Mostrando entradas con la etiqueta Colección Fuerte y Valiente. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Colección Fuerte y Valiente. Mostrar todas las entradas

sábado, 27 de septiembre de 2014

, ,

Se me olvidó decirte

Fuente Imagen: Google.

014. Se me olvidó decirte. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Rememorando la historia de nuestros días, pienso en las muchas cosas de las que podría hablar, pero hoy tan sólo quisiera recordar aquellas noches estrelladas donde salimos de paseo, y recorrimos las calles de la ciudad donde te quedaste, aquella ciudad donde se me quedó la vida también. ¿Por qué extraño tanto esos paseos?  Quizás porque la noche aquí no es como la noche allá, no importa que supuestamente estemos bajo el mismo cielo… yo sé que no es el mismo cielo. Y como las noches son distintas, por eso es que las extraño tanto. Extraño verte. Extraño que me abraces. Que desde atrás me tomes entre tus brazos y quede pegadita a tu cuerpo, mientras miramos aquellas estrellas que hoy se han apagado.
Recuerdo cuando me llevabas a aquel sitio alto, aquella calle en el cerro desde donde podían verse todas las luces de la ciudad. Cuántas casas, edificios y autos iluminaban aquella enorme ciudad. Recuerdo que te emocionaba aquel espectáculo de luces, y me mirabas entusiasmado mientras mi expresión era más calmada, como si no fuera tan importante. Como si aquel espectáculo fuera algo cotidiano, no tan especial, como esas cosas que miras un instante y ya no le prestas más atención después.
Quizás tú pensaste que todo pasó desapercibido para mí porque jamás me mostré tan entusiasmada, pero ¡cuánto me gustaría decirte lo emocionada que estaba! Cuánto me gustaría decirte que guardé una imagen completa aquí en mi cabeza, que la rememoro incontables veces cada noche y que me arrepiento de no haberte dicho cuán feliz me sentía estando contigo. Que estoy tan arrepentida de no haberte acompañado en las cosas que te gustaban, y que lamento con todo mi corazón no haber tenido una mejor disposición para ir a los sitios que me invitabas.
Me equivoqué, pensé que podía postergarlo todo porque algún otro día podríamos ir a donde querías, algún otro día habría tiempo, porque jamás pensé que el tiempo se nos acabaría y que yo viviría bajo un cielo tan distinto al tuyo… Pero el tiempo se nos acabó, y ahora sólo en sueños puedo volver a aquella escena desde el cerro, a imaginarme aquella ciudad iluminada con sus altos edificios, con su fría noche y yo sola pensando que sería más bonito si tú estuvieras allí conmigo.
Me hubiese gustado tener la oportunidad de mirarte de nuevo a los ojos y poder decirte que… que yo… ¡Ay! Me guardé tantas cosas aquí adentro. Hay tanto que se me olvidó decirte, hay tanto que se me olvidó contarte… pero ya no estamos bajo el mismo cielo, ni acompañados de las mismas estrellas, ni de las luces de esa gran ciudad. Hoy tan sólo me queda imaginar, imaginar que puedo decirte todo aquello que se me olvidó decirte alguna vez. Desearía no tener que imaginarlo, estoy tan cansada de imaginar, está tan dolido mi corazón de tantos sueños que no se harán realidad. Se me olvidó decirte que te amaba y que necesito estar contigo, ¿ahora cómo podré decírtelo?

27/09/14 12:58 a.m. – 01:11 a.m. – 04:39 p.m.
Continuar leyendo Se me olvidó decirte

lunes, 1 de septiembre de 2014

, ,

¿Cómo "valer la pena"?

Fuente Imagen: Google.

013. ¿Cómo "valer la pena"?. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Durante mucho tiempo he estado preguntándome acerca de esta cuestión, y en innumerables ocasiones quise saber qué significaba "valer la pena". Todo el mundo lo repite como si lo supiera, hasta yo lo repetía constantemente y no me detenía a reflexionar acerca de lo que significaba. Sin embargo, había una cosa de la que estaba segura: quería valer la pena para ti. Ahí llegué a muchas interrogantes: ¿cómo valgo la pena para ti? ¿Cómo hago para que tus ojos vean que yo valgo la pena? Pero sobre todo, ¿qué significa valer la pena para ti? ¿Se tratará de que actúe de cierta manera? ¿Se tratará acaso de que logre alguna cosa? ¿Valer la pena estará definido por un estatus social o un título? Entonces le pregunté al mundo qué significaba valer la pena, y el mundo me dio diversas respuestas rozando incluso con lo antagónico, porque cada quien tenía su propia opinión.
Le pregunté a una chica que le encantaba el glamour y las fiestas, y ella me dijo que alguien valía la pena cuando era capaz de llevarla a muchas fiestas, tuviera un carro de lujo y dinero para sus caprichos. Luego le pregunté a una chica que poco salía de su casa, y ella me contestó que alguien que no estuviera de fiesta en fiesta, no tomara, ni se quedara hasta tarde hablando en la calle con sus amigos. Le pregunté a otra y me dijo que alguien para quien la única mujer que existiera en el mundo fuera ella. Y así encontré tantas respuestas, como personas vi. Todas creían que si se cumplía cierto comportamiento o logro, entonces ese otro "valía la pena".
Concluí que no existe una fórmula única, que "valer la pena" no está definido desde el principio. Que "valer la pena" es una idea subjetiva, que depende de lo que cada quien quiera, sea o necesite. Entonces lo supe, no importa lo que haga, no importa el consejo de quien siga. Valer la pena para ti puede ser cualquier cosa, y si no he podido cumplirla hasta ahora es porque ya no podré hacerlo a menos que cambie mi propia forma de ser... y si eso es así, ya tú no valdrías la pena para mí.

