios en donde estaban. Nadie lo notaría, pero los pasos de estos dos guerreros yacían increíblemente coordinados, como así mismo comenzaron a tener la misma mirada. Parecía como si la Razón y la Intuición se hubiesen vuelto uno solo, como si se hubiesen fusionado. Atravesaron los pasillos y se dirigían a la sala principal, al llegar al sitio cada uno salió por las puertas laterales y se encontraron de frente.
En aquella sala habían muchos soldados y generales, se quedaron mirándolos al llegar y esperando sus ordenes.

- ¡Prepárense! -. Dijeron al unísono.

En el cuarto del Corazón, la Llama moría junto a su amado. Alguien irrumpió aquella escena.

- ¡Valentía! Razón e Intuición darán la orden de ataque, te necesitamos… -. Dijo aquel que llegó.
- Ve con ellos… -. Le dijo Confianza.
Él asintió.
- ¡Espera! -. De repente le gritó Confianza. - Necesito que me hagas un favor… -.
Valentía le escuchó y asintió. Salió corriendo de aquel cuarto segundos después.

- ¿Qué necesitabas? -. Preguntó entonces la Llama.
- Necesitamos la ayuda de algunos guerreros, no quiero dejarla sola por eso envié a Valentía a que los buscara él -. Respondió Confianza.
- ¿Cuáles guerreros? -.
- El Creador me dijo que los guerreros Comunicación, Constancia y Esperanza podrían ayudar en estos difíciles momentos -.
- El Creador... -. Suspiró la Llama. - ¡Cuánto me gustaría que estuviese aquí ahora! -.

En la sala principal, los generales preguntaban a los guerreros qué hacer.

- Nos defenderemos, pero antes de eso necesitaremos ayuda… -. Respondieron ambos a una sola voz.

Caminaron entonces hacia la sala que comunicaba con las puertas del infierno, al llegar le pidieron a los soldados que las abrieran. Los generales se miraban entre sí, muy extrañados.

- No hay mucho tiempo… ¡Ábranlas! -. Y así lo hicieron.

Al primero que vieron fue a la Autocrítica. Éste le hizo señales a los guerreros Errores de que no atacaran, lo mismo pidieron Razón e Intuición a los correspondientes bajo su mando. Autocrítica se acercó a los guerreros.

- Esto sí que me sorprende. Su Creador me encierra y ustedes… ¿Me dan la posibilidad de escapar? ¿De qué se trata este gesto? -. Preguntó con una sonrisa irónica.
- Queremos hacer un trato -. Respondieron a una sola voz.
- ¿Y es que ahora ustedes hablan así? -. Se burlaba. - ¿Cómo hacen para coordinarse de esa manera? -. Moría de risa.
- Esto es importante… -. Le respondieron con seriedad.
- Ya, bueno está bien -. Burla. - Es que me causa gracia escucharlos… -.
Razón e Intuición respondieron muy firme y claramente.
- El Corazón ha muerto… -.
Se escuchó una ola de asombro en la sala y la Autocrítica borró de su rostro todo indicio de risa.
- ¿Qué están diciendo? -.
- El Castillo será destruido con el próximo ataque de las fuerzas del mal -.
- ¿Qué es lo que planean hacer? -.
- Hagamos un trato y vamos a unir fuerzas, nosotros solos no podemos con lo que se viene de afuera. Los guerreros Errores te hacen caso, si les ordenas ayudarnos te seguirán -.
- ¿Y por qué están tan seguros de que vamos a ayudarlos? -.
- Porque siempre se puede sacar algo bueno de la Autocrítica y de los Errores -.
Autocrítica los miró con firmeza y luego se volteó a mirar a los guerreros bajo su mando, casi todos asintieron.
- Está bien. Nuestros conflictos son con ustedes y no contra el Castillo, además de que nos conviene defenderlo… ¿Cuál será la estrategia de ataque? -. Terminó por decir.

Todos se unieron en la sala principal. Los guerreros Errores lucharían de la mano con los Triunfo e Ilusiones. Todos los que conformaban aquel Castillo lucharían juntos contra las fuerzas del mal.

- Eso es inteligencia -. Murmuraba alguien. - Teníamos unas puertas infernales que hubiesen podido jugar en nuestra contra, en lugar de ello nuestros líderes han puesto de su parte a la Autocrítica y los Errores. Tenemos un enemigo menos, y un aliado para enfrentar lo exterior. Es una buena estrategia -.

Se hizo silencio en la sala.

- Tenemos que defender al Castillo desde varios puntos -. Decían Razón e Intuición al unísono.
Miraban a los generales a su alrededor, necesitaban elegir quienes serían los encargados de las posiciones principales.
- ¡Señor! -. Irrumpió una voz aquella sala. - Ellos podrán ayudarnos… -. Y aparecieron tres guerreros junto a aquel.
- ¿Quiénes son? -.
- Comunicación, Constancia y Esperanza -.
- Muy bien, Valentía -.
- El Creador fue quien los recomendó antes de irse -.
Razón e Intuición asintieron.
- Necesitamos seis grupos: Uno de ellos se quedará aquí para defender el núcleo del Castillo, los otros cinco se posicionarán formando una estrella de cinco puntas, nuestro símbolo de balance y protección. En la punta de Fuego: Autocrítica. En la punta de Tierra: Valentía. En la punta de Agua: Constancia. En la punta de Aire: Comunicación. Y en el Espíritu: Razón-Intuición. Esperanza se quedará en el núcleo, se encargará de defender el Castillo si algún mal entra, la Esperanza es lo último que perderemos -.
Tomaron un respiro y prosiguieron.
- Esta noche ha sido la caída de nuestro Rey. Pero además, esta noche daremos nuestra vida por el Castillo y les demostraremos a las fuerzas del mal que no les será fácil destruirnos. ¡Que la muerte llegue cuando ya no tengamos nada más que dar! ¡No vamos a morir guardándonos lo mejor que hay en nosotros! ¡Se metieron con el Castillo, entonces aténganse a las consecuencias! ¡Y VÉANNOS LEVANTARNOS DESDE LAS RUINAS DEL CASTILLO! -.
Comenzaron los guerreros a gritar.
- ¡QUE VIVA EL REY! ¡QUE VIVA EL REY! -. Y corrieron a tomar sus posiciones.

A lo lejos, en el cuarto del Corazón, Confianza miraba la movilización de soldados. La Llama, ya casi extinta, se posó a descansar sobre el pecho de su amado. Quería morir allí cerca de su Corazón.

Los guerreros tomaron sus posiciones. Las puertas principales se abrieron, y los primeros en salir a enfrentar aquel mal fueron: Razón e Intuición. Los soldados del mal se burlaban, esa es la principal característica de lo externo cuando quiere hacer daño a lo interno.

- Puede que hayan asesinado a nuestro Corazón a través de la Mentira y la Traición. Pero incluso ellos no son nada, son demasiado insignificantes ante lo que el Castillo representa -. Comenzaron a decir los guerreros. - Creen haber destruido al Castillo, pero justo ahora cuando más dañado está: es que se encuentra más fuerte. Los grandes daños crean grandes dolores, pero son estos apenas crisoles que te enseñan a ser más sabios y más fuertes. Mataron al Corazón, pero unificaron a la Razón y la Intuición, por tanto, el mal externo será destruido. Quedar en ruinas no significa destrucción, tan sólo significa oportunidad. Y ésta es nuestra oportunidad de volver a levantarnos. Ahora estamos unidos, ahora estamos más vivos… -.

En ese momento, dentro de aquel cuarto en el Castillo, la Confianza se asombra y se asusta ante lo que ve: el Corazón desesperado intentando tomar aire. La Llama se levanta con sorpresa y la Confianza la ayuda porque está débil. Corazón comienza a toser.

- ¿Qué ha pasado? -. Pregunta sin casi poder hablar.
- Estabas muerto… y has resucitado -. Le dice Amor con los ojos enjugados.

En el campo de batalla los guerreros se preparan.

- ¡Guerreros de la Luz! ¡Defiendan el Castillo en el nombre del Rey! -. Gritan Razón e Intuición a una sola voz.

Todos saltan a luchar contra las fuerzas del mal.

De repente, Razón lanza al aire su espada y lo mismo hace Intuición. Un tercer personaje aparece de un salto por sobre sus cabezas y toma las espadas, cae delante de ellos.

- ¡Creador! -. Se escucha gritar a algunos guerreros.

Éste une las espadas y forma la nueva Espada de Doble Filo.

- ¡YO SOY EL QUE YO SOY! -. Y de la nueva espada sale un rayo de luz que termina rodeando al Castillo, formando así un escudo protector. - Nadie morirá esta noche. El Amor que yace en el núcleo del Castillo lo protegerá, porque el Amor es Luz y la Luz cuida de sí misma. Que las fuerzas del mal se destruyan por sí solas, en cuanto a nosotros no dejaremos que nos toque su energía negativa. Se aproxima un nuevo día, y la oscuridad le teme a la luz, por tanto, todos los ataques cesarán pronto. No será necesario gastar energía en ellos -. Decía el Creador a todos sus guerreros.
- Creador… el Corazón ha… -. Intento informar Razón e Intuición.
- Si el Corazón de verdad estuviera muerto, yo no estaría aquí… -. Respondió.
- ¿Entonces? -.
- No es tan fácil matar a un Corazón, un gran Amor siempre puede revivirlo. Así mismo, la Conciencia del Ser puede mantener vivo a un Corazón que ha sido traicionado por las mentiras. Amar es igual a Ser. Amar es mucho más que esperar a que me amen, Amar es dar todo de sí y ser feliz por ello, ser feliz por entregarse plenamente. El Corazón vivirá siempre que lo que ha pasado esta noche suceda, la unión y equilibrio dentro del Castillo es la presencia del Ser, de la Conciencia. El Corazón vive y el Amor vive porque todos ustedes hacen eso posible. Todo está conectado -.
Los guerreros asintieron y el Creador les regresó sus espadas.

A lo lejos se veía llegar la luz del sol.

- Ha sido una larga noche, pero no será la más larga de todas. Siempre deben estar preparados, siempre. Los procesos internos apenas están comenzando -.
- ¿Cuándo culminarán? -.
- Siempre que haya vida, jamás culminan. La vida es un profundo y constante aprendizaje. Jamás se deja de aprender… -.