Me esforcé por ser buena para ti.
Me esforcé para obtener logros.
Me esforcé por méritos y reconocimiento.
Me esforcé en vano, cuando me esforcé por ti.
Nunca supe lo que querías,
nunca supe que yo no podría dártelo.
No quise asumir que éramos distintos,
y que la razón estaba en lo cierto, y no mi instinto.
Quise valer la pena para ti,
pero no puedo ser lo que no soy.
"Valer la pena" no se trata de cómo debo ser,
sino que alguien esté contento con lo que uno es.
No se trata de "maquillar" lo que soy,
sino que te importe lo que soy.
No valí la pena para ti,
pero un día, para otro, quizás sí.

01/09/14 08:57 p.m.
Continuar leyendo ¿Cómo "valer la pena"?

jueves, 14 de agosto de 2014

, ,

"Ten cuidado con él" me dijiste

Fuente Imagen: Google.

012. "Ten cuidado con él" me dijiste. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Lo conozco desde antes que a ti,
lo conozco desde antes de que existieras para mí.
Conozco sus virtudes y conozco sus defectos,
lo conozco sabio y lo conozco molesto.
Me dijiste que era "un traicionero",
"ten cuidado con él", estuviste diciendo.
Yo quedé impresionada,
no por lo que decías, sino por lo que observaba.
La gente tiende a ver su propio reflejo,
en los demás, es como si existiera un espejo.
"Ten cuidado con él" me dijiste,
"debo tener cuidado contigo" yo pensé.
Lo acusas de lo que puedo ver en ti,
"traicionero" lo llamas, pero "traicionero" eres tú para mí.
¿Intentabas cuidarme,
cuando una puñalada estabas dándome?
Pero el que llamaste "traicionero"
fue el único que me acompañó en el infierno.
Fue el único que tuvo palabras sabias para mí,
y al que no vi partir.
Me dejaste en completo abandono,
traicionando tus propias palabras y dejándome en enojo.
¿Con qué cara llamas "traicionero" a los demás?
Ya no veo en ti honestidad.
"Ten cuidado con él" me dijiste,
pero sólo el reflejo de lo que eras, fue lo que viste.

14/08/14 07:04 p.m.
Continuar leyendo "Ten cuidado con él" me dijiste

viernes, 8 de agosto de 2014

, ,

Al hombre que aprendí amar en una noche

Fuente: Google Images.

011. Al hombre que aprendí amar en una noche. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Las gotas suenan en el techo. Esta es una madrugada triste y lluviosa, una madrugada donde no tengo inspiración para nada y aun así me gustaría escribir.
¿Qué significa “amar”? ¿Qué significa “llegar a enamorarse”? ¿Qué significa “querer”? Me he cuestionado eso durante largo rato, y al final simplemente concluyo que el significado de todo esto es distinto para cada quien.
Yo creía que amar a alguien era algo que se construía con el tiempo, lo creí hasta que te conocí. Lo creí hasta que vi tu mirada, tu sonrisa. Lo creí hasta que mis ojos se posaron sobre ti, y captaste absolutamente toda mi atención. No hubo nada que interrumpiera, nada que evitara que mi mente se enfocara en ti. Hablamos horas, pero para mí el tiempo no existía. Apareció el cansancio, pero ninguno quería irse. Yo quería escucharte, y tú querías escucharme a mí. Era tan genial ese momento, estar contigo era indescriptible. El simple hecho de mirarte, de que estuvieras ahí era todo lo que yo necesitaba.
Durante mucho tiempo había esperado este tipo de experiencia, quería conocer un hombre que me cautivara de la forma en que tú lo hiciste, que me dedicara su atención, que escuchara con detenimiento, que me mirara de esa manera tan tierna y que me regalara esa sonrisa. Aun no entiendo cómo es posible, cómo lo que busqué por tanto tiempo, pude verlo en ti en sólo una noche. Tu personalidad fue absolutamente arrolladora.
Sonará raro, sonará imposible o sonará a invención, pero no me importa. Aprendí a amarte aquella noche, y no fue necesario tocarte, acercarme más de lo prudente o intentar impresionarte. Sólo hablamos como hablan las personas que acaban de conocerse, y sólo eso fue necesario para encender una emoción tan fuerte y profunda en mi corazón, tan fuerte que habían momentos en que me tuve que contener, estaba a punto de llorar… Increíblemente, hasta de eso te dabas cuenta, pero fuiste precavido al preguntar si era idea tuya, o si mis ojos se habían enjugado. Lo negué, te dije que eso sólo era idea tuya. No insististe.
Sonrío, sonrío al recordar tu rostro, tu mirada. Siento la misma emoción que sentí aquella noche. Esa noche cuando borraste mis problemas, mi pasado y mis frustraciones. Aquella noche cuando la tristeza se fue, y la ternura se apoderó de mi alma y de mi corazón. Cuando te convertiste en el amor que tanto había esperado, el hombre que tanto había esperado.
Te busqué, quería conocer más de ti aunque me daba temor no ser correspondida. Te esperé, quería que aparecieras de nuevo como esa noche, como protagonista en la novela de mi vida. Pero no apareciste de nuevo, y cuando se unió tu ausencia y tu silencio, desvanecieron la figura que ahora extrañaba mi corazón. Te extrañé y te sufrí, no sabía que la misma noche que te amé, también te perdí.

En una sola noche
encontré lo que no había visto en otro hombre.
Te escuché y comprendí,
te amé y te perdí.
En una sola noche,
viniste y te fuiste de mí…

08/08/14 10:11p.m. - 10:21p.m.
Continuar leyendo Al hombre que aprendí amar en una noche

lunes, 30 de junio de 2014

, ,

¿Cómo se escribe a puro dolor?

Fuente: Google Images.

010. ¿Cómo se escribe a puro dolor?. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

A veces las lunas se presentan cargadas,
es palpable su figura pesada.
A veces es entendible su amargo silencio,
inconmensurable su sufrimiento.
¿Cómo se escribe a puro dolor?
¿Cómo es que se marchita la rosa, el amor?
Dicen que el poeta sufre en su musa
cuando es la tristeza quien trae batuta.
La alegría ni se molesta en aparecer,
cuando van delante las derrotas de ayer.
¿Cómo se escribe a puro dolor?
¿O cómo se beben las lágrimas de amargo sabor?
A veces los soles no tienen perdón,
los días y noches mantienen el son.
Es la misma historia con cada respiro,
me pregunto: ¿qué has hecho conmigo?
¡Demonios! ¿Cómo se escribe a puro dolor?
¿Cómo hago para matar este amor?
Dicen que la inspiración se va cuando nace el poema.
¿Cómo paro un poema de ti, para que por fin te vayas de mí?
¿Cómo suelto la rabia y la indiferencia?
¿Cómo puedo acabar con esta tristeza?
Quiero tomar toda la inspiración,
quiero tomar todo dentro de mi corazón.
Y quiero vaciarlo aquí,
para que se acabe todo lo que hay que decir.
Ya no quiero lamentos que repetir,
ya no quiero escribir más por ti…

¿Cómo gasto todo el dolor que hay en mí?
¿Cómo, cómo me libero de ti?

30/06/14 12:56 a.m. - 01:03 a.m.
Continuar leyendo ¿Cómo se escribe a puro dolor?

martes, 24 de junio de 2014

, ,

No como antes, no como “nosotros”

Fuente Imagen: Google.

009. No como antes, no como “nosotros”. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Prometí no escribir nada triste,
el problema es que ya no lo pude cumplir.
Me prometí tantas cosas, y prometí dejarte ir.
Fingí hacerlo, todo el tiempo te mantuve aquí.
Le aposté muchas cosas a la vida,
y me esforcé por conseguir tantas otras.
Al final nunca lo hice por mí,
todo siempre lo hice por ti.
Quería que me vieras exitosa,
que te dieras cuenta que valía la pena estar conmigo.
Que te dieras cuenta que yo valía la pena,
que volviéramos a ser lo que antes fuera.
Pero nada de lo que he hecho has visto,
pero nada de lo que soy te importa.
Soñé que tu mano me daba una rosa,
soñé que tu amor, junto a mí reposa.
¿Pero no es así verdad?
No es así como termina al final…
esta historia es sólo un soñar.
Aprendí a ser “nosotros”,
y, aunque sola, lo seguí siendo.
Aunque sólo en mi mente vivieras,
aunque nunca alcanzarte pudiera.
Hoy de todo esto me di cuenta,
y mi pecho, invadido por esta tristeza.
Quizás es el momento de volver a empezar,
no como antes, porque el antes no vendrá.
No como “nosotros”, eso tampoco sucederá.
Todo se fue, ya no hay retorno.
Todo se fue, ya no hay “nosotros”.
Tu silencio es una arena movediza,
que se está llevando toda mi vida.
Necesito aprender a ser “yo”.
Porque el pasado está roto,
y sin ti ya no hay “nosotros”.
Debo aceptar que nunca volverás a mi lado,
que nunca se cumplirá lo que tanto he deseado.

No como antes, no como “nosotros”,
simplemente como “yo”.
Debo dejar de vivir en dolor.