Los guerreros regresaron al interior del Castillo, y se encontraron con el Corazón y su Amor…

Puede que tu Castillo sea constantemente atacado,
y puede que la Autocrítica quiera aplastar tu Razón.
Puede que la Intuición a veces no esté presente,
y puede que al Corazón lo dañe la Mentira y la Traición.
Pero jamás la Llama del Amor puede extinguirse,
ni hay que dejarla sola con la Desconfianza y la Duda.
El Amor debe ser lealmente acompañado por la Confianza y la Comunicación.
Que la Constancia no deje de aparecer y la Valentía esté presente.
Que la Esperanza sea lo último que se pierda…

Levántate siempre, aunque todo parezca en ruinas…

Levántate desde las ruinas del Castillo pues…

Cada hombre es un Castillo y cada Ser, su Creador.

Tú eres su Creador.

25/02/2011 08:04 p.m.
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Zombi

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En las pequeñas cosas yacen eternas fortunas o infortunios.

El otro día cuando hablaba con él
se disculpaba por el silencio en que se sumió.
Me decía: tenemos que hablar,
no se trata de mí,
no se trata de mi familia,
pero está bueno ya...
Nunca te olvidaré.

Su decisión fue como bomba
que cayó en mi cabeza,
y me convirtió en un zombi:
caminando sin caminar,
sin comprender,
y estando sin estar.

Las pequeñas cosas hicieron que significara mucho para mí.

Pero el otro día lo vi callarse cuando llegué.
Su familia comenzó a fingir.
Y la seriedad de la relación
se la llevó la imaginación.

Pero...
No se trata de ti,
ni de tu familia,
… llegamos hasta aquí.

Así me convertí en zombi:
caminando por el mundo
sin caminar.
Mirando sin estar.

Derrumbó mi mundo,
¿Y ahora cómo lo recupero?

Y así me decía:
tenemos que hablar,
no se trata de mí,
no se trata de mi familia...
pero esto llega hasta aquí.

Es tan fácil para ti,
pero yo...  ¿Cómo vuelvo a vivir?

Waldylei Yépez
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jueves, 17 de febrero de 2011

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Una razón


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Dame una razón para creerte,
aunque ya no quiera.
Una razón que me haga superar la barrera,
del odio que has sembrado en mí.
Dame una razón…

Es que si me muevo por el mundo: en quiebra,
me despojo de mis ilusiones
y recapacito de este amor,
la situación a la muerte: se asemeja.

Es que, aunque ya no quiera escuchar tus palabras,
te aseguro que las mentiras que me engañan,
me dieron más felicidad
que saber la verdad.

Entonces, dame una razón,
y sólo una, para creer en ti.
Una vez más…

Cuando él me habla del futuro,
me siento triste de que sea él
y no tú.
Siento desvanecer mi corazón.
A él no lo amo, como te amo yo.

Por eso, dame una razón para creer en ti.
Para creer de nuevo y sobrevivir,
a la tempestad que se aproxima.
Por favor, dame una razón…

Sé que nuestros mundos, no son uno.
Sé que fui quien no perdonó.
Sé que fuiste el que cambió
ese tesoro que te di,
por la que hoy duerme junto a ti.

También sé que ya no podré perdonarte,
que no hay posibilidad de reconciliarse,
que nunca podría olvidar
que mi amor tú pisoteaste.

Sin embargo, aún en silencio, me gusta creer
que hay una razón
por la cual yo pudiera amarte,
y rescatar mi corazón
de estas garras del olvido,
el odio y la pasión…

Dame una razón,
y sólo una razón…

Tanto me gustaría creer en ti.
O quizás ser más justa, y amarlo a él
como él me ama a mí.
Me gustaría no pedirte una razón,
sino pedírmela a mí, para sacarte de aquí,
para sacarte de mi corazón…

Tanto quisiera tener una razón,
para entender que ya no existe un “dos”.
Para borrar este amor,
y amarlo a él,
así como te amé yo.
Pero necesito de una sola razón:
que no tengo hoy…
Que no tengo hoy.

Dame una razón…

Waldylei Yépez


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sábado, 12 de febrero de 2011

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Al otro lado del abismo


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019. Al otro lado del abismo. Colección Albor. Waldylei Yépez.doc

Abrió sus alitas y las expandió completamente. Miraba fijamente al horizonte mientras medía la fuerza del viento. Aquel pequeño de ojos soñadores, imaginó alzar el vuelo y enfrentarse a la distancia, a la frontera… al abismo que los separa muchas veces. Pequeños, pequeños de plumas suaves, pájaros de corazón valiente, que de cuando en cuando alzan vuelo para encontrarse.
Allí puede vérseles, uno a lado del otro, frente al abismo que se impone. Uno al lado del otro, sin querer separarse. Uno al lado del otro, así es como quisieran quedarse.
Sus miradas se entristecen, saben que ha llegado el momento de despedirse, de despedirse nuevamente… Y es que estas despedidas de repente saben a muerte, porque son despedidas inacabables: muchas son, muchas serán… muchas vendrán.
Sus ojos se iluminan cuando se encuentran, porque la vida está en compartir, en sencillamente estar. Cuando alguno se va, ya no hay color, ya no hay vida, ya no la hay.
Pájaros que se enfrentan a miles de kilómetros, que vuelan a lo alto y aterrizan para estar juntos, pues juntos son felices. Pero, ¡Ay de aquellos pobres! Cada despedida trae su propio destrozo, su propia herida.
Él alza el vuelo y se enfrenta al abismo en pleno, y ella se queda sobre la rama del árbol que está por irse al abismo, no porque caiga sino porque el abismo se vuelca a ella al verlo partir. Lo ha visto partir otras veces, y otras tantas es ella quien le tocó irse.
¿Cómo se puede vivir de encuentros y despedidas? Ellos sí que lo saben. Parecen tranquilos, pero sólo parecen… sabe Dios qué les pasará por dentro.
Y a la caída de la noche, cuando ella lo recuerda partir, su corazón se destroza y le ataca la más letal de las melancolías. Se queda muy quieta y su respiración se hace lenta. Se acurruca ante el frío que le embarga y su mirada se vuelve triste. Cabizbaja.
Recuerda cuando ella se despidió, recuerda cuando él lo hizo… piensa en todas las veces que volverá a ocurrir. Le parece triste. Nada se puede decir. Se queda muy quieta y melodías muy tristes rondan su cabeza. Siente morir… una vez más.
No queda otra cosa que un abismo entre ellos. No queda otra cosa que la esperanza de que un día, aún muy lejano, vuelvan a estar juntos. No queda otra cosa… tan sólo queda la nada y la triste canción de la caída del sol.
Hace tanto frío ahora. Sus ojos quedan empañados. Un arranque de coraje le hace levantar la cabeza, así como cuando alzas la vista para que las lágrimas no caigan, pero igual lo hacen aunque tú no quieras.
Alza su propio vuelo en sentido contrario, pues hay una vida que continuar aunque parezca que la despedida te arrebata todo.
Al cerrar el día parece que todo termina, pero mañana será otro día… y aquella pajarita que cree morir por su despedida, seguirá el camino con la esperanza de volver a encontrarlo un día...

Los pajaritos regresan a su mundo.
Cada uno está al otro lado del abismo:
tierra, mar y montaña,
arena, piedra y un gran río,
he allí el gran espacio que a ellos separa,
he allí el espacio sombrío.
Nuevas despedidas vendrán
y un día, alguno, irá al otro lado
a visitar al ser que más han anhelado:
“El Amor vence las fronteras”
pero también causa penas,
las penas que dejan dolor
el dolor de saber de tu adiós.
Pues no basta sólo con escuchar tu voz,
ese canto anhelado que hace aparecer al sol.
Su sol se fue, se fue su sol.
Siguen siendo uno,
pero sus mundos siguen siendo dos…
Siguen siendo dos…

24/09/2010 – 11/02/2011 – 12/02/2011 1:06 a.m. – 10:45 a.m. – 10:52 a.m.


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miércoles, 26 de enero de 2011

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Las mil y una cosas

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A veces me gustaría escribir sin parar,
así podría decir las cosas que no he dicho.

A veces pienso que es mejor no escribir sin parar,
y así no tener que arrepentirme de lo dicho.

A veces, y sólo a veces, quisiera no despertar
para no tener que ver la realidad de la que soy presa.

A veces, muchas veces, quisiera ver mis ideales realizados
y así entender que no son sólo fantasías.

Y otras veces, agradezco que no se realicen,
pues no todo lo que creo tiene que ser necesariamente así.

Decidí pensar en mil cosas distintas,
decidí plantearme una nueva actitud de vida
y aún así hoy, no es mucho lo que he cambiado.

Comencé a contarme mis experiencias
y sumé las veces en que he fracasado,
pero creo que una vida sin fracasar es más dichosa,
aunque más me haya enseñado el fracaso.

Mi nombre escuché cuando alguien lo alzó,
y también escuché que otro lo pisoteó.

Mi confianza ha sido desecha
y de lealtad, no quedó más que miseria.

Me equivoqué enormemente,
prejuzgué decenas de veces.

He caído en más precipicios que las felicidades que he vivido,
o quizás ni siquiera eso es así…

La realidad va más allá de lo aparente,
aunque lo aparente sólo sean tristezas
o más alegrías que penas.

Surjo de las más profundas oscuridades de la mente,
surjo de donde el miedo está presente.

Mil cosas, mil cosas embargan mi cabeza,
los monstruos se acrecientan.

Recibí y di falsas reverencias,
la hipocresía llegó y tocó alegre mi puerta.

Me pongo a pensar en una cosa más,
como si no fuera suficiente ya,
me puse a pensar en ti
y mis ganas de que me saques de aquí…

Las mil y una cosas que pienso
son las mil y una cosas que siento.

Las mil y una cosas que tengo…

Waldylei Yépez
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jueves, 6 de enero de 2011

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Cohetes en el cielo

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Las mentiras se escuchan maravillosas,
si salen de la boca de los líderes.
Nadie se da cuenta de la inconsistencia que tienen sus palabras,
nadie se cuestiona,
porque son los que llegaron al poder: por ser “nuestros salvadores”.

Los cohetes en el cielo representan lo que viene.
Me volteo a ver el río de excusas
que contribuyó a hacer crecer el árbol de mentiras que nos rodea.
Mentiras que se presentan como verdades
y que es inaceptable cuestionar.

Que lo diga Taseer,
que por intentar defender a Asia Bibi,
le cayó el castigo de blasfemo:
treinta tiros en el cuerpo.