24/06/14 05:06 p.m. - 05:17 p.m.
Continuar leyendo No como antes, no como “nosotros”

viernes, 6 de junio de 2014

, ,

Hoy soñé contigo

Fuente Imagen: Google.

008. Hoy soñé contigo. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Estabas allí, junto a mí.
Yo trabajaba en el computador,
pintaba una tabla de Excel o qué sé yo.
Tú me apoyabas y felicitabas,
yo feliz de ver que tú estabas.
Tu cuerpo reaccionaba a mi presencia,
tus ojos reflejaban inocencia…
qué feliz era.
Te sentaste a mi lado
y mi mano se posó junto a la tuya.
Luego se posó sobre la tuya,
sentía tu piel tan suave y tan tierna.
Pensé en la oportunidad de tenerte,
en todas las cosas que quería mejorar por ti,
para ti…
Algunas críticas vinieron a mi mente,
pero prometí que daría lo mejor de mí
para que no tuviera que verte partir.
Me sonreías de una forma amorosa,
la vida, de repente, tomó un color rosa.
Me sentía tan feliz de tenerte conmigo,
yo quería quedarme para siempre contigo.
Te pregunté si de verdad esto no era un sueño,
me respondiste que no era un sueño.
Volví a preguntar si de verdad no era un sueño,
y antes de que pudieras hablar… me desperté.
Hoy soñé contigo,
soñé una escena futura y maravillosa.
Soñé que ambos construiríamos un camino,
yo te amaba y tú me amabas, ése era el destino.
Amor mío, cuán feliz he sido
hoy cuando soñé contigo.

06/06/14 05:17 p.m.
Continuar leyendo Hoy soñé contigo

martes, 20 de mayo de 2014

, ,

Con ganas de ti

Fuente Imagen: Google.

007. Con ganas de ti. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Sonriendo he despertado,
en un profundo sueño te he encontrado.
Estás allí,
estás aquí.
Me he emocionado tanto al verte,
he deseado tanto tenerte.
Has disipado los sueños más oscuros,
aquellos que me alejaban tuyo.
Pero hoy te he encontrado,
pues muy dentro de mí te he llevado.
Quisiera tanto acostarme a tu lado,
sentir tu respirar y el acariciar de tu mano.
Quisiera acariciar tu pecho desnudo,
ser parte importante en tu mundo.
Quisiera besar con amor tus labios,
y agradecerle a la vida lo mucho que me ha dado.
Estás allí,
estás aquí.
Y siento tu amor en cada caricia,
y en los besos que a mí me devuelven la vida.
Que también me devuelven la victoria de amar,
y la posibilidad de un futuro soñar.
Con ganas de ti me he despertado,
con ganas de posarme a tu lado.
Estás allí y estás aquí,
y yo me vuelvo a sentir tan feliz.
Con ganas de ti, mi amor,
con ganas de que me caliente el sol.
Ese sol de la felicidad,
de la felicidad de volver a soñar.
Regresar a tus brazos y volver amar,
volver a tenerte y tus labios besar.
Con ganas de ti,
con unas inmensas ganas… de tenerte aquí.

20/05/14 05:57 p.m.
Continuar leyendo Con ganas de ti

domingo, 11 de mayo de 2014

, ,

Mamá

006. Mamá. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Sé que no te gustan las palabras cursis,
y que pronto se te olvida si te regalo una tarjeta.
Sé que no eres la mujer poesía ni letras,
y que tampoco te gusta hablar mucho de lo que te afecta.
Sé que la vida te obligó a ser fuerte
cuando de niña pasaste a ser mujer valiente.
Sé que todos tus anhelos no se han cumplido,
y que has llorado por mí y has llorado conmigo.
Sé tantas cosas de ti mamá,
sé de todo aquello que te tocó callar.
Me has dado la mejor vida que pudiste,
sí, no se me olvida todo lo que hiciste.
Sé que mi agradecimiento quizás no sea suficiente,
pero me gustaría ser como tú: una mujer valiente.
Sé de todas las lágrimas que te tocó tragarte
cuando, luchando sola, debías salir adelante.
Sé del gran corazón que en tu pecho mantienes,
como un tesoro tu amor, ahí escondido tienes.
Sé lo mucho que te entristece no tener a tu mamá,
y que sólo flores puedas irle a llevar.
Sé que diste lo que pudiste por ella,
yo quisiera dar lo que pueda por ti.
Mamá eres el más grande tesoro que he tenido,
tener tu presencia es la bendición que pido.
Tú has sido mi amiga en el oscuro caminar,
nunca me dejaste sola… ¡Nunca me dejaste mamá!
No te sientas sola porque estoy aquí contigo,
de la mano iremos caminando este camino.
Perdona si escribo estas cosas cursis para ti,
pero es lo que me sale decir, es lo que siento por ti.
Mamá, te agradezco permitirme estar aquí,
te agradezco permitirme elegir, permitirme vivir.
Pocas veces has juzgado mis derrotas,
pero me apoyaste tanto en la más grande de todas.
Me apoyaste quedándote en silencio,
y lloraste conmigo, todavía me acuerdo.
Aquí estoy para ti mamá,
gracias por enseñarme a batallar.
Gracias por enseñarme tantas cosas en mi andar,
gracias por enseñarme lo que significa amar.

11/05/14 01:49 p.m.
Continuar leyendo Mamá

sábado, 3 de mayo de 2014

, ,

Un año sin ti... mi Ángel de Luz

005. Un año sin ti... mi Ángel de Luz. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Desde hace un año permaneces dormida,
un año que no tenemos tu sonrisa,
un año donde tu presencia hace falta,
un año donde sólo sueño que me abrazas.
Un año sin ti mi Ángel de Luz,
tantas lunas y tantos soles han pasado,
tantas veces te he sentido en tu cuarto,
tantas veces he querido quedarme en tus brazos.
Siempre hablo con tu foto en mi pared,
algunas veces pareciera me aconsejas
y otras veces en silencio te quedas
esperando que, por mí misma, encuentre la respuesta.
La bondad y la valentía fueron tus grandes pilares,
un amor inmenso también profesaste,
me enseñaste tantas cosas de la vida,
gracias por tanto, mi querida Maita.
Un año sin ti, mi Ángel de Luz,
un año sin ti y aquí estoy escribiendo para ti,
después de un año sin ti,
un año desde que te perdí.

03/05/14 03:02 p.m.
Continuar leyendo Un año sin ti... mi Ángel de Luz

lunes, 28 de abril de 2014

, ,

Voy a ser

Fuente Imagen: Google.

004. Voy a ser. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Voy a ser
quien te escribe y te habla de amores,
quien te busca para construir ilusiones,
quien te besa todas las noches.
Voy a ser
el poema inspirado en tus besos,
la canción que te habla lo bello,
la pintura que refleje tus sueños.
Voy a ser
la mirada ansiosa que espera
ver realidad lo que parece quimera,
el amor que busca vivir.
Y seré
quien te ame más que a su vida,
quien te quiera por siempre en su vida,
quien cada noche te espere despierta.
Y seré
la mañana bonita que tengas,
la esperanza que se acrecienta,
el sueño que no quieras se pierda.
Volaré
a donde tenga que ir a buscarte,
a donde nadie es capaz de alcanzarte,
a donde sólo yo sé encontrarte.
Y seguiré
creando para ti ilusiones,
construyendo para ti un futuro
donde tú y yo somos uno.
Voy a ser
quien te despierte con besos al día,
quien te recuerde que eres la luz de su vida,
y que sin ti no sería igual esta vida.
Y seré
quien te escriba en verso o en prosa,
quien te hable de amores y rosas,
quien te diga lo lindo que posas.
Y lloraré
de felicidad por estar a tu lado,
porque me siento feliz en tus manos
cuando me dices: “lo mucho que te amo”.

28/04/14 03:19 p.m. - 03:25 p.m.
Continuar leyendo Voy a ser

sábado, 26 de abril de 2014

, ,

Enséñame a conocerte

Fuente Imagen: Google.

003. Enséñame a conocerte. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Enséñame de primera mano,
enséñame de primera fuente,
enséñame a conocerte.
Enséñame a escribir tu nombre
de manera diferente,
encerrado en corazones
y bailando aquí en mi mente.
Enséñame cómo susurrarte
un “te quiero” por las noches,
un “te pienso” por el día
y un “te amo” cada día.
Enséñame a esperarte,
muy ansiosa, a que llegues,
enséñame a vivir
sin el miedo de perderte.
Enséñame cómo desnudar
mi cuerpo ante tus ojos,
cómo acariciar los poros de tu rostro,
y cómo entender lo que me dicen tus ojos.
Enséñame a besarte de la forma que tú quieras,
a caminar junto a ti en la calle y la vereda,
a escuchar tus lamentos cuando nadie más quiera,
a quererte mucho más de lo que alguien pudiera.
Enséñame a esperarte impaciente en mi cama,
cómo secretamente acaricias la almohada,
cómo te apoderas de mis sábanas blancas,
cómo tu cuerpo expresa lo mucho que ama.
Enséñame de primera mano,
enséñame de primera fuente,
enséñame a conocerte.
Enséñame lo que tú quieres que conozca,
tus maneras y tus formas,
tus palabras y tus bromas,
tu locura y tu deseo,
cómo pronuncias “te quiero”.
Enséñame la mejor forma de decirte “te amo”
y la locura que me producen tus labios,
de lo que soy capaz de soñar
mientras compartimos el mismo caminar.


26/04/14 08:08 p.m. - 08:12 p.m.
Continuar leyendo Enséñame a conocerte

viernes, 28 de marzo de 2014

, ,

El huerto de mi corazón

Fuente Imagen: Google.