¿Qué hace pensar que treinta tiros le garantizan el cielo a su asesino?
¿Qué le hace creer que su profeta aplaude “su entereza”?
¿Qué les hace pensar que su dios espera que ellos “hagan algo”?
¿Qué les hace pensar que se aplaude si se convierten en sicarios?

Los cohetes en el cielo marchan hacia el objetivo…
Hemos construido instituciones políticas y religiosas
sobre charcos de sangre y rosas.
Política y religión: la misma basura, señor.

El “elegido” siempre tiene la razón.
Si se dice algo en contra, blasfemos son.
Al presidente y al profeta, se defiende con destreza,
aunque sus cuentos lleven “el absurdo” por nombre,
y sus seguidores, para pensar, tengan pereza:
¡Lo que diga el “elegido” se respeta!

Los que matan en nombre de cualquier cosa:
terroristas son.
Los que matan en nombre del antiterrorismo:
salvadores son.

¿Qué les hace creer que una muerte es diferente de otra?
Quitar la vida por cualquier razón, es sólo eso: quitar la vida.
Pero, la política y religión, nos llevó a pensar que hay diferencias.

Si nos matan por nuestra religión: es barbarie. Si matamos por nuestra religión: es justicia.
Si matan a nuestro pueblo: es terrorismo.
Si matamos a otros pueblos: es lo que se debía hacer.


¿Dónde quedó el “No matarás” de los cristianos,
cuando en la biblia se asesina a mujeres no-vírgenes?
¿Dónde les quedó la excusa actual de que dios no tiene sexo,
pero en la biblia la mujer es menos que el hombre:
porque apenas es la imagen del hombre y el hombre sí es la imagen de dios?
¿Dónde queda que, en Pakistán, se deba ver el asesinato de Taseer como “lección”
para el resto de políticos, intelectuales y medios de comunicación?
“La libertad de pensamiento no es la alternativa a la fe”, dice el Arzobispo de Bolonia,
¿Entonces cuál sería? ¿O es que la alternativa no existe?
Verdades absolutas, ¿O absolutas mentiras?
El poder es lo más valioso que jamás se debe perder.

Los cohetes en el cielo se acercan.
¡Hablemos mal del adversario!
¡Digamos que “los nuestros” los triturarán con la verdad!
¡Que nuestras políticas, al pueblo, beneficiarán!
¡Que lo que nosotros creemos es lo real!
¡Que si no nos siguen: al infierno marcharán!
Todo en nombre del “Pueblo”, “Jesús” o “Alá”.

¿Mahoma se sentirá contento de que Taseer ha muerto?
“Que no le guarden luto,
y el que lo haga tendrá la misma suerte”, dice el extremista musulmán.
Todo por oponerse a una ley absurda.
Todo por salvar una vida de la tumba,
él se ganó la suya.

Los cohetes en el cielo han llegado…
Hemos construido instituciones políticas y religiosas
sobre charcos de sangre y rosas.
Política y religión: ¡La misma basura, señor!

Waldylei Yépez

English version: Rockets in the sky.

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domingo, 26 de diciembre de 2010

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Mis razones y mi melancolía

Fuente Imagen: MartiGodi.

Pies al suelo: descalza,
desierta.
Mirada perdida,
aunque parezca despierta.

Mil razones arman la campaña,
la contienda,
las creencias se derrumban,
las dudas se acrecientan.

"Lo que no sabes, no puede dañarte",
pero lo que sabes puede destruirte
si no lo conectas con tus creencias.

Si se pierde la consistencia,
el cielo se derrumba.
Lo pensado
termina en una tumba.

Mis razones hablan de una cosa,
la melancolía habla de otra.

Mis razones y la melancolía,
mis fieles amigas por estos días.

Waldylei Yépez
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miércoles, 22 de diciembre de 2010

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A un gran hombre

A un gran hombre son mis palabras.
A ese hombre que hoy triunfa gracias a su empeño y trabajo.
Ése mismo que me ha enseñado, a través de sus acciones, que por muy presionado que se pueda estar, siempre se puede salir adelante.
A ese hombre agradecido con sus padres por todo cuanto ellos han hecho por él; padres de los cuales él es el reflejo de lo que son: las más hermosas personas que jamás había conocido.
Esto es para ese hombre que convirtió mi mundo en algo mágico.
Que me permitió desarrollar el más grande amor que yacía en silencio en mi corazón.
Al hombre en cuyos ojos se encuentra la inmensidad de la vida, y en cuya sonrisa queda la ternura intacta de un corazón grande y limpio, un corazón de hombre que conoce de la vida y cuya vida le ha enseñado a ser sabio… Pues él es un gran hombre.
Un hombre que inspira respeto, confianza y seguridad.
Quien con amor te hace ver lo equivocada que puedas estar, pero también es capaz de darte la razón cuando la tienes.
Un gran hombre, aquel que ama sin límite ni reserva y de una manera incondicional.
Yo amo a un gran hombre, y hoy quiero decirle cuán orgullosa me siento de él…
Te Amo. Te Amo con todo mi ser.

Waldylei Yépez
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jueves, 9 de diciembre de 2010

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De las ruinas del Castillo IV: El Despertar del Ser

018. De las ruinas del Castillo IV: El Despertar del Ser. Colección Albor. Waldylei Yépez.doc

Cada hombre es un Castillo. Cada Ser, su Creador.

Cuando la estocada final, de la Autocrítica contra la Razón, iba hacer acto de presencia para impregnar la sala de una trágica escena, se escuchó un grito masculino a lo lejos:

- ¡AUTOCRÍTICA! -.

Éste se desconcentró de su ataque y miró hacia donde se había escuchado el ruido. Se trataba de un segundo piso, un cuerpo con armadura y espada se asomaba entre el ventanal que daba vista a la sala. El guerrero se lanzó a través del espacio vacío y cayó en posición de defensa. La poderosa Autocrítica apenas sonrío un poco.

- El Guerrero Intuición… Bienvenido. ¿Has venido a observar cómo me deshago de tu hermano? -.

Intuición no respondió nada. Pero, la interrupción ocasionada, le dio oportunidad a Razón de alejarse de la espada de la Autocrítica y buscar su propia arma.

- Esto será divertido… Veamos qué tanto pueden hacer ustedes dos contra mí. No creo que mucho, pero dejaré que se ilusionen. Sí, eso sólo son ustedes: ilusos, que creen que pueden detener a la Autocrítica -.

Ambos guerreros seguían en posición de defensa.

- La Autocrítica siempre sabe cómo atacar a la Razón, siempre con ataques bien argumentados que resultan irrefutables. Después de que me encargue de la Razón, me haré cargo de ti, Intuición. Y verás cómo la Autocrítica, también puede controlar y doblegar a los sentimientos… -.

Autocrítica se abalanzó contra la Razón y lo empujó fuertemente contra las paredes, el guerrero cayó al piso nuevamente. Intuición corrió para socorrer a su hermano, pero la Autocrítica respondió con un fuerte golpe en su abdomen, lanzándolo así al otro extremo de la sala.

- Soy indestructible. La fuente que me da poder viene del Núcleo del Castillo. Si bien ustedes son poderosos… En mi caso, soy la suma del poder de cada uno. Tengo tanto poder que puedo abrir las puertas del infierno cada vez que me dé la gana. A mí se me debería declarar el rey del Castillo… ¡Tengo tantas cualidades a mi favor! No como ustedes que no hacen más que equivocarse, y tengo que hacerles ver sus errores… Es que, modestia a parte, lo sé todo. Pero no me agradezcan, es un bien que yo les haga notar el saco de equivocaciones que llevan y llevarán sobre sus hombros. Dejaron el Castillo sin protección y a merced de los demonios, yo jamás habría hecho eso… Ustedes pusieron al Corazón en peligro. Los felicito, son “buenos” guardianes. Yo sí sé que es bueno para el Castillo, por eso me haré cargo a partir de ahora, y los relevaré a cada uno… -.

- ¿Abriste las puertas del infierno para quitarnos de nuestros puestos? ¿Para que los guerreros Errores hicieran el trabajo de acabarnos? ¿Estás loco? ¿Pones en peligro a todo el Castillo, desde adentro, por la estupidez de creer que tus pensamientos y decisiones son los correctos? ¿Destruyes al interior porque crees que al final eso servirá de escarmiento? ¡Eres un idiota! ¡No sabes nada! -. Decía Intuición.

- El Castillo me necesita, aunque nadie aquí sepa reconocerlo. Por otro lado, yo no he sido responsable de sus Errores… sólo les doy la oportunidad a ellos para vengarse de ustedes. Pero no se preocupen, al final yo salvaré el día… seré un héroe, cosa que no son ustedes. Por suerte, no tengo Errores que me persigan -.

- Si supieras de verdad las cosas, sabrías que el daño interno que produces, más que escarmiento, es daño irreparable… Haces sufrir al interior, “por su bien”. No comprendes nada. Sí, puede que tu poder sea la suma del de nosotros, que seas más poderoso, pero sólo eres la suma de lo negativo. Crees que castigando, se aprenderá. Crees que criticando, enseñas. Basas tu éxito en suma de daños y dolores internos que lleven, según tú, “a mejorar” o tener un aprendizaje… Eres tú el que no sabe nada -. Agregaba Razón mientras intentaba levantarse.

- No me voy a poner a discutir con ustedes, jamás podrán entender mi pensamiento. Además, mi tiempo es invaluable como para ponerme a explicarles, con la absoluta claridad mental que me caracteriza, los detalles de lo que es bueno para el Castillo. Y sí, mi metodología puede que haga sufrir un poco, pero les aseguro que al final del día el escarmiento llega, y comenzamos a andar en el camino correcto. No pido que lo comprendan, las limitantes mentales que ustedes tienen son irreparables, entonces no pueden ver lo adelantado y evolucionado que yo estoy. Pero dejando las charlas, porque ya me cansé de tanta ignorancia que percibo, es hora de despedirse… -. Decía con una malvada sonrisa.

Algunos guerreros Triunfo aparecieron de repente, juntos intentaron atacar a la Autocrítica. Mientras, Intuición se acercó rápidamente a donde estaba Razón aún de rodillas.

- Hermano… -.

- Si vamos a morir, que sea defendiendo al Castillo hasta el final… -. Decía Razón.

- No nos daremos por vencidos tan fácil… -.

- Hermano, gracias por luchar a mi lado -.