002. El huerto de mi corazón. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Por lo general, somos bastante cuidadosos con lo que sembramos en cada uno de nuestros huertos. Por supuesto, somos aún más cuidadosos cuando se trata del huerto del corazón porque sabemos que esa sección es realmente delicada, el abono que se usa es sumamente especial y que no faltará las hierbas malas que querrán entrometerse para rodear las siembras, quitándoles espacio y nutrientes.
Hace un tiempo atrás, llegaron hasta mi puerta unas semillas muy hermosas, me dijeron que eran perfectas para sembrar y que de ellas recibiría grandes frutos. Me sentí tan entusiasmada al conocerlas, que me enamoré de ellas y quise ponerlas en algún buen lugar. Caminé entre los huertos que tenía y no me entusiasmaba en plantarlas. Había puesto tantas expectativas en ellas, que un lugar ordinario no podían tener. ¿Cuál es el mejor lugar? ¿Dónde podría sembrarlas para que pudieran crecer sanas y fuertes? ¿Dónde estaba la mejor tierra y recibirían el mejor abono? Y pues el lugar idóneo era ése: el huerto de mi corazón. Corrí hasta allá, y mientras me acercaba sonreía más y más, estaba feliz porque sembraría en mi corazón las mejores semillas que jamás conocí, y las colocaría con el mejor abono llamado amor, y las regaría día tras día con gotas de cariño y ternura. ¡Era imposible que aquellas semillas no crecieran sanas y fuertes! Le pondría todo mi empeño, mis más preciados recursos y toda mi atención. Y así lo hice, las puse en el centro del huerto, en el centro de mi corazón y las cuidé con mucho amor y muchas gotas de cariño y ternura.
Esperé paciente y nada ocurría, yo no entendía lo que pasaba. Me rascaba la cabeza intentando dilucidar aquel tema: ¿Será que le falta abono? ¿Será que le faltan más gotas? Pero había hecho todo lo que podía, y aun así no pasaba nada. Algo tenía muy claro, aquellas no eran semillas que yo conociera de antemano, por eso no sabía si esperar que apareciera una pequeña flor, o si se aparecería algún árbol frutal porque me comentaron que recibiría grandes frutos. Yo tenía experiencia con árboles frutales, con verduras y hasta había visto nacer las flores, pero en este caso estaba desconcertada porque la verdad no sabía qué esperar, las semillas sí eran raras para mí, no se parecían a nada de lo que yo hubiese conocido antes. Semanas después pasó un vendedor de semillas, le comenté mi problema y no me supo responder, pero sí me llegó a decir que quizás debía esperar más tiempo porque tal vez aún se están afianzando las raíces a la tierra del corazón, pero que no cabía duda que el abono del amor haría que un día saliera a la luz. Me conformé con su respuesta, igual seguía muy entusiasmada. Le dediqué mucho de mí a ese pedacito del huerto, llegué hasta cantarle canciones y, de tanto cariño y ternura, llegué amar aquellas semillas que ahora eran parte de mí, parte del huerto de mi corazón.
De tantos quehaceres, estuve ausente de mis huertos algunos días. Cuando regresé comencé a revisarlos uno por uno, dejé para el final al huerto de corazón porque quería pasar más tiempo con mis semillas especiales, esas semillas a las que tanto había aprendido amar. Sin embargo, por varias razones, no pude pasar esa tarde por el huerto del corazón así que suspendí mi visita hasta el día siguiente.
Cuando regresé al día siguiente al huerto, divisé que algunas semillas cerca de la puerta habían crecido, que unos pequeños árboles frutales se estaban haciendo cada vez más grandes y muy contenta revisaba cada uno de ellos. Luego me tocó pasar al centro del huerto, y mientras me movía tarareaba una canción hasta que me detuve en seco, con horror divisé que el centro del huerto estaba repleto de hierba mala. Exclamé: “¡No puede ser!”. E inmediatamente me preocupé porque sabía que la hierba le estaría quitando espacio y nutrientes a mis amadas semillas. Me puse manos a la obra, y comencé a arrancar estas hierbas pero me daba cuenta que me costaba sacarlas, entonces decidí explorar sus raíces y con sorpresa me di cuenta que eran profundas. Tuve una sospecha, pero la aparté de mi mente. Me dije: “Debo sacar estas hierbas antes de que afecten a mis semillas, el árbol frutal necesitará este espacio… bueno, supongo que será un árbol frutal”. Intenté muchas veces y sí arrancaba pero pedazos superficiales, realmente me costaba llegar a la raíz y comenzaban a dolerme las manos, de hecho, ya tenía unos raspones a lo largo de mis dedos. Me senté un instante, pensé en que esa no era cualquier hierba y temí. Me levanté y fui al centro del espacio donde estaba toda esa hierba amontonada, por un ladito comencé a escarbar lo más que pude, esperaba encontrar indicios de alguna raíz como la de árbol frutal pero por más profundo que indagué no encontré nada. Entonces fue cuando lo acepté: había sembrado con mi propia mano hierba mala en el centro del huerto, había traído al enemigo hasta mi corazón, el propio Caballo de Troya que escondido bajo el disfraz de unas lindas semillas golpeaba desde el interior. Me sentí frustrada, engañada, dolida y me critiqué castigándome a mí misma un millón de veces en apenas unos minutos. Tenía un enorme problema y lo sabía, estaba a merced de una hierba que tenía libre acceso al huerto y podría destruirlo todo allí adentro de mi corazón.