Intuición asintió. De repente, la cara de Razón se iluminó como cuando alguien tiene una idea.

- Esa es la forma… -.

- ¿Qué? -.

- Él es la suma negativa de nosotros en fuerza. Entonces, tenemos que ser la suma positiva… -. Mirando a Intuición le decía. - Tenemos que atacarlo como equipo, juntos somos más fuertes; el todo es más que la suma de partes… -.

Intuición asintió y ayudó a su hermano a levantarse, mientras a lo lejos se escuchaban los truenos de un mal tiempo.

Autocrítica destruyó a los osados guerreros que intentaron defender a Razón e Intuición. Ahora había llegado el momento de destruir a los hermanos.

- ¿Unas últimas palabras? -. Reía malvadamente mientras los miraba.

Rechinó la puerta principal del Castillo. Pasos se abrieron camino entre los pasillos y las salas. Afuera las enormes gárgolas hacían ruido, los truenos no cesaban.

- Bien, si no tienen nada que decir… -. Autocrítica se preparó para realizar un ataque importante.

- Yo sí tengo algo que decir… -. Se escuchó una voz a sus espaldas.

- ¡Rayos! ¿Y ahora quién me interrumpe? -. Volteándose.

Una figura con túnica se posó en el arco que daba entrada a esa sala.

- … el todo es más que la suma de las partes… -. Murmuró Intuición mirando a su hermano. Éste último asintió, sin dejar de mirar a la nueva figura que había llegado.

- ¿Quién eres? -.

- Yo Soy el que Yo Soy -.

Intuición se quedo mirando su espada un instante.

- Hermano… -. Razón asintió como si adivinara su pensamiento.

Intuición lanzó su espada al recién llegado, de manera que éste pudiera tomarla en el aire. Lo mismo hizo Razón. Autocrítica se extrañó de esto, no entendía por qué le daban sus espadas al que había llegado.

El guerrero unió las espadas, acercando la parte de atrás de las filosas hojas, y formando así una nueva Espada de Doble Filo. Esta espada ahora era doblemente poderosa, sus ataques estarían cargados del poder de la Razón y de la Intuición, y nada podría ser más fuerte.

- ¿Te crees muy fuerte porque ahora tienes una espada de doble filo? -. Reía a carcajadas. - Nadie podría vencerme, mi fuerza viene del Núcleo… Ni tú ni nadie podría hacer algo contra mí -.

- Yo sí puedo vencerte… -. Por fin habló el guerrero.

- ¿Ah sí? -. Más carcajadas. - ¿Y qué harás? ¿Qué encontrarás más fuerte que el Núcleo del Castillo? -.

- ¿Más fuerte que el Núcleo? Yo Soy más fuerte que el Núcleo… Yo creé al Núcleo; Creé al Castillo… -.

- Eso es imposible -. Sonreía.

- No es imposible para el Ser que Todo Lo Sabe, para el Creador… -.

- ¡Es suficiente! -.

Y Autocrítica lanzó un ataque contra el Creador, pero éste lo esquivó y lo golpeó después. El Creador vuelve atacar y hiere a la Autocrítica, éste último no lo podía creer.

- ¿¡Cómo diablos!? -.

- La Autocrítica siempre se ha creído autosuficiente, el invencible y el que nunca se equivoca. Dañas a los otros con crueldad, usando sus errores para echárselos en cara… se acabó -.

Volvió a golpearlo y la Autocrítica cayó al suelo.

- No importa qué pase conmigo, siempre regresaré… Setenta veces siete regresaré -.

- Y estaré esperándote en cada una de ellas -. Respondía el Creador.

- Nos volveremos a ver… -.

- Mientras tanto, que las puertas del infierno se abran para ti… -.

Y el Creador lanzó a la Autocrítica al infierno. Después volvió a colocar los sellos, que impiden que las puertas se abran nuevamente.

Se reunió con Razón e Intuición, y les devolvió sus espadas.

- Cuando la Razón y la Intuición trabajan juntos como uno solo, entonces el Creador se despierta. Y se comienza a Ser lo que en verdad Eres -. Les dijo.

- Gracias por venir -. Agradeció Intuición.

- Ustedes me han traído, sólo ustedes pueden despertar a la Conciencia -.

- ¿Te quedarás en el Castillo? -. Preguntaba Razón.

- Cuando todo el proceso interno que equilibra finalice, el Ser permanecerá despierto. Mientras esos procesos no concluyan, el Ser despertará consciente pero será de manera intermitente. Por eso no puedo quedarme, aún falta mucho camino por recorrer y trabajos internos que hacer. Hay un gran desastre dentro del Castillo ahora, y los ataques no cesarán aún -.

En ese momento, irrumpieron en la sala el Corazón, la Llama del Amor y su fiel compañera la Confianza junto a Valentía.

- ¡Creador! -. Saludó emocionado el Corazón.

- Me alegra saber que estás bien, Corazón -. Correspondió el saludo.

- ¿Te quedarás? -.

- No, no en esta ocasión, pero espero regresar pronto -.

El Creador miró a Confianza y le pidió un instante para hablar en privado.

- Dígame Creador -.

- Haces bien quedándote cerca de la Llama del Amor, no debes dejarla sola nunca. Pase lo que pase, no te separes de ella ¿Entiendes? -.

- Lo entiendo, no me separaré de ella -.

- Confianza -. Su rostro se endureció. - Tienes una gran responsabilidad sobre tus hombros, y necesito que lo sepas. La Llama del Amor se ve constantemente amenazada por diversos peligros en el Castillo, como por ejemplo: estar cerca de Desconfianza. Desconfianza, como ya lo sabes, es contrario al Amor y, aunque él no lo sabe, uno solo de sus impulsos es suficiente para apagarla. La Desconfianza puede matar al Amor, sin siquiera proponérselo concientemente. No debes permitirlo… -.

- ¡Creador! Comienza a asustarme -.

- No me queda mucho tiempo, por eso necesito decirte estas cosas sin rodeos -.

- Desconfianza sabe que no puede conmigo, tenemos la misma fuerza -.

- Desconfianza nunca trabaja solo, su mano derecha Duda es el soporte más poderoso que tiene. Entre Desconfianza y Duda, sí pueden sacarte del camino y eso sería dejar al Amor a merced de ellos -.

- No, no, eso no pasará… -.

- Tú también tienes un soporte, está sigiloso pero siempre has podido contar con su ayuda -.

- ¿Quién? -.

- El guerrero Comunicación. Mientras la Confianza y la Comunicación escolten al Amor, estará todo bien -.

- Señor, hay algo que no entiendo… Se supone que todos en el Castillo velamos los unos por los otros, pero usted me ha puesto todo en un tono que me da a entender que esto es una guerra… -.

- Es una guerra interna y externa a la vez… Enfócate en proteger al Amor, que no se apague su flama por nada del mundo -.

Confianza estaba confundida pero sabía que protegería a la Llama.

- Todos en el Castillo tienen su propia función, las cosas son más complejas de lo que parece a simple vista. Desconfianza y Duda contribuyen a ayudar a la Razón, por algo son su mano derecha, pero ellos no son buenos para la Llama. Dentro del Castillo no se puede pensar en función de blanco o negro. Hay muchas cosas internas que se deben trabajar -.

- Pero si usted sabe todas estas cosas, ¿Por qué no se queda para guiarnos? -.

- Porque incluso yo debo adaptarme a las Leyes que afectan a todos. El Creador no es el ser todopoderoso que puede transgredir sus propias normas, así no funciona. Antes de que yo pueda quedarme definitivamente aquí, deben pasar muchas cosas y superar muchas más -.

- Pero, quédese aunque sea hasta arreglar lo que se dañó con estos golpes recientes. La hemos pasado mal, necesitamos apoyo… -.

- Aún… -. El Creador se calló un instante y su rostro mostró más preocupación. - Aún lo peor está por venir -.

Confianza quedó muy asustada.

- Busca a Comunicación, a Esperanza y a Constancia, ellos podrán ayudar en los momentos difíciles que se avecinan. Yo debo irme ya… -.

- Pero… pero… -.

- No te olvides de tu tarea… -. Y el Creador se fue sin despedirse de nadie más.

Confianza corrió a donde estaban los demás.

- ¿Dónde está el Creador? -. Preguntó Corazón.

- Dijo que ya debía irse. Pero antes de hacerlo, me dijo que aún nos vienen más pruebas, más ataques -.

- Estaremos preparados, somos un gran equipo dentro del Castillo. Estas experiencias nos llenarán de sabiduría y fortaleza -. Contestaba sonriente el Corazón.

- Es mejor que vayamos planificando nuestros próximos pasos -. Decía Razón mientras comenzaba a caminar.

- Es importante que todos permanezcamos unidos, porque tenemos muchas cosas que arreglar y funcionando como un Todo será más llevadero -. Comentaba Intuición.

Se escucharon choques de piedras a las afueras del Castillo, ruidos de cristales rotos y truenos.

Comenzaron a caminar hacia la otra sala, pero Corazón se mantuvo de pie sin dar paso alguno. La Llama del Amor se dio cuenta, y volteó a preguntarle si no quería ir con ellos. El resto se detuvo a esperar la respuesta. Corazón miraba hacia el piso. De repente, subió la mirada y vio a la Llama a los ojos, le sonrió un instante.

- ¿Qué sucede? -. Ella le preguntó sonriente.

Pero él no contestó.

Un segundo después Corazón cayó de rodillas, como si estuviera muy cansado al punto de no poder sostener su propio cuerpo. Pero sus ojos perdieron brillo también…

De repente, su cuerpo terminó inclinándose hacia delante y cayó boca abajo. Fue entonces cuando pudieron divisar la herida en su espalda, una nueva herida trágica. Todos quedaron pasmados. Nadie se dio cuenta de cuándo ni cómo llegaron a herirlo, no podían comprender lo que estaban viendo.

Esos tres segundos fueron una eternidad. Y luego de ellos, tan sólo se escuchó el susurro de alguien:

- Está muerto, el Corazón está muerto… Está muerto -.

Esta historia continuará…

09/12/2010 6:33 p.m.
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jueves, 2 de diciembre de 2010

Entrevista: ¿Quién es Waldylei Yépez?

Presentador: ¡Bienvenidos! Me alegra mucho que estén presentes acá, en esta entrevista que haremos a la escritora Waldylei Yépez.
>> Waldylei, gracias por tomarte el tiempo de conversar con nosotros ahora. Y me gusta mucho decir conversar, porque eso queremos. Encontrarnos con la escritora y con la persona, conocerla en la medida de lo posible pero sin tanto formalismo. Gracias por estar aquí con nosotros. ¿Cómo te sientes?

Waldylei: Muy bien, gracias. Me contenta poder conversar un poco, creo que será entretenido.

P: Seguro que sí. Cuéntame Waldylei, tú no acostumbras a dar entrevistas, ¿Te inquieta participar en ésta? ¿Te sientes cómoda?

W: Creo que el sentir que me embarga es la incertidumbre, el no saber qué se preguntará... pero los retos están ahí para enfrentarse a ellos. Es cierto, no estoy acostumbrada, sin embargo, pienso que ésta es una gran oportunidad para compartir siendo yo misma, y no solamente la autora de una obra. Por ahora, estoy cómoda... vamos a ver cuánto me dura (Risas).

P: Pues ya veremos (Risas). Bueno, pero he de advertirte que esta entrevista será distinta. Siempre dices, y se puede leer en tu portal, que estás bajo tu propio protocolo ¿No? Entonces yo te voy hacer la entrevista bajo el mío. ¿Te parece?

W: (Risas) Claro, claro que sí.

P: ¿Sabes qué pasa? Resulta que a mí me pasaron una lista de preguntas para ti… Sin embargo, no me interesan. Por ejemplo, aquí tengo la pregunta: “¿Cuál es tu autor favorito?”. No me interesa. “¿Cuál es tu libro favorito?”. No me interesa. Es exactamente lo mismo que se preguntaría a cualquier persona, y no me interesa… Así que, como ya te dije, haré la entrevista a mi manera…

W: (Risas) No tengo problemas con eso…

P: Muy bien. Empecemos entonces: En primera tengo curiosidad de algo. Algunos te llaman, o te han llamado, poeta o poetisa; tú te designas como escritora… Si yo dijera: “Estamos con la poeta Waldylei Yépez” ¿No habría ningún problema?

W: Me temo que no sería del todo correcto…

P: ¿Por qué?

W: Pues porque no soy poeta. Si bien es cierto que, de repente, puedo escribir algunos versos (poesía texto libre), lo que mejor se me da es la prosa, la narración en sí. Quien me catalogue como poeta, estaría equivocado.

P: Es decir, que no te puedo llamar poeta…

W: No.

P: “No”… ¿Así a secas?

W: Así a secas…

P: Eso es lo que yo llamo una respuesta concreta. (Risas) Bueno, bueno, pasando a las cosas que sí nos compete: Tengo una serie de preguntas aquí para ti, hechas por mí y no las que me dieron, que espero quieras y puedas contestar. A todo esto, ¿Puedo hacer preguntas personales?

W: No.

P: ¡Oye! ¡Pero tú no das ni oportunidad de que uno insista aunque sea! (Risas).

W: (Risas).

P: Vamos a ponernos serios entonces y pasemos a la primera pregunta. ¿Desde cuándo escribes?

W: Escribo desde el año 2001. De ese año es el primer texto que he mostrado públicamente, pero mi primera creación fue como dos años antes. Aquella creación, iba ser parte de una evaluación final de la asignatura de castellano. Lo hice con la colaboración de una prima, que me ayudó a desarrollar algunas ideas, y la ilustración de otra prima.

P: ¿Alguna vez mostraste ese texto en Internet?

W: No, y no pienso hacerlo. (Risas)

P: Desde 2001 a la fecha, son muchas cosas las que has escrito. ¿Qué se siente ver todo el camino recorrido?

W: El encontrarme con textos muy viejos, y verlos el día de hoy con todo el bagaje de conocimiento que se posee, de repente no me parecen ni “aptos” para permanecer en línea. Sin embargo, respeto mucho mis obras (creo que todo creador debe tener respeto para cada una de sus creaciones) y no se me pasa por la cabeza sacarlas, o suprimirlas del portal. Eso por el lado de la autocrítica que uno siempre tiene. Ahora por el lado bonito, ellas representan todo el camino que has recorrido y que te hacen notar que de verdad mejoraste la manera de expresión, e incluso que ahora tienes más orden al exponer tus ideas. Me llena de orgullo y satisfacción ver ese camino, es bonito.

P: Autocrítica… Lo acabas de mencionar. ¿Qué tan critico de uno mismo debería ser cada autor?

W: Eso depende de cada uno. En mi caso soy muy autocrítica, pero como diría Paulo Coelho: no nos debemos dejar paralizar por ella.

P: ¡Se encienden las alarmas literarias! Y ahora te pregunto: ¿Crees que los libros de Paulo Coelho son Literatura?

W: (Risas).
>> Este… ehmmm… (Risas).

P: ¿Qué te parece gracioso Waldylei? ¡Yo quiero reírme también! (Risas).

W: Mira, si tú buscas en Internet y sobre todo en Facebook te darás cuenta de cuánta gente odia a Coelho. Algunos dan sus argumentos, otros apenas saben decir que es porque gana plata con sus libros, por tanto según ellos eso es lo único que le importa a Coelho. Contéstame tú: ¿A quién no le gusta ganar plata? ¿Tú crees que si el que critica, fuera el que se gana esa plata, estaría criticando? Nada que ver… Ellos alegan que: “hay muchos que se creen educados porque agarran un libro de Coelho, y además dicen que es un maestro de la pluma”. Pero, ésa es la misma actitud de la gente que se cree educada por criticar a Coelho. En esencia, tienen el mismo comportamiento pero dirigido hacia dos cosas distintas. El que se sienta más educado por tomar un libro de Coelho o por criticar a Coelho, está haciendo exactamente lo mismo.
Es cierto, Coelho gana plata, viaja de aquí para allá, participa en instituciones internacionales… ¿¡A quién no le gustaría estar en sus zapatos!? (Risas) Sobre todo escritores, ¿Sabes lo que es publicar libros en todo el mundo, traducirlos a varios idiomas? Eso se llama trascender todas las fronteras… ¡Maldita envidia! (Risas).
Si tú buscas grupos de Facebook que odien a Coelho, vas a encontrar que apenas están conformados por decenas o cientos de personas. Busca la página oficial de Coelho y te darás cuenta que va rumbo a los cuatro millones.
Cuando un autor llegue a tener lo que tiene Coelho, entonces ahí podemos hablar y decir cuál es el mejor en escribirle a la gente, no a la élite literaria, escribirle a la gente…

P: “Élite literaria”… ¿A qué te refieres?

W: A todo aquel que se cree más inteligente, y más que los demás, por leer a un círculo de libros o autores que sólo “la gente ilustre” es capaz de comprender. La gente común y corriente no podrá entender “la literatura pura”, sino aquella que es más accesible… eso hace personajes como Coelho, que no se enrollan sino que buscan que todos logren comprender el mensaje… Me da la impresión de que, para la élite literaria, si algo lo comprende todo el mundo: ya no es literatura. Me recuerda el tweet (11/11/2010) de Alberto Montt: “Hay cada pelmazo que le gustan grupos, humoristas, artistas, series, etc. Sólo mientras son desconocidos.” Eso, más o menos, concuerda en esencia con lo que acabo de decir. Es lo mismo que le pasa a Isabel Allende, todo lo que escribe se vuelve Best Seller y los críticos literarios la critican por eso sencillamente. ¡Se gana plata señores! ¡Eso es todo! ¡Y la maldita envidia es mucha!
Para los “literarios”, libros de autoayuda son algo menos que “basura”. No te voy a negar que haya libros de libros que provoquen quemarlos, pero no son solamente de autoayuda… Vamos a estar claros en eso.

P: Si los libros de autoayuda son “basura”, ¿Qué es lo que se cumple para que un libro sea catalogado como literatura? Porque no puede ser solamente que haya sido escrito por un Neruda o un Vargas Llosa…

W: Hay teorías que prescriben cómo se puede clasificar: si literario o no literario, pero eso ya es otro tema que habría que profundizar…

P: Bueno, pero me gustaría que alguna vez nos conversaras acerca de eso…

W: Puede ser. No lo descarto, cuestión de hacerlo cuando pueda.

P: Considerando que hay reglas para la clasificación: literaria y no literaria. Waldylei Yépez, ¿En qué categoría entraría?

W: (Risas).
>> Si nos guiamos por ciertas críticas, probablemente sería “no literaria” y aún así otros me llaman “literaria”. Ahora, si me preguntas a mí cómo me considero, te diré: “Escritora de libre texto, idea y pensamiento… ¡Bajo Mi Propio Protocolo!”.

P: Pero, ¿Literaria o no literaria?

W: Prefiero decir: Expresiva.

P: Hablaste de “criticas”. ¿Cuáles han sido?

W: En lo que respecta a la exposición de mis ideas o textos, me han llamado “cursi”. En otra oportunidad, me dijeron que escribía con “sabiduría barata de libros de autoayuda”. Y por expresar que cada persona tiene razones para creer en lo que cree, me llamaron “bélica”. No sé, cada loco con su tema. La gente cree lo que quiere creer, entiende lo que quiere entender… y escupe lo que es tan amargo que no se puede tragar, así lo generen ellos mismos. Nada más que decir.

P: Así es la vida, Waldylei. No a todos les agradamos, pero tampoco todos nos odian. Y tengo poderosas razones para decir esto último, resulta que vamos a sacudirnos esas criticas con palabras de cariño. Pues nos pusimos en contacto con gente que te quiere, y además ellos nos ayudarán a conocerte.
>> En primera, quiero que el señor Walo San nos hable de ti. Vamos a ver qué nos dijo:



“Waldy, como de cariño me permite decirle, es una artista que se ha desarrollado constantemente. He leído todas sus obras desde que la conozco hace 8 años, por lo que eso me ha permitido verla desarrollar su talento a través de los años.
Las obras de Waldy siempre tienen una constante, el mensaje que inspira, el mensaje que no es invasivo o imperativo al pensamiento del lector, el mensaje que ofrece una reflexión profunda, pero a la vez sencilla sobre las cosas de la vida.

La inspiración de Waldy ha pasado por diferentes etapas o bloques que al pasar del tiempo ha agrupado en Colecciones, imagino que ella misma se dio cuenta que su inspiración pasaba por estos bloques y al reconocerles, decidió darles su tiempo y momento, esto mismo le da al lector una idea de lo que encontrara en las colecciones, pero además, el conocimiento de las etapas de Waldy como escritora y ser humano.