No sabía por dónde empezar, lo que tenía claro era que debía limpiar el huerto de esas raíces que se estaban adueñando de todos los nutrientes, y eventualmente eso afectaría a todas las plantaciones. Muchos temores pasaron por mi cabeza, llegué a pensar que si las raíces habían llegado a los árboles frutales de los alrededores, podrían llegar a sacarlos de la tierra, no quería ver morir todo mi trabajo, no quería ver morir el huerto, no quería ver morir mi corazón. Toda esta situación comenzaba a dolerme mucho, era un dolor profundo el que sentía cuando recordaba todo lo que había hecho y dado a esas semillas, tantas ilusiones, tantas expectativas… lo que menos esperaba era que golpearan de esta manera todo lo que había soñado, y que ahora parecía el peor error que cometí. Admito que, en muchos largos ratos, me la pasé llorando al pie de aquel montón de hierba. Me sentía tan engañada, tan tonta de haber confiado y haber dado lo mejor de mí sabiendo que aquellas semillas eran nuevas, que no las conocía realmente, pero me dejé llevar por la ilusión. Lloré tan amarga y profundamente, lloré como nunca antes había llorado.
Poco a poco comencé mi trabajo, eran muchas las raíces que debía retirar pero debía hacerlo con cuidado, no es lo mismo remover cualquier tierra que hacerlo con la tierra base del corazón. El corazón es frágil, es delicado, cualquier mal movimiento le ocasiona daños irreparables. Sabía que el huerto sufría cada vez que intentaba arrancar aquellas raíces, y yo sufría con él. Me topé con raíces tan profundas y duras, que me llevó varios días poder moverlas un poco; estaban tan aferradas a la tierra que, por Dios bendito, el dolor que propiciaba sacar las raíces era realmente insufrible.
Me tomó muchos meses poder avanzar realmente con aquella limpieza. Mis manos estaban destruidas, con raspones y pequeñas grietas. No podía creer que cuando sembré aquellas mágicas semillas les di todo lo mejor de mí, y la tierra de mi corazón las acogió sin condiciones ni limitantes, pero al mostrar su verdadera naturaleza, las semillas sólo fueron maleza que ocasionó el peor daño que mi corazón y yo misma había sentido antes.
Por fin llegó el día, porque no hay plazo que no se cumpla, donde me enfrenté a la última de las raíces, el último poquito de hierba mala que quedaba. Fue la peor de las raíces, ya saben que justo cuando el trabajo parece acabarse te encuentras con la peor parte. Mis manos estaban tan dañadas, habían sufrido tanto, desde el dolor a la sangre, que me costaba siquiera halar un poquito la raíz faltante. Lloré de desesperación, lloré de miedo porque no quería prolongar mi trabajo un día más, ya no soportaba remover y remover el producto de aquellas semillas, producto que nada bueno me había dejado. Dedicar meses de tu vida a sacar tanto dolor de tu corazón, es algo realmente terrible.
Me sentía desesperada, a veces quería rendirme y dejar esa raíz ahí, pero otras recordaba que si la dejaba brotarían más y mi trabajo de limpieza de meses se habría perdido. Hasta que, en un momento de gran valentía y coraje, expuse mis dedos y mi corazón al peor dolor, el dolor final, cuando tomé con determinación aquella última raíz y usé toda mi fuerza para arrancarla. Sentí como que todo el huerto daba un profundo grito, y aunque lo escuché gritar no solté la raíz y seguí halando, sabía la dimensión del daño que estaba ocasionado removiendo aquella raíz, pero también sabía que sería peor si la dejaba. Halé y halé con fuerza hasta que pasó, sentí que la tierra soltaba la raíz o la raíz soltaba la tierra para dejarla libre, y un último esfuerzo lo hizo posible: la maleza había sido retirada.
Abrí mis ojos y miré en mi mano la última raíz de dolor, adherida a ella grandes pedazos de mi corazón que se habían desprendido también. Lloré, lloré mucho. Todas mis ilusiones, todas mis expectativas, todo el amor que había puesto, las canciones que había cantado, la ternura y la atención, los esfuerzos, y posteriormente la decepción, la tristeza y el dolor, el engaño y la traición, todo eso estaba en mi mano representada con la raíz de una semilla que había amado tanto, que después había odiado y que ahora simplemente se había ido, y ya no podía dañarme más.
Mire el centro de mi corazón, el centro de mi huerto, y comprendí con horror el gran, profundo e inmenso agujero, el inmenso vacío que había quedado. No sabía qué hacer, tenía un enorme hueco en el corazón, ¿cómo se arregla eso? La forma era rellenarlo, entonces usé el abono de amor, sacos y sacos de amor hasta que pude tapar o llenar aquel vacío en el corazón. También decidí regar esa sección con muchas gotas de cariño y de ternura, además de protegerla y prestarle mucha más atención. Por ahora, sabía que no era bueno sembrar nada allí, así que dejé “descansar” esa sección hasta que fuese momento de sembrar de nuevo, pues sabía que llegaría el momento de volver hacerlo pero esta vez sería más precavida.
El huerto de mi corazón fue inocente, fue generoso y amó incondicionalmente, ésa es su naturaleza y no ha de cambiar aunque se haya equivocado con algunas semillas, eso lo sé. Por eso no dejaré de sembrar a pesar de todo el dolor padecido, al contrario, a partir de ahora sembraré mejor, y amaré las semillas que merezcan ser amadas y apartaré de mi huerto aquellas que sea necesario apartar. De eso se trata la vida, de aprender, de sembrar y de amar. A veces, aparecerá la maleza pero para eso aprenderemos a limpiar…