La imaginación de Waldy es amplia y dulce, franca pero no de dureza, puede describir la dulzura de los momentos con bastante facilidad y los contrasta con la franqueza de la vida, sus escritos son como melodías suaves con momentums de fuerza en la notas, melodía que al final desenlaza pausadamente y en ocasiones de manera inesperada.

Como persona sucede lo mismo que con sus obras, su voz es dulce, su cuerpo es estilizado y su mirada es penetrante, como de aquella persona que nos conoce bien. Es muy querida por sus amistades, de allí que el lector pueda comprender perfectamente el fruto de ella, sus obras.

Puedo predecir fácilmente que Waldylei llegará muy lejos en la obra literaria, y ahora lo digo con más confianza que esta preparándose para tener más herramientas para sus obras, solo espero que la vida me de el momento para ver ese día.

Invito a todos los lectores a leer las obras de Waldy, pues estoy convencido que no terminaran ni con las manos, ni el corazón vacíos.

Atte
Walo San”

P: Walo habla de la inspiración, de la reflexión... en realidad, de muchas cosas. ¿Qué ingredientes dirías tú que tienen tus obras?

W: Como escritora pienso que las obras deben aportar algo a quienes las leen y, por lo general, eso es lo que sucede. Hay diversos componentes en cualquier obra, entre ellos la característica humana que no es otra cosa que la discusión, o la presencia de temas que siempre han ejercido influencia en la vida de los seres humanos. Nunca se escribe para decir nada, siempre hay algo que decir. Pienso que uno de los principales ingredientes, como tú lo expresas, sería la reflexión. Creo en la verdad de que una obra debe hacer reflexionar al lector, acerca del tema que se trata, pero "tocar" a ese lector de alguna manera, que piense en lo que se dice y que tome de la obra lo que mejor le haya parecido.

P: Walo menciona en su carta, precisamente sobre la reflexión, que entregas un mensaje "no invasivo o imperativo al pensamiento del lector". ¿Cómo logras que tu mensaje no sea invasivo? ¿Te consideras una persona objetiva?

W: Ehmmm... Cuando tú quieres expresar algo, no creo que una actitud de "imposición" sea positiva. De hecho, predispone al lector a rechazar, muchas veces sin siquiera analizar de verdad, lo que se escriba. Pienso que es el lector quien debe elegir por sí mismo "su verdad", y no que un texto se la imponga. Resulta más, y es más respetuoso, exponer esto y lo otro dejando que sea él quien tome lo que más pueda gustarle. ¿Objetiva? Existe la Subjetividad de la Objetividad (Risas). No sabría qué responderte al respecto, aclamarme como objetiva sólo encendería la hoguera de quien podría considerarme muy subjetiva, y decir que soy subjetiva sería contradecir a quienes consideren que soy objetiva. Así que esa respuesta se la dejo al lector...

P: Fiel a tu filosofía no invasiva (Risas).

W: (Risas)

P: Y como no nos conformamos con sólo una opinión, queremos conocerte otro poco más a través de las palabras de Arnaldo Rodríguez:


“He leído aproximadamente 5 textos de Waldylei Yépez, que son extraordinarios y sobre todo fascinantes e interesantes, ya que me ha dejado una reflexión, porque son cosas que pasan o que nos pasan en la vida. Yo recomendaría a mis amigos leer los textos de Waldylei Yépez, para que conozcan sobre ella y sus textos, Waldylei es una súper escritora, cada historia que escribe con esos personajes tan asombrosos que hacen que el texto sea fascinante; Waldylei Yépez es la única escritora que he conocido que escribe historias que son realistas, que son de la vida cotidiana, no he ni escuchado de otro escritor (a), que haya escrito como ella, ella es un signo de admiración, la admiro muchísimo, es la 2da persona que admiro; su inteligencia es sorprendente, porque cuando da algún consejo son de gran utilidad para uno, y siempre tiene razón en las cosas que dice y de las cosas que piensa. Waldylei es una persona muy brillante no creo que exista otra persona como ella, la respeto y la quiero muchísimo. Uno de los textos que ha escrito y que más me ha gustado es: Las Ruinas del Castillo, es una historia muy linda y con una reflexión positiva y realista; los personajes que tiene son llamativos porque tienen que ver con nuestras emociones, de verdad que los textos de Las Ruinas del Castillo son estupendos, yo recomendaría a muchísimas personas que lean esos textos para que se den cuenta que lo que dicen en esas líneas es 100% verdadero. Waldylei sigue así, con esa inteligencia y carisma que tienes, porque eres persona súper especial y una gran escritora. TQM. Saludos
De: Arnaldo Rodríguez”

P: Wow, muy potentes sus palabras... Hay algunos aspectos que se repiten, como el realismo y abordar cosas de la vida cotidiana. Sin embargo, Arnaldo agrega a los personajes de tus obras como algo destacado, por lo visto le dan atractivo. ¿Qué características dirías tú que poseen tus personajes?

W: Él menciona mucho a "De las ruinas del Castillo", así que pienso que se refiere a esos personajes en particular... Creo que lo que destaca de ellos es que representan en sí mismos aquello que nos conforma como seres humanos, la diferencia es que ahora se usa una metáfora de Castillo y sus guerreros. Dentro del texto tenemos a la Razón representada por un guerrero, al igual que la Intuición, y así otros muchos personajes. Lo que los hace destacar pienso que es verlos "de otra forma", he allí donde radica lo que a él puede impresionarle.

P: Entonces, ¿Podríamos decir que son tu herramienta para consolidar los conceptos que quieres expresar de una manera sencilla para el lector?

W: Totalmente. Son ellos los que hablan y expresan las cosas, posteriormente será el lector quien tomé de estos personajes lo que quiera tomar. Dicho esto, me parece interesante recordar que no todos entendemos las mismas cosas, o le damos exactamente la misma interpretación, porque si algo poseen los textos es Polisemia, que quiere decir que puede tener distintos significados.

P: Mmm… Entonces por ahí va la manera de no ser invasiva ¿No?... ¿Recalcas mucho los rasgos que te interesan de los personajes para hacer llegar tu mensaje? ¿Son como los típicos personajes con formas de ser muy definidas o resultan ser más complejos?

W: Es importante dejar muy claro cómo es el personaje, pero tampoco exagerar en ese particular. Si queremos que los personajes "se parezcan" a las personas que viven en la realidad, entonces deben ser complejos porque así somos nosotros. No se trata de que un personaje sea cien por ciento malo o cien por ciento bueno, los personajes (al igual que las personas) oscilan en sus comportamientos... Eso los hace definitivamente complejos.

P: Por lo visto no buscas simplificar los problemas a la hora de describir algo. ¿Cómo explicas entonces la facilidad con que te haces entender hacia una gran variedad de lectores?

W: Creo que es gracias a la característica humana de una obra... Éstas son cosas "nuestras", pues no somos ajenos a "la locura de la razón", a "la valentía de las emociones", "al poder de la autocrítica para doblegar a la razón". No somos ajenos a esos hechos, son cosas que nos afecta en mayor o menor proporción. Lo importante es que te comuniques con palabras sencillas, ése es el requerimiento. Además, el uso de analogías puede ayudarte mucho, para que personas que de repente no tengan mucho conocimiento de algo puedan comprenderlo, es sólo llevar lo que quieres decir a una forma "más familiar" al lector, el resto lo hará él mismo a través del interés que tenga en el tema, por ejemplo.

P: Por supuesto que sí.

W: Antes de continuar, me gustaría aprovechar eso que mencionaste: “Gran variedad de lectores”, para hacer notar que Arnaldo (quien envió el último comentario expuesto) es un adolescente que comienza a interesarse en lo que es el mundo de la Expresión (para no llamarlo “literario”). Él es prueba inequívoca de que los textos pueden ser entendidos por cualquier persona, sin limitante de edad. Me llena de mucha satisfacción cuando él se acerca a mí con alguna inquietud, que le generó el texto, y podemos conversar de ello. Me encantan sus aportes, sus ideas, su participación… Él es un muchacho de un alma muy hermosa y muy buenos sentimientos. Yo sé que a su momento encontrará lo que tanto espera. Fe Arnaldo, las cosas suceden cuando deben suceder… ¡Gracias por enviar tu lindo comentario!

P: Hablemos del tema de la metáfora... ¿Cómo construyes una metáfora? ¿Cómo logras hacerlas calzar con lo que quieres expresar?

W: Las metáforas nacen dentro de lo que es el proceso creativo, que en palabras sencillas sería como: "una manera distinta de expresar algo". No sabría decirte si se trata de que quiera expresar una idea y busco una metáfora, o es la metáfora que viene antes y a partir de ella viene el mensaje (Risas). Lo que sí es cierto es que la observación te ayuda muchísimo, el que tú veas cómo funciona algo, que lo analices miles de veces si es preciso. También te puedo asegurar que con mucha práctica, las metáforas van saliendo cada vez mejores y que todos tenemos la capacidad de crear cosas maravillosas, si ése es nuestro propósito.

P: La observación ciertamente es importante y ahora estoy siguiendo tu consejo... Veo que eres una persona muy analítica y, sin embargo, hay algo muy relevante respecto a la carga emocional de tus escritos. Específicamente habla de la intensidad con que se "viven" tus obras. ¿Crees que está reñida la emocionalidad con el raciocinio? ¿Qué le dirías tú a las personas que piensan que así es?

W: Por alguna razón, me hiciste recordar "De las ruinas del Castillo" (Risas). Allí se dice que para que exista equilibrio ambos, Razón e Intuición, deben estar presentes. Yo creo firmemente en que nuestra razón no debe estar enemistada con la emoción, por el contrario, pienso que cuando trabajan juntas es mucho más positivo para nosotros. Si dejamos que nuestra razón se apodere del control tendremos problemas, al igual que sucedería con la emoción. Cuando existe un equilibrio de razón/emoción es cuando comienzas a Ser lo que Eres de verdad.

P: Con todos estos datos dan ganas de leer "De las ruinas del Castillo" (Risas)

W: (Risas)

P: Y veo que esta obra marca, de alguna manera, un hito importante en tu vida de escritora pero... ¿Qué más hay de Waldylei Yépez? Tenemos todo un desarrollo de situaciones de la vida misma, apuntando hacia el desarrollo personal, con un mensaje positivo como nos dice Arnaldo, pero no es tu única temática ¿Verdad?

W: No. De hecho, lo monótono me agobia... por tanto, intento no caer en un círculo de siempre lo mismo, cosas que han hecho otros escritores y que al leer un par de obras te das cuenta de eso. De repente podrías verme haciendo una crítica a alguna situación que me parece injusta, o puedes verme toda romántica y enamorada. Me gusta poder escribir sobre cosas distintas, aunque no ha faltado quien me diga que me "queda más bonito" escribir sobre tal cosa, como por ejemplo cartas de amor. No puedo, de verdad que como escritora, no puedo concentrarme en sólo escribir sobre eso, sería como quedarme con un color de la vida y omitir el resto de los colores. Y no, la vida no es así, la vida no tiene un sólo color... tiene muchos. Y yo escribo de la vida, así que me verás escribiendo de "varios colores" pues así debe ser, según mi parecer.

P: Concuerdo contigo... Se puede ver esto también en tus obras, hay de amor y desamor, de ilusión y desilusión... ¿Cómo logras llegar a estas obras? ¿Cuánto hay de tus vivencias personales en ellas?

W: Muchas, muchísimas veces cuando he publicado cosas tristes, me llegan intentando darme palabras alentadoras, de consuelo... Y la verdad es que no necesariamente estoy triste o dolida. Con esto quiero decir que, mi herramienta para crear obras, principalmente, es la empatía. El ponerme en los zapatos de la otra persona, es algo que te ayuda mucho a la hora de escribir. Sobre vivencias personales, es imposible que una obra no tenga nada de ti como autor, pero no quiere decir que escribas acerca de tu vida. Por ejemplo, escribes un texto donde un personaje le encanta el perfume tal, y resulta que ése es el que te gusta a ti precisamente... son detalles pequeños o más grandes los que puede dejar el autor, sin embargo, y es algo que repito mucho: "La obra no es el autor", no hay que confundir eso, pero resulta que muchas veces se confunde y uno termina haciéndose la idea de que el autor es exactamente como su obra. A la final no es así, nunca ha sido así completamente (a menos que el autor de verdad quiera escribirse a sí mismo).

P: Por supuesto, como en una autobiografía... Para finalizar con las opiniones de tus lectores, tenemos las palabras de Mariangel Alvarez, quien nos da una visión más personal de Waldylei:





P: Muy afectuosa la opinión de Mariangel, nos dice sobre ti que quieres "regalarle al mundo un pedacito de su vida y de la vida misma". ¿Cómo describirías aquello de regalar al mundo "un pedacito de la vida misma"?

W: Esa es una pregunta difícil, y creo que quien mejor podría responderla es ella. Lo más que yo podría decirte es que, mi intención es la mejor al escribir esos textos, y que ésta es mi manera de expresarme: a través de las letras. Lo único que yo espero es que el mensaje pueda ser de utilidad para alguien, si esto es así entonces el objetivo se ha cumplido, es decir: valió la pena escribir, y eso es lo importante.

P: Muy centrada tu respuesta... Y así es Waldylei, una mujer de gran inteligencia, analítica y observadora. No es invasiva, nos habla de manera sencilla sobre las cosas de la vida como dice Walo. Crea personajes cautivadores e interesantes como lo menciona Arnaldo. Usa la empatía y la metáfora para llegar a su público de manera intensa, y todo esto en busca de entregar algún aporte, algún mensaje importante, un pedacito de la vida misma como nos dice Mariangel.
>> Muchas gracias Waldylei por compartir en esta entrevista, de verdad ha sido sumamente grato e interesante conversar contigo, creo que quedan aún cosas pendientes pero ya habrá más instancias.

W: Muchísimas gracias a ti, y al interés de quienes han leído todo esto (que es bastante largo) pues si han llegado hasta aquí es porque se tuvo interés y paciencia (Risas). Muchas, muchas, muchas gracias a Walo San, Arnaldo y Mariangel por tan bellas palabras…

P: Así es. ¡Muchas gracias por las colaboraciones recibidas! Colaboraciones que hacen posible conocer a través de otras personas a nuestra autora.
>> ¡Hasta una próxima oportunidad!

W: ¡Muchas gracias!

Esta es una producción exclusiva para la Red DkX. 2010.
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lunes, 8 de noviembre de 2010

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De las ruinas del Castillo III: Abriendo las Puertas del Infierno

017. De las ruinas del Castillo III: Abriendo las Puertas del Infierno. Colección Albor. Waldylei Yépez.doc

Cada hombre es un Castillo. Cada Ser, su Creador.

Mientras en la sala principal el público aclamaba a Razón, en su cuarto-celda la Llama del Amor y Confianza permanecían encerradas.

- Tenemos que salir de aquí -. Decía Confianza, mientras miraba por la ventana aquel espectáculo que protagonizaba Razón.

- Es difícil, hasta para el Amor, ir en contra de todos aquí dentro. Mi objetivo es el bienestar del Castillo, pero hay cosas que terminan por apagar mi flama -. Contestaba con tristeza.

Toc, toc. Sonó la puerta del cuarto. Luego la manilla viró y entró uno de los Generales de Intuición.

- Buenas noches -. Dijo Valentía.

- Buenas noches. ¿Qué se le ofrece mi General? -. Preguntó la Llama.

- Le escuché atentamente cuando se enfrentaba a Razón; creo que usted tiene un buen argumento. Quiero preguntarle algo: ¿Puede encontrar a Intuición y a Corazón? ¿Puede llegar al sitio donde están? Me han dicho que sólo Intuición y Razón saben dónde queda, nadie más… -.

Por un instante, la Llama miró a Confianza de manera dubitativa. Volvió su mirada hacia el General y le dijo:

- El Amor siempre puede encontrar al Corazón, si el Corazón desea ser encontrado -.

El General se quedó mirándola con firmeza y seriedad. Luego le dijo:

- Confiaré en su palabra, y le acompañaré a donde sea necesario con el objetivo de encontrarlos -.

- ¿Traicionarás a Razón? -. Preguntó Confianza con sorpresa.

- No se trata de traicionar, se trata de actuar en el modo que uno considera más justo. Y la justicia sólo existe cuando Razón e Intuición están a cargo del Castillo, no sólo uno de ellos -. Respondió Valentía.

- Los guardias… -. Comentó la Llama.

- Por suerte, ellos están bajo mi mando y están dispuestos a apoyarnos. Usted sólo indíquenos hacia dónde debemos ir… -.

La Llama asintió y salieron sigilosos de aquel cuarto.

Caminaron por diversos pasadizos, algunos bastante oscuros y tenebrosos.

« El Amor, cuando es acompañado por la Confianza y la Valentía, todo lo puede… Incluso enfrentarse a las más profundas oscuridades, para encontrar a un Corazón perdido ».

Los guardias llevaban antorchas consigo.

- Parece que estuviéramos caminando sobre la oscuridad, y no en un pasadizo oscuro -. Comentó alguien con recelo.

- El Amor llega a enfrentarse a tantos obstáculos como oscuridades existen. Al final, el Amor es más fuerte -. Respondió la Llama.

- Eso espero… -. Murmuró entre dientes otro del grupo.

Ruidos los rodeaban, murmuraciones que no podían entenderse. La Llama comenzaba a sentirse mal; Confianza intentaba que se apoyara en ella. Amor le decía que estaba bien, que continuaría el camino. Y así estuvo por mucho rato, hasta que de súbito se detuvo. Se quedó como intentando escuchar algo.

Mientras tanto, dentro de la Caja de Cristal, Corazón se puso muy inquieto. Se levantó de su asiento como intentando escuchar algo.

- ¿Qué sucede, mi Señor? -. Preguntaba Intuición.

Corazón lo miro y se puso el dedo sobre los labios, señal de que se guardara mucho silencio. Se acercó entonces a donde podía verse la puerta de aquel sitio, y colocó su mano encima cerrando sus ojos.

En el pasadizo seguían quienes buscaban la Caja de Cristal. De repente, sus antorchas se apagaron y los guardias fueron invadidos por el temor, al darse cuenta que no podían volver a encenderlas. Además, las oscuridades les hacían ver espectros muy cerca de ellos, se sentían vulnerables porque no podían defenderse.

El Amor pedía silencio y calma. Cerró sus ojos.

- Hay veces que parece que el Amor es ciego, que no tiene ojos. Pero no saben que el Amor aprendió a defenderse entre las oscuridades que querían asustarle, entonces comenzó a guiarse con su sexto sentido, porque lo que veía con sus ojos podían engañarle. Cierren los ojos y los espectros externos no podrán asustarlos -.

Amor dio algunos pasos hacia delante, indicando que no la siguieran. Luego se detuvo y cruzó hacia su derecha. Se detuvo nuevamente y colocó su mano, extendiendo su brazo, sobre una superficie sólida que se encontraba allí.

Dentro de la Caja de Cristal, Corazón abrió los ojos de súbito y aún manteniendo su mano sobre la puerta, dijo:

- Me encontraste… -.

Intuición se extrañó del comentario.

- ¿Qué dice mi Señor? -.

Del otro lado de la puerta, Amor se sonrió y dijo:

- Te encontré -.

La puerta de la Caja de Cristal comenzó abrirse. Ambos quitaron sus manos, y cuando la puerta terminó de abrir ellos se encontraron uno de frente al otro.

- Pero, ¿Cómo logro llegar aquí? -. Preguntaba Intuición claramente sorprendido.

Valentía que se encontraba a unos metros, escuchó la voz de su Director. Abrió los ojos y a lo lejos podía ver luz saliendo de un cuarto. Dio orden a sus acompañantes y se dirigieron al lugar. Allí encontraron a la Llama del Amor junto a Corazón, y el Director Intuición.

- ¡Señor! -.  Saludó el General.

- ¡Valentía! -.  Dijo Intuición.

- La Llama del Amor nos guió hasta ustedes -. Le informó.

Intuición asintió.

- ¿Dónde está mi hermano? -. Preguntó entonces.

- Debe regresar de inmediato, Razón está al mando y no todas sus órdenes parecen ser la mejor opción -.

- ¡Vamos! -.

De repente, la Llama del Amor tomó muy fuerte la mano del Corazón y lo miró con suma preocupación. Corazón entendió su mensaje, pues entre el Amor y el Corazón la comunicación a veces no necesita de palabras.

- ¡Intuición! -. Dijo Corazón mirándolo. - Debes regresar… ¡Ahora! -.