28/03/14 08:29 p.m. - 08:43 p.m.
Continuar leyendo El huerto de mi corazón
, ,

Carta a un amor perdido

Fuente Imagen: Google.

001. Carta a un amor perdido. Colección Fuerte y Valiente. Waldylei Yépez.docx

Extraño amigo, viejo y olvidado amor,

Hoy ya no recuerdo lo que me hacían sentir tus palabras, ya no recuerdo cómo se sentían tus manos al acariciarme, se ha ido tu tono de voz y la influencia de tu mirada. Pero se quedaron conmigo varios recuerdos, algunos ya borrosos como viejas fotos, deterioradas por el implacable paso del tiempo. No sé por qué hoy me he acordado de ti, o de lo poco que me queda en la mente sobre ti, y he repasado capítulos de nuestra vida en común, sobre todo aquellos donde hoy sé que pude haber actuado mejor.
Es increíble cómo el sentimiento, las buenas emociones, las caricias, todo eso desaparece y sólo te queda en la cabeza las imágenes más feas y las palabras más crueles, sobre todo las que ocasionaron más daño. Pienso en ti y revivo eso. De verdad, ya no me acuerdo de cómo sonreía cuando estaba contigo. Me parece tan triste. Trato, trato de acordarme de los episodios bonitos, y salta la peor de tus miradas, la peor de tus palabras que sin siquiera contener una ofensa grosera, destrozó mi corazón y mi amor volvió quimera.
Pero no escribo ahora para recordar lo mejor o lo peor de la vida que construimos, y que después destruimos. Escribo quizás con nostalgia, o mejor dicho con frustración porque repasando capítulos, como ya dije, sé que pude haber actuado mejor si tan sólo hubiese tenido el conocimiento que tengo hoy.
Dicen por ahí que a veces conocemos a la persona correcta en el momento equivocado, y he llegado a pensar que es cierto, que éramos los correctos que se conocieron en el peor momento. No tuve la preparación necesaria cuando te conocí. Mi ingenuidad, mis ideas y arrebatos nos ocasionaron mucho daño. Tus silencios, prepotencia y cobardía mataron lo poco que tenía y que te había dado, convirtiendo este amor en un amor desgraciado.
Hoy sé que no era tan grave lo que hacías y que no me gustaba. Hoy sé que eran muy pocas razones para pelear o discutir, que podía llegar a ser más tolerante con tus defectos y más flexible con mis ideas de cómo debían ser las cosas. Pero lo aprendí muy tarde, lo aprendí después de que este amor quedó en abandono, después de que se desangró y se volvió desamor. Quizás no te amé lo suficiente, quizás tenía tanta seguridad de que me pertenecías que por eso mismo te perdí… nos perdimos.
A veces siento que hoy soy capaz de ser lo que necesitabas, justo hoy cuando ya no lo necesitas. Tuve que vivir para darme cuenta que no tenía la suficiente experiencia para valorarte y verte mejor en aquel momento, pero hoy ya no importa nada de esto y, de hecho, es mucho lo que ya no recuerdo, tan sólo sé que un día creí que podíamos tener una gran relación y me he preguntado si hoy, si te hubiese conocido hoy, habría funcionado. Tal vez no, jamás lo sabré.
Extraño amigo, no sé quién eres hoy. Viejo y olvidado amor, ni tan olvidado porque por algo te escribo yo.
Un día tuve un gran amor, de lo bonito sólo recuerdo que pensaba que podría funcionar. De lo malo, recuerdo más y aun así días como hoy me pregunto qué pensarías de esto que soy, no de lo que fui porque ya no soy exactamente así. Me pregunto si habría funcionado si te hubiese conocido hoy, supongo que ya no importa la respuesta pues total si todo acabó, ¿para qué preguntar esto si ya no existe nuestro amor? ¿Por qué no dejar que el paso del tiempo mantenga nuestro adiós? O ¿para qué preguntar por algo que el adiós ya mató?

27/03/14 08:27 p.m. - 08:37 p.m.
Continuar leyendo Carta a un amor perdido