La urgencia del tono de Corazón no era nada bueno. Comenzaron a moverse con rapidez de vuelta a la sala principal, pero no llegarían tan rápido como querían.

En la sala principal, aún Razón era aclamado por sus guerreros. Su sonrisa expresaba la victoria que aún gozaba.

- Podemos sentirnos seguros, estos cambios que se han propuesto le harán muy bien al Castillo y sus habitantes -. Decía Razón.

Entonces un guerrero entró corriendo y gritó a Razón.

- ¡Señor! Debe ver esto -.

Razón asintió y fue a ver. Lo escoltaron varios Guerreros Triunfo e Ilusiones.

Pasaron por otra sala, que era bastante grande, y siguieron hacia un pasillo que llevaba a una gran puerta de piedra. El guerrero que fue avisar, le hizo señal con el dedo que mirara al centro de la puerta. Razón miró, entonces firme y agresivamente preguntó:

- ¿Quién rompió los sellos de esta puerta? -.

El guerrero dijo que no lo sabía. Razón se acercó a la puerta y colocó su mano encima, de repente podía sentir ciertas vibraciones con sus dedos. Su cara mostró preocupación, pero como todo guerrero que va a una guerra y sabe del peligro, enfrentaría la situación con coraje y la determinación de que no importa morir, sino defender al Castillo hasta el final. Las vibraciones se incrementaron, la urgencia se posó en su rostro. Quitó la mano de la puerta y comenzó a retroceder.

- Retírense… -.

- Pero Señor, ¿Por qué? ¿Buscamos a quién rompió los sellos? -.

- Ya no importa quién rompió los sellos de esta puerta… quiero que se retiren -.

Razón seguía dando pasos hacia atrás, caminando de espaldas. Pero los guerreros no entendían por qué, y ellos no se movieron. Comenzaron a sentir que el piso se les movía, como un temblor.

- ¡CORRAN! -. Gritó con desesperó Razón, echándose a correr de regreso a la sala que estaba cerca.

Fue entonces cuando aquellas puertas de piedra se abrieron de súbito, quedaron abiertas de par en par. Una ola terrible de viento y calor fue expulsada hacia ellos, pero el mismo viento y calor retrocedieron al ser succionados por la puerta. Esta succión era tan fuerte que, los guerreros fueron halados hacia dentro. Se escuchaban gritos, algunos intentaron agarrarse de las paredes. Razón también fue arrastrado sobre el piso por la presión, sin embargo pudo resistir. Otros no lo lograron.

- ¡RESISTAN! -. Gritaba Razón.

Una gran luz de llamas infernales mostraba aquel terrible sitio, al cual poco a poco estaban cayendo los guerreros que acompañaban a Razón. Como se abrió, así mismo se cerró la puerta de súbito. La succión dejo de hacer efecto sobre los guerreros que quedaron en el pasillo.

Razón temblaba de impotencia, acababa de perder varios seguidores.

- ¡SALGAN DE AQUÍ! -.Todos corrieron.

Al llegar a la sala contigua, Razón destrozó una mesa de rabia por los guerreros que había perdido.

- Señor, perdimos varios guerreros Ilusión allá -. Dijo uno de los que habían quedado. - ¿Qué es esa puerta? -.

- Las puertas del infierno… Quien rompió los sellos sabía que esto pasaría, quiero que lo busquen y me lo traigan… ¡Ya! -. Una profunda ira albergaba a Razón.

Varios de los seguidores, corrieron a la sala principal en busca de apoyo.

- Las Ilusiones son los primeros en irse al infierno -. Se escuchó de repente una voz masculina.

Razón, que estaba cabizbajo de la rabia, subió la mirada e intentó buscar la fuente de aquella voz. Miro alrededor y divisó una silueta en un rincón oscuro de esa sala.

- ¿Quién eres? ¡Da la cara! -. Le gritó.

La figura se movió hacia delante. Su rostro fue iluminado y Razón pudo ver quien era.

- Tú… -.

Aquel era otro guerrero que llevaba armadura. Su cara también estaba protegida, apenas tenía descubierta la boca y se podía ver su sonrisa maliciosa. Dio unos pasos hacia delante.

- El Guerrero Razón… Escuché que estás a cargo del Castillo, pero no por mucho… -.

- Tuviste que haber sido tú… Los sellos…-.

Se escuchó una leve risa, pero sólo un poco pues aquel otro mantenía los labios cerrados. Risa burlesca y llena de crueldad.

En ese momento, llegaron algunos guerreros Triunfo a la sala.

- Señor, buscaremos al culpable de inmediato… -. Dijo uno de ellos, sin darse cuenta que Razón tenía de frente al guerrero de armadura.

- No creo que sea necesario buscar… -. Contestó Razón sin quitarle la mirada a su oponente.

- Qué bueno que han llegado, así nos divertiremos más… -. Nueva risa burlesca señalando hacia el pasillo, que iba hacia la puerta de piedra.

Razón miró de reojo hacia el sitio y vio el llegar de otros guerreros, estos vestían armaduras oscuras.

- ¿Quiénes son? -. Se escuchó a alguien preguntar en voz alta.

- Ellos son los guerreros llamados: Errores… Eran parte de mi grupo y ahora son mis enemigos, y por ende, enemigos del Castillo -. Contestó Razón.

- Así que te acuerdas de ellos, Razón. ¡Bravo! Pero igual tienes una cuenta pendiente, que te van a cobrar dentro de muy poco, te lo aseguro -.

Los guerreros Triunfo y Errores se prepararon para la lucha.

- La lucha entre Ángeles y Demonios… -. Decía el de armadura mientras sonreía con malicia.

Razón estaba preparado para sacar su espada de un momento a otro.

- ¡Que se escriba en la historia este día! ¡El día en que yo: el guerrero Autocrítica, doblegó al guerrero Razón! Que se abran las puertas del infierno, el lugar a donde te llevaré Razón y también a tu hermanito Intuición. Sólo equivocaciones son capaces de cometer, ustedes no sirven para nada. No saben hacer otra cosa que destruir al Castillo, creyéndose la excusa de que hacen lo mejor por él. No han sabido actuar nunca, hacen todo mal… Yo, lo arreglaré -. Decía la Autocrítica con soberbia.

- Te crees muy perfecto… -.

- Tus propios Errores, Razón, te llevarán al infierno esta noche. De eso puedes estar seguro… -.

Razón desenvainó su espada.

- Cielo versus Infierno -.

- Ángeles y Demonios -.

- Jamás dejaré que te quedes con el Castillo…-.

- Mírame convertirme en el nuevo Emperador -. Y se lanzó sobre la Razón con su espada oscura y afilada.

Mientras tanto las puertas del infierno volvieron abrirse, y comenzaron a salir viejos fantasmas y demonios del pasado. Los cristales de las ventanas y espejos, se rompieron explosivamente. Gritos y murmuraciones se escuchaban entre los pasillos y pasadizos.

Aún en el camino, de regreso a la sala principal, Corazón le advertía a Intuición que había un nuevo ataque al Castillo.

- Pero es imposible -. Decía Valentía. - Yo mismo me cercioré de que todas las puertas estuvieran cerradas, no había forma de que recibiéramos un ataque externo -.

- Éste no es un ataque externo, sino que viene desde adentro -. Advertía Corazón.

- Imposible…-.  Replicaba Valentía -. Nadie se hace daño a sí mismo desde adentro -.

- Eso no es cierto -. Contestó la Llama del Amor. - Los peores fantasmas viven dentro de nosotros. Ellos sí pueden destruir al Castillo, porque pueden atacar al núcleo directamente. Los ataques internos pueden llegar a ser mucho peores que los externos -.

- ¡No podemos permitirlo! -.

- Debes ayudar a tu hermano, todos estamos en peligro ahora -. Le decía Corazón a Intuición.

Corrieron tanto como podían.

« Aguanta hermano, aguanta ». Pensaba Intuición mientras corría.

En la sala de la batalla, los guerreros Triunfo y Errores se destrozaban entre ellos. También de un golpe, Razón cayó al suelo separándose de su espada. Autocrítica se preparó para dar la estocada final y ejecutarlo. Y mientras reía con maldad, le dijo:

- La Autocrítica doblegó a la Razón esta noche. Te he ganado…  -.



“Los monstruos son reales y los fantasmas también, viven dentro de nosotros y algunas veces son los que ganan”. (“...Monsters are real, and ghosts are real too. They live inside us, and sometimes, they win”). Stephen King.


Continuará…

08/11/2010 03:25 p.m.
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viernes, 29 de octubre de 2010

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Fuerte

Fuente Imagen: Google Images.

A veces vamos caminando despacio a través de la ciudad,
y mientras otros nos miran… nosotros les miramos,
llegando a ver mucho más de lo que ellos querrán aceptar.
Nos reunimos en las entrañas de la gran ciudad
y más de alguna idea se me cruza por la cabeza,
tan sólo pienso y observo, observo…
cada cambio en las expresiones de los rostros,
puedo saber quién sonríe de verdad
y para quién sólo es una costumbre.
Me siento fuerte entre las entrañas del mundo,
ahí caminando sobre las piedras de la calle,
sintiéndome tan imponente ante las hormigas,
pero más pequeño que la ínfima parte del espíritu que me conforma.
Fuerte, pero más débil de lo que es conveniente expresar
y pienso en todo lo que no puedo expresar.
Fuerte, nuevamente fuerte
para dejarme creer en lo que me puedo convertir si creyera en mí.
Sentada entre decenas de personas
y una situación que no me deja ir,
algunos huyen de las ventanas que muestran la inmensidad,
mientras otros vagan en la diversidad…
Entonces pienso:
"Aquí está el mundo, y yo en medio de él
puedo elegir creer y ser,
hacer y ceder,
puedo elegir entre ser fuerte y perder,
observar y conocer".
Mi pequeña sonrisa pasará inadvertida,
como los sueños o pesadillas que sólo conoce mi almohada.
Me gustaría ser fuerte otra vez.
Me estorba el pasado, la televisión que suena,
los gritos de la vecina y las heridas que no cicatrizan.
Miro mi cabello y está desorganizado
pero mis pensamientos se dirigen al mismo camino:
Ser fuerte, quiero dejarme ser fuerte,
porque sé que lo sería si lo creyera, si me lo dijera.

Fuerte, fuerte otra vez…
Waldylei Yépez
09/09/2010 12:55 p.m. Santiago de Chile.
Inspirado por una melodía
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